Emilia D’Atto (31) lleva cinco años sin poder ejercer su profesión de dentista. La odontóloga argentina se recibió en marzo de 2015 en la Universidad de la Plata. Al obtener el título académico consiguió trabajo en una clínica privada de Florencio Varela. “Amaba lo que hacía pero me pagaban muy poco y las condiciones laborales eran difíciles. Era mucho sacrificio”, relata.
Después de analizar el contexto, decidió animarse al cambio. “Tenía familia viviendo en Mallorca, España. Me compré un boleto de avión y fui a probar suerte. Sabía que tendría que hacer varios trámites para poder ejercer mi profesión”, le cuenta a Infobae.
Eso fue lo que hizo, en marzo de 2016 entregó todos los papeles necesarios al Ministerio de Universidades español para iniciar el proceso de homologación. Los pasos que hay que seguir para homologar el título de Odontología en España son en apariencia sencillos: hay que presentar la solicitud por vía telemática o en cualquier registro público de la Administración General del Estado, Comunidades Autónomas y determinadas Administraciones Locales. Según la Ley, la resolución tarda alrededor de seis meses, y es posible que el postulante deba rendir varias materias en la Universidad Pública para completar la formación.
La resolución de Emilia demoró más: la tuvo luego de dos años, recién en 2018. “Imaginate todo lo que tuve que hacer para sobrevivir, pero mi situación no es la peor, hay compañeros extranjeros que esperaron hasta cinco años. Es desesperante”, reclama.
Las universidades españolas abren dos veces al año las convocatorias para los extranjeros, en mayo y en noviembre. En el caso de Emilia, la primera vez que rindió fue en 2019, no aprobó, y cuando volvió a intentar se desató la pandemia.
Ahora, las universidades de España cancelaron hasta el año 2022 los exámenes de homologación para profesionales extranjeros, sobre todo en Odontología.
Emilia no ejerce su profesión desde 2015. Solo consiguió trabajo como asistente dental. “El Ministerio de Educación Español no me da respuesta, le echa la culpa a las Universidades, mientras que estas responsabilizan al Ministerio. Hay un convenio entre las universidades de ambos países pero no se cumple. Estoy en un limbo, solo tenemos seis años desde la presentación para homologar”, dice desanimada.
Según pudo confirmar Infobae, Emilia no es la única argentina sin poder ejercer como odontóloga: hay al menos 40 argentinos en una situación similar. Están conectados a través de un grupo de Whatsapp y crearon una cuenta de Instagram para visibilizar la problemática. Muchos argentinos decidieron volver a casa.
“En el 2020 cerraron las dos fechas de exámenes de homologación, aduciendo el problema del COVID. No obstante, los alumnos españoles universitarios sí pudieron rendir. Y este año es difícil que vuelvan a abrir”, coinciden los argentinos que forman parte de este grupo.
“Llegamos en febrero de 2018. Para la mitad de ese año la resolución ya tendría que haber sido emitida. Nunca llegó. Hice varios reclamos pertinentes sin obtener respuesta”, destaca Valeria (41), que no ejerce desde hace tres años, cuando emigró con su marido a Barcelona.
Su segundo intento fue en febrero de 2020. “Me contestaron dos meses más tarde pidiendo disculpas a través de una carta. Allí me comunicaron que debía rendir seis materias para completar mi formación. No alegué y acepté para no demorar más el trámite. Pero pronto vino la pandemia”.
“En ese momento lo entendí, no había mucho para hacer, más que seguir esperando”, agrega Valeria. Sin embargo, en noviembre de 2020 abrieron diversos establecimientos públicos -los únicos lugares donde los extranjeros pueden presentarse para homologar títulos-, aunque no para la carrera de odontología.
Presentarse a los exámenes cuesta 200 euros. Y Valeria cuenta que aunque tiene permiso de trabajo y residencia, las trabas se multiplican: “Pago los impuestos, tengo mis papeles al día. Está claro que hacen una diferencia marcada a los extranjeros porque sienten que les venimos a quitar los puestos de trabajo”. En todo este tiempo tampoco pudo conseguir un trabajo formal como quería. “Me presenté como asistente dental y me dicen que ya no tengo edad para ese puesto porque ya soy mayor de 40”.
Lo único que pudo hacer -para no seguir perdiendo el tiempo- es continuar capacitándose. “Hice varios cursos en diseño de sonrisa digital”, algo a lo que sueña dedicarse una vez que obtenga la homologación.
Según pudo saber Infobae, esto no solo le sucede a los argentinos, a profesionales de otras nacionalidades también. Motivados por las irregularidades que se presentan en el proceso de homologación, están organizando una manifestación pacífica el 19 de abril frente al Ministerio de las Universidades en Barcelona. “Vemos necesario hacernos sentir y visibilizar la situación para obtener soluciones”, aseguran.
“No tengo una situación económica grave porque mi marido tiene un buen puesto de trabajo, pero jamás pensé que al emigrar a España esto iba a pasar. No es que venís acá y te reciben con los brazos abiertos como te dicen... todo lo contrario”, cierra Valeria.
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