“En todo el país, estés donde estés”, indica el flyer que invita a sumarse mañana, martes 25 de Mayo al mediodía, a una cadena de oración por el fin de la Pandemia. La iniciativa llega de la mano de los fieles de las más de 15.000 iglesias que integran la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina que, movilizados por el dolor de las innumerables pérdidas de vidas y la creciente ola de contagios proponen un rezo masivo “por la sanidad de los enfermos y el consuelo para las familias que perdieron seres queridos”.
También por la difícil situación económica y social que afecta a millones de argentinos.
La idea -explica el pastor Rubén Proietti, titular de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA)- es dejar lo que estemos haciendo a las 12 del mediodía y dedicar nuestra petición a Dios. “Queremos que llegue como una sola voz estruendosa la súplica de los argentinos que amamos a Dios y a las personas”, señaló
“Cada compatriota que profesa la fe en Jesucristo transita estos días con la convicción de un compromiso inquebrantable en velar por el otro, por nuestro prójimo, en pos de suplir necesidades. El accionar de las iglesias evangélicas se visibiliza en cada rincón del territorio nacional: sumando camas, preparando viandas, acondicionando gimnasios y templos, para que allí se alojen los casos más leves y puedan así estar cómodos y bien atendidos”, dice Proietti.
En sintonía, desde la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Ojea grabó un un mensaje de unión en las vísperas del 25 de mayo.
“Celebramos el Día de la Patria en un tiempo duro, doloroso y difícil. Hace algunos días conversaba con amigos sobre la experiencia humana de las treguas en las guerras, buscamos en internet; allí me encontré con la tregua dada en la guerra del ’14 entre franceses y alemanes”, arranca el Obispo de la Diócesis de San Isidro en el video que dura poco más de tres minutos.
Y sigue: “Notable es la ‘tregua de Navidad’, que es pactada por las segundas líneas; una necesidad del corazón de tener un día de solaz, hasta jugaron al fútbol y después volvieron a la trinchera. Pensé: ‘Qué capacidad de la naturaleza humana el poder, en un momento tremendo como es una guerra, hacer un paréntesis’. Después encontré otro ejemplo, los alemanes avanzando hacia Rusia en el año ’16, en la zona de Lituania, en la zona de Bielorrusia, estaban en la trinchera cuando fueron atacados por una gran manada de lobos que, atraídos por los cadáveres, se cebaron y comenzaron a atacar a los soldados de ambos bandos. Entonces los capitanes convinieron en primero terminar con la jauría de lobos y luego volver a la trinchera. Había un peligro mayor que los llevó a hacer una tregua. Volví a pensar: ‘Qué maravilla la naturaleza humana en ese poder ver aquello que es prioridad’”.
“Qué bueno sería en nuestra Patria que pudiéramos darnos una tregua en medio de nuestras diferencias, de nuestras distintas maneras de sentir, de pensar, de ver, de opinar, de enojarnos, de agredirnos; que pudiéramos nosotros hacer un tregua mirando aquello que es lo más importante en este momento, como ayudarnos a superar esta enfermedad. Tenemos que estar juntos porque si estamos juntos vamos a poder enfrentar mejor este momento”, sostuvo Ojea.
Hacia el final de su mensaje para el Día de la Patria, agregó: “Le pedimos al Señor por nuestra Patria, le pedimos que la cuide; le pedimos a la Virgen, la Madre de nuestra Patria, que la cuide, especialmente en este momento tan difícil, que nos ayude a convivir mejor en este momento de dolor”.
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