Salvador Valente tiene 54 años y lleva más de la mitad de su vida trabajando en el Cementerio Municipal de Morón. Hijo y nieto de empleados del sector funerario, Valente heredó la profesión y comenzó a trabajar en el rubro en 1989, cuando apenas tenía 22 años. Actualmente, cuenta a Infobae, se dedica a las tareas de limpieza y mantenimiento de cuidado de bóvedas.
En sus décadas de trayectoria, Valente creyó haberlo visto todo. Sin embargo, dice, hay un antes y después del COVID-19. “La Pandemia se llevó puesto el rito funerario. De velorios multitudinarios pasamos a un máximo de dos personas. Por tal motivo, muchas familias empezaron a optar por los servicios de cremación y dejaron de lado los entierros en los cementerios”, apunta Valente.
Además de empleado, Valente es Secretario General del Sindicato del Sindicato de Obreros y Empleados de los Cementerios, Cocherías y Crematorios de la República Argentina (S.O.E.C.C.C.R.A). Por su cargo, se convirtió en la voz cantante de los trabajadores que le exigen al Ministerio de Salud que se los incorpore al Plan Estratégico de Vacunación Nacional.
“Nosotros venimos trabajando desde el inicio de la pandemia: se nos declaró como ‘esenciales’, pero nunca fuimos incluidos en el plan de vacunación que lanzó el Gobierno. Al día de hoy, de los diez mil empleados que están afiliados al gremio, tres mil contrajeron coronavirus. Es decir, un 30 por ciento”, apunta Valente que, desde hace más de una semana, pasó a integrar ese porcentaje de infectados COVID-19.
“Tuve fiebre, pero gracias a Dios no pasó a mayores”, cuenta desde su casa en Morón, donde permanece aislado, en una habitación, separado de su mujer y sus tres hijas.
El reclamo de los empleados de los cementerios, cocherías y crematorios comenzó a principios de enero de 2021 con una carta al, por aquel entonces, Ministro de Salud Ginés González García. “Esta no es una petición antojadiza. Muchos de nuestros compañeros han tenido que afrontar la enfermedad por el contagio que se produjo en su lugar de trabajo”, argumentaba parte del texto.
La devolución de la cartera sanitaria no fue la esperada. “Nos dijeron que la prioridad la tenía el personal de salud y que luego nos tendrían en cuenta, a medida que hubiera disponibilidad de vacunas. Pero al día de hoy no tenemos respuestas y los empleados manipulan los cuerpos de las personas fallecidas por coronavirus y, además, tratan con sus familiares. El riesgo de contagio es altísimo”, dice Valente y enseguida ejemplifica.
“Parte de nuestro trabajo consiste en ir a buscar a los difuntos a las clínicas u hospitales donde, muchas veces, no especifican por qué mueren. Hay un ‘período ventana’ (desde que una persona se infecta de coronavirus hasta que se obtienen los resultados del hisopado) que muchos pacientes no terminan de atravesar porque fallecen. Al momento de retirarlos, nosotros desconocemos si padecen o no la enfermedad y ahí hay un riesgo. No solo para personal de cochería y de salas velatorias, sino personal de cementerios y de los crematorios”, apunta.
En este contexto, el pasado 26 de abril, S.O.E.C.C.C.R.A presentó ante el Ministerio de Trabajo una medida de fuerza para el día 30 de dicho mes, que consistía en no retirar de los hospitales, clínicas y morgues de todo el país los cuerpos de los fallecidos por COVID-19.
“Después de que se efectivizó el pedido, nos convocaron para negociar los días martes 11 y miércoles 12 de mayo. Vamos a realizar las negociaciones correspondientes, pero, si no hay acuerdo, haremos efectiva la medida de fuerza”, explica el Secretario Gremial a este medio acerca de las reuniones que mantendrán durante hoy y mañana.
Aunque desde el Sindicato no creen que haya una mala intención de parte del Gobierno, necesitan que su reclamo sea tenido en cuenta. De hecho, en algunas ciudades y provincias, trabajadores de cementerios, cocherías y crematorios ya fueron vacunados. Tal es el caso de Chivilcoy, Puerto Madryn, Cipolletti, Córdoba, Salta, San Juan, Misiones, Mendoza y Tucumán. “Pero en el AMBA, donde abundan los casos, es donde más riesgo hay y por eso insistimos”, dice Valente.
“Estamos agotados. Además de aumentar la cantidad de fallecidos, los servicios demoran el doble de tiempo porque hay que aplicar los protocolos (entre ellos, sanitizar el ataúd y los vehículos donde se los traslada, y colocarse todos los elementos de protección personal)”, apunta Valente y trae a colación un recuerdo del inicio de la Pandemia.
“Fue un sábado de marzo de 2020. Me llaman desde Mar del Plata para decirme que había que cremar a un fallecido por coronavirus y que tenían miedo”, cuenta.
A un año y dos meses de ese episodio, dice Valente, y aun trabajando con todos los equipos de protección personal y tomando todas las medidas de seguridad, “el miedo persiste”. “Confiamos en que el Ministerio de Salud tome nota de nuestro pedido y empiecen a vacunarnos pronto”, se despide Valente.
EL PEDIO DE S.O.E.C.C.C.R.A AL MINISTERIO DE SALUD
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