Tras conocerse un nuevo caso de una joven de 24 años que fraguó documentación para acceder a la vacuna Sputnik V en un hospital en Merlo, el Ministerio de Salud bonaerense confirmó a Infobae que se denunció a la mujer por “averiguación de ilícito” ante la Fiscalía 3 de Morón. Del mismo modo, el personal del centro de salud donde la mujer recibió la vacuna aseguró que también iniciaran una investigación para saber lo que ocurrió.
“Se la denunció ante la Fiscalía 3 de Morón por averiguación de ílicito. Los máximos perjudicados somos nosotros, la institución y todo el proyecto y plan de vacunación que venimos desarrollando desde diciembre. Llevamos vacunadas 6800 personas y nunca nos pasó esto. Me parece que si alguien comete un ilícito sea sancionado con lo que corresponde”, explicó a Infobae la directora del Hospital Provincial Héroes de Malvinas de Merlo, Graciela Bonfiglia.
Según reveló Infobae esta mañana, Antonella Belén Delmonte, con domicilio legal en Merlo, recibió la primera dosis de la vacuna rusa el pasado 9 de abril, en el Hospital Provincial Héroes de Malvinas. Aunque en la base de datos del SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina) figura que fue inoculada por ser “Personal de Salud”, su último trabajo en relación de dependencia fue hasta 2019 en una casa de venta de ropa y hasta el momento no figura como empleada de ningún municipio en registros públicos -como fue el caso de Stefania Desirée Purita Díaz- ni tiene actividad comercial o laboral formal.
El caso de Delmonte remite a la historia de Purita Díaz, una allegada al ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, que recibió la primera dosis de la vacuna Sinopharm con apenas 18 años. Su caso había salido a la luz apenas unos días después de que el escándalo por el “vacunatorio VIP”, que funcionaba en el Ministerio de Salud de la Nación terminara con la renuncia forzada del por entonces ministro Ginés González García.
La directora del hospital de Merlo relató a Infobae que cuando Delmonte fue a darse la vacuna “sacó su turno por el sistema y cuando viene se le hace un triage. En ese momento se le pide a la persona que declara que es personal de salud un recibo de sueldo o una certificación de dónde trabaja. Ella trajo una certificación con su nombre, apellido, documento y la firma de un director médico y con todo eso se la vacunó”.
“Nosotros no pensamos que del otro lado va a haber alguien que va estar cometiendo un delito. LLevamos 6.800 aplicaciones que ya dimos. Como realmente nos sentimos totalmente perjudicados con esta noticia y nosotros no tenemos nada que ver con la actitud de esta persona que cometió un delito hicimos la denuncia correspondiente para que la Justicia investigue”, agregó Bonfiglia.
Fuentes oficiales consultadas por este medio aseguraron que la joven habría falsificado la declaración jurada. “Simuló ser empleada de un centro de estética y salud ubicado en zona norte, donde ella reside actualmente”, informaron.
Las mismas fuentes oficiales vinculadas a la campaña de vacunación aseguraron no es el primer caso que detectan de una persona que declara datos falsos para poder saltear su turno en la lista de espera. Este medio intentó contactarse con Delmonte por redes sociales, pero la joven no contestó los mensajes.
De acuerdo a su perfil en la red laboral LinkedIn, Delmonte trabajó como vendedora entre 2016 y 2018. Es estudiante de la Universidad Nacional de La Matanza. Y se formó como tripulante de cabina de pasajeros en la Escuela Profesional de Aeronavegantes.
Tiene más de 11 mil seguidores en Instagram, donde suele postear imágenes modelando, muchas de ellas tomadas por fotógrafos profesionales para agencias conocidas. Recientemente viajó a Miami, donde disfrutó de una vida social activa.
De esta manera, mientras el caso de Delmonte cayó como una bomba en pleno pico de contagios de COVID-19 y con el sistema sanitario argentino al borde del colapso, el personal de salud y los adultos mayores siguen esperando por sus vacunas, las autoridades buscan encontrar una respuesta al hecho de que una joven de 24 años falsificó fácilmente la documentación pública y así acceder a un bien que por estas horas escasea.
Por otro lado, una vez que se publicó el caso, se comenzó a saber más de la vida de Delmonte. La joven es hija de Paula Daniela Palavecino, empleada del Municipio de Merlo, según pudo constatar Infobae a través de registros públicos. En sus redes sociales, Paula Palavecino tiene fotos junto a Karina Menéndez, hermana del intendente Gustavo y Secretaria de Desarrollo e Integración Social del Municipio.
Además, fue novia de Cristian U. El ex ganador de Gran Hermano había conocido a la joven a mediados del 2019, cuando él se encargaba de organizar fiestas en boliches. Ella había ido a bailar con una amiga y Cristian cayó rendido frente a sus encantos apenas la vio. Así que no tardó en poner en marcha su plan de seducción. Tardó dos semanas en animarse a hablarle de frente. “Te estoy pensando un montón y quiero saber qué hago con esto”, le dijo. Y Antonella, que evidentemente también estaba enganchada, aceptó comenzar con él una relación formal.
Sin embargo, la relación no prosperó y ambos se separaron hace ya varios meses. Al enterarse del escándalo que envuelve hoy a Delmonte por ser una de las “vacunadas vip”, Cristian se desligó del asunto. “Yo ya no tengo ni el número de ella. Me peleé hace mucho, ella se puso en pareja y no, no supe más nada”, le contó a Infobae. Ella, por su parte, evitó contestar los mensajes que le llegaron a sus redes sociales
SEGUIR LEYENDO: