El surrealismo es una técnica de creación artística que depende únicamente del subconsciente, es decir se vale de hechos y objetos reales exponiéndolos descontrolados, sin ningún tipo de razón, totalmente alejados de cualquier convención estética, moral o social.
El manifiesto surrealista de Breton de 1924 fue el comienzo de una nueva aventura intelectual para la humanidad, y se transversalizó de la literatura a la pintura. Los surrealistas, creo yo, marcaron como ningún otro movimiento socio/cultural al siglo XX.
Dali, Man Ray, Magritte, Antonin Artaud, Joan Miró abrevaron en sus aguas. En lo musical, The Beatles y los Rolling Stones a fin de la década sesentera coquetearon con el surrealismo y por esos años todos los jóvenes artistas en el planeta entero apoyaron su ñata contra el vidrio del surrealismo para crecer mas allá de las academias tradicionales.
Beatles y Stones en el reino unido, Bob Dylan y Velvet Underground en USA, Serge Gainsbourg y Johnny Hallyday en Francia, en Brasil Hermeto Pascoal o Wagner Tiso creaban y recreaban a veces bien y otras veces raro, pero nunca estúpidamente.
En Argentina también hubo bastante surrealismo musical, me dijeron. Pero me lo dijeron, porque si algo tenemos es que nunca nos caracterizamos por guardar nuestras cosas.
Hace algunas semanas en éstas mismas páginas rozábamos el surrealismo hablando de “Por”, la canción que Luis Alberto Spinetta compuso con su mujer Patricia, incluida en justamente su disco “Artaud” de 1973. “Por” es una secuencia absolutamente aleatoria de 47 sustantivos que no arrastran ningún mensaje ni concepto, muy a la manera de los azarosos juegos literarios de Antonin Artaud en algunos de sus libros. La cancón “Por” ha trascendido tanto que en la actualidad hay discos y libros dedicados al tema, como la ultima obra del pianista Diego Schissi “Te” o el nuevo libro de Eduardo Berti “Por. Lecturas y relecturas de una canción”, ambos de inusitada divulgación.
Coincidimos siempre en los mismos espacios y en la misma línea de pensamiento con Juanse, Richard Coleman, Willy Crook y otros de la misma camada cronológica, baby boomers argentos informados y curiosos, en que los años más brillantes de la música eléctrica, digamos el rock y el pop nacido en la mitad del siglo pasado, fueron esos años que van del 72 al 74. Aseveración también defendida por Homero Simpson que en un capítulo de su serie tan famosa defiende esta postura en el bar de Moe delante de todos sus amigos. Ese comienzo de los 70´s fue tan brillante musicalmente hablando que nos encegueció y recién ahora nos damos cuenta de todo, ya maduros viendo como se hacen viejos sus ídolos.
El surrealismo no adquiere la dimensión de un género musical, no hay rock surrealista o pop surrealista. Si creo que hay cumbia surrealista pero no estaría seguro de las intenciones. Igual no hay batea de cumbia surrealista o jazz surrealista, pero si hay si se quiere un alto concepto surrealista en el rock argentino de esos años.
Quiero decir, que aparezca y se haga piel entre toda la parroquia del siglo XXI “Por” de Pescado Rabioso sucede no por generación espontánea sino porque es el emergente de un montón de personas que aceptan ese desborde artístico tan poco frecuente por lo difícil que es el proceso creativo. También, hay que reconocerlo, había otros códigos y otras convenciones entre la población.
Los náufragos y los hippies iban dejando huecos por donde empezaban a colarse intelectuales, estudiantes de teología y algunos metaleros pesaditos de bar de avenida.
El rock empezaba a sentar cabeza, que si hay una imagen surrealista es alguien sentado de cabeza, entonces a las canciones de búsquedas interiores y demanda de derechos adquiridos sumadas a las de enamoramientos pasando por las músicas instrumentales llegando a las canciones de protesta, y aquí hacen su triunfal aparición los surrealistas.
