No es un libro de autoayuda. Ni tampoco hay consejos. Pero te puede disparar un gran cambio en tu vida. Eso es lo que logra Gonzalo Erize (34) no sólo a través de los magníficos relatos de su primer libro Saun, la odisea del argentino que arriesgó todo por salvar una vida en Laos, sino a través de su experiencia de vida singular.
“Una persona que estaba del otro lado del mundo hizo posible lo imposible”, dice al pasar este joven líder, como algo habitual de todos los días. Si bien tuvo que vencer mas de un obstáculo, eso fue lo que logró allá por 2014, cuando en un viaje impensado al Sudeste Asiático transformó la realidad de Saun (11), un niño que padecía el Síndrome de Hirschsprung: una obstrucción del intestino que no le permitía defecar.
Ese fue el germen para dar vida a la fundación que creó junto a Tomás y Sebastián Méndez Trongé.
Gonzalo nunca supo que ese sería su camino, el de inspirar a otros para que se pongan al servicio de los más vulnerables. Al contrario. Hijo de un padre dedicado al campo y una madre ama de casa, nació en Lincoln, provincia de Buenos Aires y a los 18 dejó su ciudad para estudiar Recursos Humanos. Empezó su prolífica carrera en una multinacional: meta que se proponía, meta que lograba a pesar de los escollos.
Y a su barrera le pone un nombre poco conocido: “Siempre tuve que luchar con mi disfluencia (tartamudez). Somos seis hermanos, soy el segundo de esta familia numerosa, los cinco la heredamos de mi padre a está dificultad. Durante mucho tiempo fui a la fonoaudióloga, sufrí bullying. La mirada prejuiciosa del otro siempre estuvo”. Hoy da charlas por el mundo, usando su vulnerabilidad como mayor recurso.
El otro gran golpe que sufrió fue cuando lo echaron de la empresa donde estaba haciendo carrera. “Cuando mi jefa me comunicó la decisión se me cayó el castillo de naipes. Había deseado llegar a ser director general de una multinacional, estuve cerca de lograrlo y en un instante eso desapareció”, reconoce. “Me encontré en un lugar desconocido para mí, estaba perdido... así que tuve que salir a encontrarme”, reconoce.
Lo único que deseaba era aventurarse, tirarse a lo desconocido. “Quiero hacer cosas que nunca hice antes”, fue su premisa. Sin planearlo mucho, con algunos ahorros, se fue con un amigo a Sidney con la visa Work & Travel. El objetivo era reunir dinero para conocer el mundo. “El viaje iba a durar un mes, nos terminamos quedando casi dos años, hasta que decidí volar a Laos”, recuerda.
Con los pies en Laos, una tarde cualquiera le pidieron si le podían tirar las cartas. Se lo tomó como un juego. “En un futuro cercano tu vida va a cambiar de forma rotunda. Vas a tener que morir para volver a nacer”, le dijo la tarotista. Gonzalo Erize sintió miedo, aunque desestimó esa profecía.
A los pocos días de ese hecho, al que le había restado cierta importancia -y luego cobró sentido - se encontró con Saun. “Estaba sentado al costado de una cancha mientras sus amigos jugaban al fútbol. Era como si me estuviera esperando. Me di cuenta que algo anda mal por su aspecto físico”, recuerda.
A partir de entonces comenzó la odisea: pasó más de 120 días con el niño y toda su familia para salvarle la vida. “Fue una decisión repentina, sin sin medir consecuencias”.
Una vez que se puso en marcha vinieron los temores, las dudas, y la incertidumbre. Todo eso queda reflejado en este libro donde se mezcla la risa, con el amor, y el llanto. Una historia que conmueve.
“En más de una ocasión quise abandonarlo todo. Me preguntaba qué estaba haciendo, porque había decidido involucrarme así con alguien desconocido, del otro lado del planeta, en un idioma inentendible”.
El encuentro con Saun, puso a Gonzalo cara a cara con su propósito de vida. Viajar, liderar y transformar la vida de otros. “Una persona puede hacer posible lo imposible”. Años más tarde fundó su ONG, que ya le cambió la vida a más de 125 personas.
Hace dos años que comenzó a escribir este libro que invita a la reflexión, en colaboración con Verónica Podestá, y finalmente sale a la luz. No solo eso, el prólogo fue escrito por el prestigioso periodista cubano Ismael Cala.
”Leer a Gonzalo Erize es adentrarse en las tres facetas que más me apasionan en la vida: los viajes a destinos increíbles, el liderazgo transformador y el servicio para con los más vulnerables. En esta obra, una verdadera odisea, el autor logra algo que muy pocas veces se puede alcanzar: atrapar al lector desde las primeras líneas con anécdotas cercanas y detalladas. Es una muy profunda invitación a ser el cambio que queremos ver en el mundo tal cual hacía Gandhi cuando nos invitaba a ser esos agentes de cambio para el bien mayor.”
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https://www.gonzaloerize.com/libro-saun/
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