El devenir del viernes entregó un sinfín de imágenes caóticas en lo que respecta al tránsito de la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Desde temprano, los acceso al territorio porteño se vieron colapsados y sus principales avenidas y autopistas presentaron reiterados congestionamientos que afectó a la circulación de los automóviles durante toda la jornada.
Las lluvias -que por momentos se volvieron intensas- perjudicaron el panorama de un día en el que gran parte de los ciudadanos que habitan el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) buscaron regresar a sus hogares para resguardarse y acatar allí los nueve días de confinamiento que decretó el gobierno nacional, los comenzarán a regir a partir de esta medianoche.
Los principales egresos de la Capital Federal hacia el conurbano bonaerense y las avenidas porteñas también registraron esta tarde un gran caudal vehicular. Pasadas las 17, y a pocas horas del inicio de las nuevas medidas de restricción a la circulación, todas las arterias se distinguieron paralizadas.
Desde el gobierno de la Ciudad informaron que la Avenida General Paz y la Autopista Illia, en sentido al norte, y el Acceso Oeste eran las principales vías de salida que mostraban los mayores congestionamientos vehiculares. Luego de las 20, el tránsito también se intensificó en el Puenta La Noria, en Panamericana (sentido al norte) y el Puente Pueyrredón, también sentido a provincia.
Las autopistas Perito Moreno, 25 de Mayo y Dellepiane no exhibieron un panorama diferente: todas entregaron imágenes que tenían como denominador común la desesperación por volver a casa y embotellamientos que permitían circular a paso de hombre.
“Sigue el mal tiempo en la Ciudad: mantener distancia entre vehículos, luces bajas encendidas y respetar las velocidades máximas”, indicaron desde la secretaría de Transporte porteña. La situación no repercutió en el transporte público, dado que el premetro y todas las líneas de subte funcionaron a horario. De todas maneras sí perjudicó las salidas de la Ciudad y sus avenidas más cercanas a estos egresos, las cuales aún se encuentran colapsadas.
A partir de esta noche, parte del equipo que trabaja en las calles porteñas se abocará a garantizar que se respeten las medidas relacionadas a la circulación de las personas. Desde el gobierno de la Ciudad remarcaron que reforzarán los controles en los centros de trasbordo y en los accesos al subte. En cuanto al tránsito, en los accesos y agresos habrá controles para detectar si las personas poseen permisos y si sus actividades son esenciales o no para realizar dicho viaje. De los 127 puntos de accesos y egresos que hay en la Ciudad, 71 quedarán cerrados.
Desde la medianoche solo quedarán liberados unos 56 para el uso de trabajadores esenciales; al tiempo que habrá controles en esos accesos que estarán a cargo de las fuerzas de seguridad.
En la provincia de Buenos Aires se especulaba con que muchas personas podrían viajar esta tarde a la Costa Atlántica y generar de esa manera aglomeraciones y obstrucciones en las rutas que permiten llegar a los balnearios. Sin embargo, pasadas las 20.30, Autopistas de Buenos Aires S.A. (AUBASA) detalló que “en el sistema vial integrado del Atlántico se registra un tránsito sin demoras en ambos sentidos de circulación”.
Para evitar estos viajes a quienes no lo hagan por trabajo o alguna actividad esencial, de 20 a 6 habrá controles vehículares a la altura de Hudson, también en ambos sentidos de circulación.
Las autoridades de las áreas de Seguridad y Transporte de nación, la ciudad y la provincia de Buenos Aires comenzaron a delinear una serie de dispositivos que tendrán un principal objetivo: intensificar los controles para que se cumplan estas medidas impuestas ante el avance de la segunda ola de coronavirus.
Fotos: Franco Fafasuli
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