En 1973 el grupo de moda era Sui Generis con su primer disco, repleto de canciones figurativas, es decir historias con inicio desarrollo y final magistralmente compuestas por Charly García y Nito Mestre. También los chicos desmenuzaban “La Biblia” de Vox Dei y los mas grandecitos ya se le animaban a “Muerte en la catedral” de Litto Nebbia, el rock empezaba a asomar su enorme cabezota con lugar para todos.
Por eso no es de extrañar que comenzaran a aparecer los marcianos.
Andaban por ahí merodeando, siempre repreguntando, eternos inconformistas a veces desubicándose, otras veces acoplándose, músicos siempre creando, buscando nuevas estructuras, deconstruyendo estilos, ya estaban, pero ahora son mas que necesarios. Para volar, para escuchar nuevas cosas con nuevos oídos. Obviamente no era el camino más fácil para trabajar, pero si el más seguro. Más que nada por una cuestión de hacerse valioso y de hacerse valer.
Acotación al respecto y al margen. Recuerdo que no debía tener mas de 12 años cuando en un baile de carnaval en el club tocó una banda divina. Hacían, muchos años después lo supe, una especie de música de War con algo de Santana. Se que esto es para iniciados pero bueno, es cierto.
Se llamaban Zandunga. No eran los más populares pero a mi su sonido me quedó dando vueltas en ese hueco que tengo adentro de la cabeza entre mis dos orejas mucho tiempo.
Un día en una radio me dijeron que ésos de Zandunga después fueron Katunga y la pegaron grosso con unos cuantos discos simples bastante elementales pero pegadizos. Ganaron mucho dinero seguro, nadie los conoce.
Esto viene a colación de los caminos difíciles pero mas seguros.
Hay para mi 3 discos que fueron el cenit surrealista del rock argentino pre dictadura. Discos de erráticas fechas de grabación pero aparecidos entre 1972 y 1974, en un país debatido entre militares golpistas y Perón, entre música complaciente y rock progresivo, entre el mundial de Alemania y el comienzo de la gran gesta de Guillermo Vilas.
Esos discos eran obvio “Artaud” de Pescado Rabioso, “3” de Color Humano y Pappo´s Blues “Vol. 3”. Para mi, desde mi, algo personal absolutamente, las 3 mejores bandas de mi adolescencia.
Estos 3 grupos han sido tan formativos como mis padres a esa edad en que todo se empieza a transformar en el mundo real. De ahí quizás mi fascinación por ese surrealismo que han transitado estos chavales.
Viendo en que se estaba convirtiendo el mundo argentino real mas vale me quedo en el surrealismo.
Eso debía pensar yo a esa edad. No se.
Lo de Artaud ya fue transitado, “Por”, ese surrealista ejercicio lirico terminó siendo más estudiado que toda la discografía de (acá pongan el nombre de quien uds quieran), Luis y Patricia de 22 años en la cama una tarde juegan a decir sustantivos sobre una melodía que aun no tenía letra y 50 años después todavía la miramos con curiosidad. 1´40″ de gloria.
Color Humano fue un trio conformado por Edelmiro Molinari guitarrista que venía de Almendra, compositor de justamente la canción Color Humano incluida en el disco almendriano, Rino Raffanelli que era bajista de Sui Generis y Oscar Moro que habia estado en Los Gatos. Grabaron 3 discos, uno doble en el 73 que salió uno en el 73 y otro en el 74.
En ese ultimo disco esta la descomunal “Mañana por la noche” una especie de blues rapido que dice en su surrealista letra:
-” Estoy tan cansado que me voy a suicidar mañana por la noche.
Si mi abuela me deja me voy a suicidar mañana por la noche.
Es imposible nena, seguro que lo hago mañana por la noche.
Quiero una nena, una mujer eléctrica, mañana por la noche
Una mujer eléctrica que salte los tapones
Mañana por la noche.
Que me de vibraciones para poder tocar mañana por la noche.
