Los Abuelos de la Nada y el hit que nació por una mujer: “A veces me imagino/ Tu cara en la multitud/ Y digo/ Que ya no te necesito”

Chalaman tardó años en grabarse, pero cuando se conoció se convirtió en un éxito en radios y shows. La inspiración de Daniel Melingo, el día que se la mostró a Miguel Abuelo y cómo se convirtió en un tema de sentimientos encontrados: “Todos los tenemos, el amor y la indiferencia, el odio y la compasión, la valentía y el miedo”, sintetiza Melingo

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Los Abuelos de la Nada en 1983
Los Abuelos de la Nada en 1983

En el amanecer de los 80 la zona de Santa Fe y Callao estaba repleta de estudios de grabación de todos los tamaños y formatos. En unos se grababan discos, en otros programas de radio y algunos se dedicaban a los avisos publicitarios. Obviamente, sus alrededores estaban plagados de jovencillos rebeldones que, escapando a la mediocridad reinante en esos años, se dedicaban a tales menesteres resignando dinero y horas de sueño atrás de una zanahoria de oro.

Recordábamos tardes atrás con Daniel Melingo esos días y en vano tratamos de precisar en cuál de todas esas escaleras que comunicaban unos antros con otros nos habíamos conocido. Rememoraba Melingo una entrada bastante fastuosa para lo que había adentro, en plena avenida, que albergaba en un primer piso dos estudios enfrentados, uno dedicado a los discos y el de enfrente a hacer programas de radio.

El de grabación estaba liderado por el leyenda viviente Mario Breuer, secundado de Alejandro Dones, se llamaba Del Jardín creo que porque atrás tenía un jardín. Fue el estudio donde se grabó lo mas brillante del rock argentino de la época, ese rock que derribo prejuicios y fronteras a besos y cachetazos condicionando toda la cultura existente hasta ese momento a su vanidosa joven mirada.

El de radio no sé si era el estudio de Julio Cepeda o el de Julio Moyano, dos nombres que brillan en la placa de la puerta de entrada a la historia grande de las radios FM más lindas de todas las que se han conocido hasta ahora.

Por allí frecuentaban los grandes: Charly García, Betty Elizalde, Spinetta, Lalo Mir, David Lebón, el Negro Albornoz y el Pato Parodi cruzándose con Miguel Abuelo. Una romería desorbitada y bien pensante a la que nosotros que veníamos atrás tratábamos con amor y respeto en cantidades iguales.

Daniel Melingo (Federico Kaplun)
Daniel Melingo (Federico Kaplun)

A la noche lo llamo al borde del colapso a Melingo porque necesitaba desatar mi cerebro que estaba bloqueado, inmóvil. Ansiaba una respuesta adecuada a mi dilema.

Le suena el teléfono a Dani...

-Hola, ¿Melingo? Si, estoy bien. Solamente esto decime: ¿pude haber escuchado Chalaman en un show de Escuela Científica Basilio, esa banda que tuviste con Andrés Calamaro?

Se sorprendió que me acordara de Escuela Cientifica Basilio porque jamás tocaron en vivo.

Es que esa pandilla liderada eventualmente por Miguel Zavaleta -e integrada por Daniel, Andrés, Pipo y las Bay Biscuits entre otros al mismo estilo- se la pasaba inventando bandas que podían pasar a la posteridad -como Los Twist o Suéter- o bien quedar en un par de ensayos y un show en algún olvidable tugurio como gran cosa.

Los Abuelos de la nada, Chalaman (en vivio, 1985)

Entre esas agrupaciones fantasmas estaban La Agrupación Parissi, la Ray Milland Band o Los Hispanoparlantes que creo eran un dúo que tocaba en el Parque Genovés integrado por Pipo y por Rafael Bini. el líder de la banda más cultosa de la música rock y pop Comida China.

De elegante manera me aclara Melingo que Chalaman la estrenaron en un recital del Ring Club. Fue un sábado a la noche en el Auditorio Kraft. Con el Turco Alé en la Galería del Este nos habíamos hecho medio fans del Ring Club y de otra banda que también había armado Zavaleta llamada Los Proxenetas Prófugos que una noche tocaron un solo tema durante casi media hora presentado como La bala dobló la esquina. Verlos era amarlos.

Ignoro la razón pero volví a escuchar Chalaman varios años después, ya en el teatro Ópera y en el apogeo de Los Abuelos de la Nada, hecha un hit radial y la memoria emotiva me jugó una mala pasada. Como siempre creí que había imaginado que la conocía, vaya a saber también uno por qué, hasta hace un tiempo que puse la canción en la radio y otro amigo me comenta que Melingo tocaba esa canción en la época de los Twist.

Los Abuelos de la Nada, Vasos y besos

Melingo dixit.

Chalaman me bajó de algún lado. Tuve buena suerte de estar parado justo ahí cuando cayó. Es del 81, antes de que conociera a Pipo Cipolatti y mucho antes de que Cachorro López me presentara a Miguel Abuelo. La canción me llego así y así la compuse. Sin pensar en el éxito, el dinero o ni siquiera en grabarla. No especulo con las canciones, si va a ser un hit o un fracaso. Yo la hago, la especulación mata a la creación. O cuando menos la condiciona bastante. Le mostré la canción a Miguel en la casa donde vivíamos nosotros y un montón más. Siempre estaba llena de gente esa casona de Villa Urquiza porque yo le conseguía trabajo a muchos músicos en la misma situación que nosotros. Pasa que yo era copista de partituras para la casa de música Ricordi, pagaban 25 centavos por hoja, así que cada tanto nos dedicábamos a eso mañana tarde y noche, todos ahí en esa casa”.

