Los chóferes autoconvocados que la semana pasada cortaron la Autopista del Oeste y Ruta 23, volvieron este martes temprano a protestar en el lugar. Llegaron con la intención de interrumpir el tránsito pero se encontraron con un fuerte operativo de Gendarmería. Sin embargo, luego de una maniobra de distracción, burlaron la presencia de los efectivos y finalmente lograron bloquear nuevamente ese acceso a la Ciudad de Buenos Aires.
Al principio, la gran presencia policial hizo desistir la actitud de los choferes, aunque prendieron fuego gomas sobre la ruta 23 y hay mucho humo en el lugar. Luego de esta acción, un grupo de los manifestantes rodeó a la efectivos, se trasladó hasta la ruta 25 y cruzó por debajo de uno de los puentes, para luego subieron –del otro lada– a la autopista.
En estos momentos, los manifestantes cortan parcialmente la mano en sentido a la Ciudad de Buenos Aires. Del otro lado, en la mano hacia Provincia, quedaron los 500 efectivos de Gendarmería. Solo está habilitado un carril, aunque es inminente el bloque total de la autopista.
El reclamo de los colectiveros lleva varias semanas y tiene dividido al sindicato de la UTA. El debate está entre dos ejes centrales. Por un lado, están pidiendo mejoras salariales (un básico de $100.000) y paritarias ante la inflación. Por el otro, piden ser vacunados en grupos prioritarios ya que son trabajadores esenciales que se encuentran en la calle.
A esto se le suma el pedido de “una obra social digna” para todos los choferes y los mecánicos tengan una equiparación salarial con los que manejan los colectivos.
Pasadas las 10 de la mañana, otro grupo de choferes autoconvocados se acercaron hasta el Puente Pueyrredón, y bloqueaban el tránsito en la subida de Avenida Mitre, sentido a la Ciudad de Buenos Aires. La manifestación provocaba importantes demoras en el tránsito y la bronca de los automovilistas.
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