El miércoles 5 de agosto de 2020 el Ministerio de Defensa de La Nación dictó la resolución 255/2020. Ordenaba una serie de modificaciones en la enseñanza de los nueve Liceos Militares del país: un módulo educativo que se había intentado reformar en 2007 y 2010, bajo gobiernos kirchneristas durante la gestión de Nilda Garré como ministra de Defensa. Las propuestas inmersas en el dictamen despertaron la inquietud de distintos actores de la comunidad educativa militar: autoridades, presidentes de asociaciones de ex cadetes y egresados con predominancia en la sociedad civil calificaron que las modificaciones en la currícula “intentan socavar la esencia militar, desalentar la formación de nuevos oficiales y desarticular la presencia de los graduados en el ámbito público”.
Hablan de un intento de desnaturalización de los objetivos y las enseñanzas de estos institutos, de una maniobra de desmilitarización de la población, amén de un sesgo ideológico. Manifestaron sus reparos y objeciones a determinados puntos en el plan de renovación educativa conocido como “Plan Pedagógico 2030”: los cambios más criticados son la incorporación de los nueve Liceos Militares a la órbita de la Universidad de la Defensa Nacional, un organismo dependiente del Ministerio de Defensa, la desafectación del concepto de reservistas y la suspensión de las prácticas de tiro tradicionales.
Ante este escenario de confrontación, el Ministerio de Defensa convocó a Jornadas Pedagógicas con el propósito de dar participación a padres, cadetes, directivos, representantes gremiales, docentes y egresados a fin de escuchar los pareceres de la comunidad educativa sobre los puntos en discusión. “La temática es amplia -dicen-. Abarca desde la instrucción militar, la práctica de tiro, el uso de armas, el egreso como Oficiales de Reserva, la currícula educativa, la dependencia de la Universidad de la defensa Nacional -UNDEF-, el Régimen Disciplina y Convivencia, la jerarquización docente y el financiamiento de dichas instituciones educativas”.
“Los egresados de los Liceos Militares pasarán a integrar la reserva como establecen las Leyes Nº 24.429, 24.948 y 19.101 y sus modificatorias, permaneciendo fuera del servicio activo, en el grado que ya otorga la Fuerza, cuando su aptitud e instrucción militar satisfagan las competencias exigidas para cada caso, sin responsabilidad operacional alguna hasta tanto se aprueba la Ley de Reserva”, dice el artículo 6 de la norma.
Los egresados de los distintos Liceos se convierten, automáticamente, en oficiales de reserva. Se gradúan con el rango de alférez en la Fuerza Aérea, guardiamarina en la Marina y subteniente en el Ejército, y pasan a formar parte de las reservas de las Fuerzas Armadas del país, en disponibilidad de ser llamados para cumplir tareas y desempeñarse en diversas áreas ante eventuales procesos. Con esta nueva disposición, el carácter de los reservistas queda suspendido y condicionado hasta la promulgación de la Ley de Reserva, aún en formulación sin un horizonte claro sobre su regulación.
“Los cadetes de los Liceos pertenecientes a 1º y 2º año de los Liceos Militares solamente podrán recibir conocimientos teóricos sobre el uso de armas, mientras que los de 3º año y superiores de los Liceos Militares realizarán práctica de tiro en simuladores”, define el artículo 7. La práctica de tiro con arma de fuego quedaría restringida de promulgarse la medida sin cambios. Los voceros de los Liceos consideran que el ejercicio comprende la formación básica de los cadetes: asumen la reforma como una medida prohibitiva desde el punto de vista presupuestario porque el costo de los simuladores afectaría ampliamente la partida.
Las jornadas pedagógicas comenzaron en abril de este año. Concluirán durante el transcurso de junio. Consisten en cuatro reuniones presenciales y virtuales en base a un temario propuesto por el Ministerio de Defensa. La comunidad opina y cada uno de los nueve institutos formulará un acta de respuesta que elevará a las autoridades: la primera instancia es la dirección de educación preuniversitaria y luego ingresa a la órbita del ministerio.
Si bien no son jornadas vinculantes, estiman que habrá un consenso en las rectificaciones del plan pedagógico acotado a que no se altere la esencia de la disciplina militar y desean que sirva de guía y de fuente de inspiración para la formulación de la resolución final.
El director nacional de Formación del Ministerio de Defensa, Sergio Eissa, adelantó en una entrevista publicada en Infobae en septiembre de 2020 la naturaleza del dictamen y de estos encuentros: “Los Liceos no se van a cerrar y no hay ningún plan oculto que se desprenda de esta resolución. Tampoco se va a desnaturalizar su rol como instituciones que forman las reservas porque eso está en la Ley 19.101, que no se va a modificar. La resolución convoca a una jornada pedagógica como se hace en todas las instituciones educativas que se va a realizar en cada Liceo con la participación de los padres, los docentes, los graduados, donde se va a evaluar la calidad de la enseñanza y de los planes de estudios. Ellos propondrán cambios o no. Luego nos juntaremos con la Dirección General de Educación de las Fuerzas Armadas para ver cuáles son las propuestas que hizo cada comunidad educativa, pero en ningún caso se va a modificar la esencia”.
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