Miguel Zavaleta arma entonces el Ring Club. Era un espectáculo de rock perfomático que se exhibía los sábados a la noche en el Auditorio Kraft, un subsuelo habilitado en medio de una galería comercial de la calle Florida que fue el antecedente de lo que años mas tarde sería Cemento o el Marabu de Maipú y Corrientes. Quiero decir, esos lugares tan porteños que tienen parroquianos fieles que los llenan sin importar demasiado cuál es la atracción de esa noche. Total nunca subirían a ese escenario a ningún salame, no duraría ni medio minuto. El Ring Club, nombre aportado también por Daniel Melingo, eran Zavaleta, Daniel, las Bay Biscuits que integraban Fabiana Cantilo, Vivi Tellas, Diana Nylon, Isabel de Sebstian y Edith Kucher. Ellas del Ring Club pasarían a ser las coristas de Los Redondos de Ricota y de Charly García, por ejemplo.

También estaban Cachorro y Gringui Herrera entre otros. Es en esas noches del Ring Club que aparecen dos canciones que después serian hits de Los Abuelos de la Nada, Chalaman de Melingo y Tristeza de la ciudad de Gringui. Reggae en la más alta categoría de nuestra música popular. También es de esas noches Ritmo Colocado, un par de años mas tarde hit de Los Twist.

Los Abuelos de la Nada, Tristeza en la ciudad

Miguel Abuelo también era fan del Ring Club y es en uno de esos días que Zavaleta junta a Cachorro López con Melingo que Cachorro hace las presentaciones entre Abuelo y Melingo. Planetas alineados.

De esa mezcla de rock y circo aparecen Los Abuelos de la Nada, a Miguel y a Cachorro se suman Polo Corbella, Gustavo Bazterrica que estaba tocando con Charly, y Andrés Calamaro que había debutado unos meses antes en la banda de Beto Satragni, Raíces, donde frecuentaban el candombe rock.

Entonces graban el primer disco de los Abuelos con relativo éxito. Al mismo tiempo, Melingo tenía su proyecto personal con Pipo Cipolatti. Los Twist. Logran captar la atención de Charly García que los mete en los estudios Del Jardín donde él estaba grabando Yendo de la cama al living y en un par de días terminan La dicha en movimiento, uno de los discos debuts más vendidos en toda la década.

Ahí Chalaman no tenía mucho lugar. Más dedicados al rockabilly y la new wave, los Twist estaban para otro repertorio.

Los Abuelos de la Nada, Mil Horas

Al momento de integrar Los Abuelos, Daniel tenía a Los Twist y grababa el saxo en el verdadero debut de Sumo, que fue un cassette llamado Corpiños en la Madrugada. No obstante Los Abuelos empiezan a grabar el segundo Vasos y Besos, y ahí sí, a pedido del mismísimo Miguel Abuelo, se graba Chalaman, uno de los últimos temas en grabarse integrando la lista de canciones de ese álbum, que tiene Mil Horas , Así es el calor y No se desesperen... Casi un grandes éxitos. Sucede que entra Chalaman y se queda afuera el propio Vasos y besos.

Así es como esa canción nacida años antes, no se grabó con el Ring Club, no se grabó en el debut de Los Abuelos y tampoco fue parte del disco de Los Twist, pero en el segundo álbum de Los Abuelos se convierte en un hit radial y muy pedido en los shows. Y lógicamente es parte del memorable disco en vivo de la banda en el teatro Ópera.

“A veces pienso

Que ya no me haces efecto

Y digo

En la calle te buscaré

En la calle te encontraré

No, no, no”

En el segundo álbum de Los Abuelos de la Nada, la canción Chalaman se convirtió en un hit
En el segundo álbum de Los Abuelos de la Nada, la canción Chalaman se convirtió en un hit

Le pregunto entonces a Daniel por la letra, si hay mensaje, si está latente o se debería notar, si la motivó una mujer o un vicio, si la hizo de entrada o la trabajó mucho. Y me dice:

-Creo que el germen de la canción fue una chica, cuándo no, pero después tomó vuelo propio la letra y tomó esa cosa discursiva ambivalente. Somos todos hijos de Charly García que es el rey de las letras ambivalentes. Que funcionan porque toda la gente es ambivalente. Todos tenemos sentimientos ambivalentes, encontrados, el amor y la indiferencia, el odio y la compasión, la valentía y el miedo.

“A veces me imagino

Tu cara en la multitud

Y digo

Que ya no te necesito”

¿Para qué imaginarte la cara en una multitud de personas que te están mirando si supuestamente ya no la necesitás? En esa ambivalencia pienso siempre que pongo esta canción en la radio. Y qué inevitable es imaginar en un estudio de radio unos oídos que están escuchando, aunque creamos que no los necesitamos.

Siempre adoré poner Chalaman en la radio. Siempre supe por qué. Aunque no lo necesito.

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