“¿Por qué los judíos son objeto de un odio particular? ¿Cuándo apareció el antisemitismo? ¿Quiénes son los sabios de Sion? ¿Por qué Hitler detestaba a los judíos? ¿Existe un ‘negocio de la Shoah’? ¿El antisionismo es antisemitismo?”, se pregunta el sociólogo francés, Michel Wieviorka, en la introducción de su libro “El antisemitismo explicado a los jóvenes”, que ya va por su segunda edición.
Con el objetivo de trasladar la temática a la coyuntura argentina, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) organizó, junto a la Federación de Escuelas Judías de la República Argentina (FEJA), una charla virtual con el sociólogo especializado en conflicto social, diferencia cultural y racismo, docente e investigador que, a pesar de vivir en Francia, habla español con mucha fluidez.
El evento se anunció a través de las redes sociales de la DAIA y comenzó las 17 horas puntual. Tras una cálida bienvenida de parte del presidente de la Institución, Jorge Knoblovits, tomó la palabra el presidente de FEJA, Gabriel Rojchman.
Ambos coincidieron en la importancia de este libro “como una herramienta pedagógica imprescindible para los jóvenes contra el antisemitismo y el discurso del odio”.
Marisa Braylan, directora del Centro de Estudios Sociales (CES) de la DAIA y autora del prólogo de la segunda edición de El antisemitismo explicado a los jóvenes, también destacó el valor de la obra del sociólogo francés y contó que ya se distribuyeron más de diez mil ejemplares entre los alumnos de los colegios secundarios de la red judía argentina.
“El gran valor de este libro es que habla de una manera fácil sobre un tema difícil”, explicó en comunicación con Infobae minutos antes que comenzara el evento.
Según Braylan, a lo largo de las 127 páginas del libro, Michel Wieviorka perturba, deconstruye, inquieta, llama a la reflexión y al compromiso ético con los valores de la democracia. “Nos despierta de la indiferencia y del acostumbramiento; nos interpela como ciudadanos responsables capaces de generar transformaciones a favor de la inclusión y la paz”, sostiene.
Pasadas las 17.10 horas Michel Wieviorka apareció en pantalla. De fondo se ve una biblioteca repleta de libros y unos cuantos que quedaron por fuera y que se apilan su izquierda. El francés saludó a la audiencia y se disculpó por su español al que describió como “no tan bueno”. Aun así habló de corrido durante varios minutos para retomar la historia del antisemitismo y anclarla con la paradoja del “Gatopardismo”.
“No sé si vosotros conocen este concepto. Quiere decir que hay que cambiar todo para que nada cambie. El antisemitismo cambia siempre, pero sigue siendo el mismo fenómeno. Es global pero, al mismo tiempo, es diferente de un país a otro”, sostuvo.
En la charla, además, el sociólogo se mostró halagado con respecto a que su obra haya sido traducida al español y de interés para los adolescentes de nuestro país.
“Estamos en una era donde hay mucho individualismo y mucha necesidad de comunicar el máximo que se pueda. La gente quiere decir todo lo que se le viene a la cabeza sin control y eso es fácil con las redes sociales. Sin embargo, hay judíos que dicen: ‘Si aceptamos que todos digan cualquier cosa, puede ser muy peligroso’. Entonces un nuevo discurso antisemita es que los judíos no aceptan la libertad de expresión”, ejemplificó Wieviorka.
Hacia el final de la charla, Braylan volvió a tomar la palabra y compartió un fragmento de un texto “Los amnésicos” de la escritora franco-alemana Geraldine Schwarz. “Creyendo que ceder en las pequeñas cosas no tiene consecuencias, todo acaba por acumularse. Una ramita tras otra. Un compromiso tras otro. Es fácil encontrarse en el cruce de caminos entre el bien el mal. Se acepta, se acepta, se cede a uno mismo, se olvida el hombre que se ha sido, el hombre que se debería ser. Uno se considera espectador cuando ya es protagonista. Y de manera natural se acepta lo irreparable”.
Antes de finalizar la jornada, José Hercman ex presidente de la DAIA agradeció a los allí presentes y propuso agregar “una cuota de humor” al tema. “En Argentina hay un reconocido humorista que se llama Alejandro Borensztein. Hace poco, en una de sus columnas, Borensztein dijo que Israel debería inventar una vacuna contra la imbecilidad para así evitar que siga existiendo el antisemitismo”, apuntó para luego dejar la despedida en manos del actual dirigente de la institución.
“No hay manera de abandonar la lucha contra el antisemitismo. Es imposible. Las noticias todos los días nos convocan a pensar que tenemos una batalla que nos impide relajarnos y que exige mayores esfuerzos que antes. Por eso hay que trasmitir las enseñanzas de la Shoá para arriba y para abajo. Esa es nuestra misión. Gracias por acompañar esta presentación”, se despidió el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits.
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