Los trabajadores autoconvocados de la salud realizarán una asamblea hoy por la mañana para definir si levantan los más de 20 cortes de ruta que llevan a cabo en diferentes zonas de Neuquén. Como consecuencia de la extensión del reclamo, el clima frío de la zona y los problema que los piquetes provocan en la circulación, los manifestantes están considerando la posibilidad de flexibilizar la protesta.
Ya se habían debilitado las medidas de fuerza en Añelo, el corazón de Vaca Muerta: en un momento hubo hasta ocho cortes de ruta en la zona, pero el martes había solo dos. Sucede que, por momentos, a los trabajadores de la salud se les hace cuesta arriba mantener la convocatoria en algunas rutas, principalmente las guardias por la noche, cuando el frío azota con mayor crudeza.
El miércoles podría ser un día clave en el conflicto que los autoconvocados mantienen hace más de un mes con el gobierno provincial. A pesar de que rechazan la última propuesta realizada por la administración de Omar Gutiérrez, se realizará una asamblea intrahospitalaria en la que participarán los delegados de diferentes centros médicos para debatir la posibilidad de levantar todos los cortes de ruta en Neuquén.
“Si bien no está cerca de lo que esperábamos, obligamos al Gobierno a volver a discutir nuestro salario pese a la postura de nuestro propio gremio. Vamos a levantar los cortes por la población, que nos ha apoyado y ha puesto todo a nuestra disposición. A esta altura, los cortes los empezaron a afectar mucho y no es la idea”, señaló a Infobae una de las trabajadoras autoconvocadas.
La lucha de los trabajadores de la salud no se terminará en caso que efectivamente levanten los cortes. Al contrario, adoptarán otras medidas de fuerza para intentar conseguir el 40% de aumento del salario básico que reclaman.
La oferta que realizó el Gobierno consiste en un aumento del 53% del sueldo básico a todos los trabajadores estatales, con una estructura de incrementos cada dos meses, hasta diciembre. La propuesta contempla un 10% de aumento para los salarios de mayo, que se suma al 15% ya otorgado, y otro 5% para julio. Luego, otro 5% en septiembre, otro 5% en noviembre y finalmente un 8,18% en diciembre. Se contempló también que el monto no remunerativo de 3.500 pesos acordado en febrero se siga pagando hasta los haberes de agosto para los trabajadores que cobren salarios iguales o inferiores a 55.000 pesos netos.
En diálogo con este medio, los autoconvocados manifestaron su rechazo a esta propuesta: “Todavía nos adeudan el aumento del 2020 y de los últimos meses del 2019, y no queremos un plan con tantas ‘cuotas’. La idea es que nos den el aumento salarial en dos pagos, como mucho. Obviamente están jugando al desgaste pero nosotros sabemos los millones y millones de dólares que salen de Vaca Muerta”.
En contraposición a esta postura, ATE aceptó la propuesta del gobierno provincial. En ese sentido, Carlos Quintriqueo, secretario general del gremio, destacó la “democracia sindical” e invitó a todos los sectores del Estado a “debatir con franqueza” el ofrecimiento realizado por la administración de Omar Gutiérrez. Asimismo, rechazó el método implementado por los autoconvocados porque “pretenden discutir por fuera del sindicato”.
“Ya se levantaron varios de los cortes, quedan aquellos que están más politizados. Los compañeros del sistema que sí estaban con una legitimidad en sus reclamos entendieron que hoy se sienten satisfechos con la propuesta y están abandonando muchos de ellos los piquetes”, aseguró Quintriqueo.
La postura del Gobierno es similar a la del dirigente sindical. Fuentes del ministerio de Salud de Neuquén indicaron a Infobae: “El problema es que quien está comandando los cortes de Añelo, que es el lugar más duro, es un militante que fue candidato a diputado del Frente de Izquierda y que aportó como 60 mil pesos para la campaña. La Izquierda está copando la negociación…”
Lo cierto es que los cortes que se llevan a cabo en las rutas neuquinas, que comenzaron el 7 de abril, impiden que las empresas realicen el traslado de insumos, personal propio y de sus contratistas y de los equipos necesarios para garantizar la continuidad de la explotación de los yacimientos.
Además de la menor producción, las empresas tienen millonarios costos extra ocasionados por los tiempos de espera de equipos y los incumplimientos contractuales. Las compañías enfrentan el problema de la poca disponibilidad de equipos de perforación y fractura, que cada una contrata por un período de tiempo determinado dependiendo de una “ventana de disponibilidad”. Se estima que hay unos cinco equipos de fractura para abastecer a todas las compañías. Cuando el contrato termina, las firmas deben cumplir contratos con otra petrolera, por lo que para muchas será difícil volver a contar con esos equipos cuando se normalice la situación.
SEGUIR LEYENDO: