Francia devolverá a la Argentina los restos de un tehuelche que se exhibían en un museo

Se los expuso en una sala de París hasta 2009, pero el país europeo aceptó restituirlos a sus descendientes

Guardar
Los restos del tehuelche Liempichún Sakamata (Télam)
Los restos del tehuelche Liempichún Sakamata (Télam)

Francia aceptó restituir a sus descendientes los restos del tehuelche Liempichún Sakamata que integraban la colección del Museo del Hombre de París, donde estuvo exhibido hasta 2009.

El esqueleto del tehuelche recaló en ese museo luego de que en 1896 el conde Henry de la Vaulx profanara su tumba y se llevara a Francia el esqueleto y su ajuar funerario, compuesto por un estribo, pendientes y monedas de plata, entre otras pertenencias.

En aquel viaje del conde por el sur de Argentina, del 1º de marzo de 1896 al 24 de julio de 1897, se llevó unos 1.400 objetos entre minerales, metales, cerámicas, insectos, esqueletos de mamíferos y una importante “colección” de restos humanos de las comunidades originarias de la región. De esta forma, De la Vaulx envió a su país los restos humanos y los objetos en 29 cajas con un peso total de 1.371 kilos.

El antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Fernando Miguel Pepe, quien desde 2015 acompañó el reclamo de la comunidad tehuelche Liempichún Sakamata, del Paraje Payagniyeo, expresó a la agencia Télam: “Hemos dado un paso muy importante en la reparación histórica a nuestras comunidades”.

”Nos confirmaron del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia que los restos serán restituidos por ley, pero hasta tanto se promulgue esa ley los restos de Sakamata ya pueden viajar hacia la Argentina para esperar el final del proceso burocrático en nuestro país”, confirmó Pepe.

El experto destacó que la aceptación por parte del Estado francés de restituir a Sakamata “se da luego de que el vicecanciller argentino Pablo Tettamanti, durante la XI Reunión de Consultas Políticas entre Argentina y Francia, solicitara a Francia que adoptara pronto los pasos legales necesarios para lograr la restitución de los restos de Sakamata-Liempichún”.

”Contamos con el apoyo total de la presidenta del INAI, Magdalena Odarda, pero este triunfo se da principalmente por la fuerza de las comunidades originarias, las cuales nunca se rindieron entendiendo que es un derecho humano universal el poder dar sepultura a sus ancestros como dicta su cosmovisión”, remarcó Pepe.

“Estamos ultimando los detalles de la entrega con la esperanza de que este año Liempichúm finalmente regrese a su territorio, de donde nunca tendría que haber salido”, concluyó.

El Museo del Hombre de París, donde los restos estuvieron exhibidos hasta 2009
El Museo del Hombre de París, donde los restos estuvieron exhibidos hasta 2009

Quien localizó en París los restos del tehcuelche fue el historiador argentino Julio Vezub. Luego de su hallazgo, decidió informarle de inmediato a Ángel Ñanco Sakamata, al igual que él vecino de Puerto Madryn, jefe de la comunidad mapuche-tehuelche y pariente de los Liempichún. A partir de ahí, comenzó a gestionarse el pedido oficial al gobierno francés para que devuelva al país los restos del aborigen argentino.

Apoyados por un grupo de antropólogos, las comunidades Liempichún y Sakamata enviaron, incluso, una carta al papa Francisco en la que le solicitaron su intervención para que el cráneo de su antepasado les sea restituido.

“En esa época consideraban importante obtener esqueletos y cráneos para poder clasificar y desarrollar la teoría de la evolución humana”, explicó Vezub al diario El País de España. “La Vaulx recorrió más de 5.000 kilómetros de la Patagonia relevando paisajes, rocas, plantas, animales y humanos, para lo cual se contactó con las distintas comunidades mapuches y tehuelches de esa región”, agregó.

Liempichún no fue un cacique, sino sobrino de quien llegó a dominar a fines del siglo XIX un vasto territorio entre el sur de Chubut y el norte de Santa Cruz. “Era hijo de Antonio Liempichún y sobrino del cacique Juan Sakamata. No sabemos cuál era su nombre cristiano, si es que lo tuvo, ni de qué murió, pero sí que medía más de dos metros de alto y acababa de ser enterrado en el paraje Choique Nilahue cuando profanaron su tumba”, explicaron voceros de la comunidad aborigen.

El antecedente inmediato a esta restitución, que sentó un importante precedente, se dio en julio del 2020 cuando Francia devolvió 24 cráneos de argelinos que habían sido asesinados durante la batalla en la que pelearon contra el general francés Émile Herbillon en 1849.

Asimismo, en Argentina, el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata restituyó en junio de 2019 los restos de seis aborígenes a la Comunidad Cacique General de las Pampas Cipriano Catriel de Azul. La decisión se tomó en el marco de una política de atención a los reclamos de las comunidades originarias y como una reivindicación de sus derechos.

Los restos habrían arribado al museo platense como parte de una colección donada a Francisco P. Moreno por Estanislao Zeballos en 1889. Sin embargo, los estudios que se llevaron a cabo no pudieron determinar su origen con precisión.

SEGUIR LEYENDO

Guardar