Compró pasajes y viajó por el mundo. Paseó mientras también vendía tickets, convertido en un promotor turístico. Sus aventuras duraron poco porque todo tiene un final: ahora está a punto de ir a juicio oral, acusado de haber estafado en casi cinco millones de pesos a Aerolíneas Argentinas, junto a distintas agencias de viajes. Los pasajes eran comprados con tarjetas que no eran suyas.
El protagonista de esta historia se llama Andrés Castillo Pinzón, un colombiano que vive en Escobar. Según el dictamen al que accedió Infobae, el fiscal Carlos Rívolo lo acusa de haber comprado 151 pasajes aéreos, a través de la empresa Aerolíneas Argentinas, entre abril de 2012 y junio de 2013, “mediante el uso de tarjetas de crédito que no le pertenecían y sin la autorización de sus respectivos titulares”. Fueron solo por esos pasajes $889.524,69 y U$S3.127,78. Por la aerolínea aludida, el daño patrimonial se le provocó al Estado.
Pero esa no fue el único delito que se habría cometido. Castillo Pinzón también fue acusado de haber comprado en marzo y abril de 2015, a través de sitio web de la firma ASATEJ SRL (www.almundo.com), dos pasajes por casi 50 mil pesos, también con tarjetas de las que no era el dueño. Al año siguiente, volvió a reincidir en la mecánica. Una vez más compró un pasaje en Aerolíneas Argentina con una tarjeta de crédito para la que no estaba autorizado.
El delito por el que van a juzgarlo es “defraudación mediante el uso no autorizado de datos de tarjetas de crédito”, agravados por haber sido cometidos en perjuicio de la administración pública nacional.
Todo fue advertido por el Sector Medios de Pago y Gestión de Riesgo de Aerolíneas Argentinas, el área encargado de prevenir fraudes y cobrar deudas generadas. Según declaró el jefe del área en la causa, anualmente el promedio de operaciones de compras de pasajes desconocidas por titulares de tarjetas de crédito, ronda entre el 0,5% y el 1% de la venta total de la compañía. En plata: un millón de dólares. Por eso, cuando se detecta una operación que podría ser un fraude, la empresa hace un seguimiento para encontrar patrones en común.
Fue entonces cuando aparecieron casi 500 operaciones sospechosas que tenían un factor común. Los mails de contacto eran elkinpinzon@hotmail.com y elkincastillo@live.com. A través de las direcciones IP, la misma persona había comprado pasajes desde otros mails, entre ellos el de ganador1212@hotmail.com.
Cruzando datos se encontraron las denuncias de varios pasajeros perjudicados: contaban que le habían comprado pasajes a Elkin Andrés Castillo Pinzón, que tenía una agencia de viajes en la calle Sarmiento al 1800, en la zona de Congreso.
El responsable de Aerolíneas agregó que “constatamos que esta persona se encontraba registrada en el sistema, por haber viajado, en su momento, a través de Aerolíneas Argentinas y que, posiblemente, en la actualidad sería titular de tres documentos de identidad argentinos. Para sintetizar, esta persona sería agente de viajes y vendería pasajes aéreos a distintos clientes, que son adquiridos a través del sitio web de Aerolíneas Argentinas, utilizando tarjetas de crédito de terceros, que no autorizaban tales operaciones”.
El propio Castillo Pinzón viajó en ocho oportunidades, mediante pasajes comprados con la misma modalidad, según dijo Aerolíneas.
Pero no fueron los únicos. Según se verificó, dos personas denunciaron que le dieron al agente de viajes sus tarjetas de crédito para que les comprara pasajes. Castillo Pinzón lo compró, pero a nombre suyo y después los usó. Por eso las víctimas lo denunciaron y la firma Almundo tuvo que afrontar la pérdida, señala la causa.
Otra mujer compró varios pasajes a la agencia desde Medellín, Colombia, varios pasajes de ida y vuelta para ofrecérselo a turistas. Hubo problemas y cuando la mujer llamó la agencia, la respuesta de la empleada fue que “estaba poniendo la cara frente a todos los clientes” porque Castillo Pinzón “había cagado a varios vendedores”.
Con todo eso, el acusado fue llamado a indagatoria, donde negó las acusaciones y rechazó la primera prueba por la cual se había llegado a él: los correos electrónicos. Explicó que trabajaba como “guía turístico y traductor de inglés” en las ciudades de Posadas y Puerto Iguazú, aclaró que había estudiado turismo y hotelería y que tenía varios cursos en Brasil y España. Fue en 2013 cuando vio la oportunidad de tener su propia agencia.
En marzo pasado, volvió a declarar. Apuntó que si lo iban a acusar las pruebas tenían que ser “concretas, indubitadas, legales y precisas, y que se estaba violando el principio de inocencia”. Y aunque admitió que si bien se había creado desde su IP los correos electrónicos, no había sido él quien lo hizo.
En su presentación ante el juez Julián Ercolini, el fiscal entendió que el caso debía ir a juicio. “Cada una de las maniobras denunciadas le permitieron a Elkin Castillo Pinzón viajar y/o comercializar pasajes, por Aerolíneas Argentinas S.A., sin tener que abonar los tickets, dado que siempre efectuó el pago de los mismos con datos de tarjetas de crédito que, luego, registraron un desconocimiento de tales consumos. Se verifica, entonces, la obtención mediante una maniobra ardidosa, de un beneficio patrimonial indebido para el imputado, y el consecuente perjuicio patrimonial para terceros”, se añadió.
“El análisis del perjuicio económico efectivamente padecido puntualmente por Aerolíneas Argentinas me permite afirmar que la defraudación llevada adelante, en forma reiterada, debe ser considerada agravada por haber sido cometida en perjuicio de la Administración Pública”, se añadió.
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