Una mujer de Coronel Suárez murió infectada por rabia y se convirtió en el primer caso fatal en el país en los últimos 13 años

Zaira Del Giorgio, de 33 años, era policía la ciudad bonaerense y en marzo había sido mordida por un gato callejero. El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires confirmó el contagio y desplegó un operativo de control y testeo entre los animales de la zona

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Zaira Del Giorgio tenía 33
Zaira Del Giorgio tenía 33 años

Una mujer de 33 años, madre de dos niños de la ciudad de Coronel Suárez, murió como producto de un cuadro de rabia humana, y se convirtió en el primer caso mortal de una persona contagiada por esa enfermedad en el país en los últimos 13 años.

Zaira Jaqueline Del Giorgio, quien se desarrollaba como sargento de la Comisaría 1ª de Coronel Suárez, perdió la vida el último 13 de mayo después de dos meses de problemas de salud y de atravesar las últimas cuatro semanas internada en el Hospital Municipal Raúl Caccavo por una encefalitis aguda.

El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires confirmó que, de acuerdo a muestras tomadas al cuerpo durante la autopsia, la muerte se produjo por contagio de rabia. Durante la incubación de la enfermedad, se habían enviado muestras del líquido cefalorraquídeo, saliva y una biopsia de piel a los Institutos Malbrán y Pasteur

Así, este caso representó la primera muerte humana por rabia en los últimos 13 años en la Argentina. Hasta el momento, el último episodio similar había sido el fallecimiento de un niño de 8 años que fue mordido por un perro en Jujuy en el 2008.

Del Giorgio tenía una hija
Del Giorgio tenía una hija de cinco años y un hijo de dos

Según le aseguraron a Infobae desde el entorno de la sargento fallecida, Del Giorgio sufrió la mordedura de un gato callejero a mediados de marzo. Tras no acudir a un centro de salud para recibir la vacuna correspondiente, los primeros síntomas aparecieron recién al cabo de unas semanas.

Así, el 18 de abril, la policía se presentó en el hospital Municipal de la Ciudad con un cuadro de inmovilidad en sus brazos e hipersensibilidad. Después de que se iniciaran los estudios, la mujer regresó a su casa junto a su marido Diego y a sus dos hijos: una niña de 5 años y un niño de 2.

Sin embargo, con el pasar de los días, los diversos síntomas se multiplicaron y el cuadro de salud se agravó. El propio Ministerio de Salud provincial informó que Del Giorgio padeció “otros síntomas, llegando al estado de coma”. Los medios locales informaron luego que los síntomas nuevos habían sido excitación psicomotriz, cefalea, fotofobia, alteración sensorial y midriasis (dilatación de las pupilas de los ojos).

La mujer de 33 años
La mujer de 33 años había ingresado a las fuerzas policiales de Coronel Suárez en el 2014. En la imagen, junto a su madre

Ya internada en el hospital municipal, la policía había sido diagnosticada con una encefalitis severa. Fue recién durante esa internación que Diego, el marido, informó a los especialistas médicos sobre la mordida del gato feral a mediados de marzo.

La madre de Georgina quedó al cuidado de los dos hijos porque el marido tiene que seguir yendo a trabajar todos los días. Ellos dos fueron los que siguieron más de cerca el caso. Están hechos bolsa. No pueden creer que haya pasado algo así”, le aseguró a Infobae una persona muy cercana a la familia Del Giorgio.

Zaira Del Giorgio había entrado a la fuerza policial de Coronel Suárez en 2014, con 26 años. En ese momento, su madre, quien la crió en soledad y le dio su apellido, le escribió en las redes sociales: “Hija, hoy doy las gracias a Dios y a las personas que ayudaron y estuvieron a nuestro lado, acompañándonos día tras día (...) Me llenás de orgullo, vi y viví a tu lado todo el empeño, el esfuerzo y sufrimiento que pasaste. Hoy da sus frutos, cumpliste tu sueño y lograste tu objetivo. Y ahí estás, hecha y derecha (...) Te felicito y te deseo mucho éxito en esta nueva etapa de la vida”.

A su vez, una de sus tías escribió en las redes sociales, después del fallecimiento: “Todavía sigo sin entender por qué partiste tan pronto, mí Zairita. Tengo el corazón roto, volá alto chiquita. Siempre en mí”.

Asimismo, desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires se informó que desde la confirmación del caso positivo se desplegó en Coronel Suárez un operativo de “vigilancia epidemiológica, prevención y control de foco”. La cartera sanitaria provincial informó que se vacunó ya a 1.417 animales en la zona y que, por el momento, no se identificaron nuevos focos en los animales silvestres analizados.

Imagen de archivo. Los especialistas
Imagen de archivo. Los especialistas reforzaron la recomendación de una domesticación responsable de los animales (Christoph Schmidt/dpa)

Durante el proceso de control participaron representantes del SENASA, veterinarios del ámbito privado, enviados del Distrito 12 del CVPBA y ciudadanos de Coronel Suárez, junto al apoyo de representantes de la Región Sanitaria 1, Zoonosis Rurales y Zoonosis Urbanas del Ministerio de Salud de la provincia.

Además, se destacó la recomendación a todas las personas de aplicarse la vacuna contra la rabia, así como la importancia de acudir a un centro de salud después de ser mordido o atacado por un animal desconocido.

En tanto, también se le pide a los cuidadores de mascotas una tenencia responsable de las mismas, con la aplicación de las vacunas obligatorias a los animales al tiempo debido.

El virus de la rabia
El virus de la rabia afecta al sistema nervioso central

La rabia es una enfermedad zoonótica causada por un virus transmitido a través de la saliva de animales infectados. En general, puede afectar a perros y gatos, entre los domésticos, aunque también ataca a animales silvestres como zorrillos, murciélagos y zorros. Generalmente, el contagio se produce por mordidas o arañazos.

El período de incubación entre los humanos puede variar entre los dos meses hasta más de un año y el primer cuadro habitual que produce su contagio es el de una encefalomielitis aguda. Una vez que la enfermedad avanza, aparecen hiperexcitabilidad creciente, fiebre, delirios, espasmos musculares involuntarios, convulsiones y trastornos cardiorrespiratorios.

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