Sino, me mato”-
Dejando de lado lo del cansancio y lo de la abuela, llegamos al deseo de tener una mujer eléctrica que salte los tapones. Eso es surrealismo de amor. Y después de todo ¿porqué llegar al suicidio? ¿Cansado de estar cansado? ¿Vivía con la abuela?.
Después de la experiencia con Color Humano Edelmiro se fue a vivir a Los Angeles 25 años. Volvió una noche y rearmó en 1995 la banda dando una serie de conciertos en Buenos Aires que se grabaron y son el requiem de una de las mas brillantes bandas que dió el rock argentino.
Por su parte Pappo ya habia estado con Miguel Abuelo en los primeros Abuelos de la Nada y en Los Gatos de Litto Nebbia en su etapa mas rocker. En 1971 arma Pappo´s Blues con David Lebón, quien curiosamente de acá va a parar a la primera formación de Color Humano en batería, Black Amaya y Luis Gambolini ex baterista de La Pesada del Rock¨n Roll de Billy Bond. Este mismo es el productor del tercer disco de Pappo´s Blues, un prodigio de creatividad, el disco que marcó todo lo que vendría después. En este disco el trio lo integran Pappo, Machi Rufino en bajo y Pomo Lorenzo a quien conocía de los primeros Abuelos de la nada en batería.
Pappo´s Blues Vol 3 cuenta con una brillante portada de Juan O. Gatti, aquí está “Sandwiches de miga” firmada por Pappo y Machi Rufino. Quizás la letra más surreal de la historia del rock argentino.
-” No puedo evitar que vengan hacia mi los sandwiches de miga
Y parece mentira que hoy estuve aqui esperándote.
Estuve esperándote.
Y cuando salga el sol por detrás de las colinas
No digas nada a nadie, pero estuve despertando en la mañana.
Estuve despertándome.
Durante años me acompañaron las dudas, ¿había algún concepto para mi inentendible en esta canción tan popular entre mis amigos? ¿Algún metamensaje detrás de su incomprensibilidad? ¿La habían escrito en joda?.
Con el tiempo, una noche en un bar le pregunto a Pappo por la canción.
El Carpo se sonrió de costado, y con esa voz adorablemente gastada dice:
-Fue Machi, estábamos con Machi en un ágape, antes de un show. Había una fuente con 200 sandwiches de miga, siempre había sandwiches de miga. Me acerco a Machi y me mira, me dice que se le estaban viniendo los sandwiches de miga, miro para la mesa, lo miro a él,...-”
Empieza a reirse con esa carcajada también inconfundible y tan contagiosa que me lleva a reír también...
Mucho después me encuentro con mi admirado Machi Rufino, sentados en un sillón de un estudio en el Once aprovecho mi oportunidad y le pregunto por “Sandwiches de miga”, me mira sonriendo y dice
“-Fue Pappo, estábamos en la previa de un show no se dónde. Pappo estaba parado mirando la mesa llena de sandwiches de miga, cuando me acerco me dice que se le venían los sandwiches de miga...-”
Obviamente los dos relatos me suenan verdaderos, ya habia pasado mucho tiempo desde los dias del volumen 3 de Pappo´s Blues, lo importante es que aun hoy “Sandwiches de miga” suena en toda radio de rock respetable y en muchos equipos de audio a la altura de los grandes clásicos nuestros.
Casi una P.D.
Si alguien duda de la trascendencia e importancia de la música de rock argentina de esos años tan brillantes, solo piensen que Eminem, uno de los tipos que mejor tomó el pulso de los tiempos que corren, el mas trascendente rapper blanco del mundo. Un tipo que debe tener 30 cabezones escuchando músicas de todo el mundo buscando bases 6 o 7 horas por día, tipos que saben lo que necesitan, incluyeron en su ultimo hit “Stepdad” un sampleo completo de la canción de Pescado Rabioso “Amame peteribí”, incluída en el segundo álbum de la banda, de principios de 1973.
Y creo que esto recién empieza.
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