Quiénes eran las hermanas que murieron en el choque del Audi que impactó a gran velocidad contra una columna en Lanús

Denise y Agustina Ojeda iban a bordo del Audi A1 que conducía Demián Osvaldo Pedreira, quien quedó aprehendido por el fiscal del caso, Mariano Ezequiel Leguiza, que investiga la posible comisión del delito de homicidio con dolo eventual

Agustina y Denise Ojeda, las víctimas mortales del choque en Lanús

Las hermanas Denise y Agustina Ojeda, de 22 y 26 años, murieron esta madrugada cuando el Audi A1 conducido a altísima velocidad por Demián Osvaldo Pedreira, de 27 años, impactó contra una columna en Lanús. Tras el fatal siniestro se conocieron videos que el joven había subido a sus redes sociales donde se muestra bebiendo alcohol mientras manejaba. El fiscal del caso, Mariano Ezequiel Leguiza, lo aprehendió y evalúa imputarlo con el delito de homicidio con dolo eventual, por la muerte de las hermanas.

En el vehículo, además de las víctimas fatales, viajaban Belén Castillo, de 19 años, y Alejandro Weber, de 28, que fueron trasladados con politraumatismos y fracturas al Hospital Evita. Pedreiram, por su parte, también fue llevado a un centro de salud por las heridas del choque y se encuentra internado.

Según se informó, las hermanas Ojeda y Castillo, estaban en el asiento trasero cuando el Audi se incrustó contra la columna en la esquina de las calles Rivadavia y Viamonte. Denise fue la única que murió en el acto. Su hermana mayor murió poco después de llegar al Hospital Eva Perón y la otra chica tuvo que ser rescatada por los bomberos, debido a que había quedado atrapada entre los fierros.

Así, una vez que se conoció la noticia, la historia de vida de las hermanas Ojeda comenzó a conocerse. La familia Ojeda en diciembre pasado había sufrido un fuerte golpe emocional, ya que uno de los integrantes de la familia había perdido la vida.

“Es difícil entender que ya no estás”, había escrito Denise, quien tenía un hijo pequeño, en su muro de Facebook a fines de diciembre del año pasado. El mensaje era destinado a su papá, que había muerto en noviembre.

Mamá y vos ya estaban preparados para disfrutar de sus nietos, disfrutar la vida, tantos años caminando juntos, tantos años de sacrificio y esfuerzo. ¿Y ahora? Todavía no encuentro respuestas a ninguna de mis preguntas, solo sé que sos nuestro ángel y donde quieras que estés nos cuidas a todas. Te lo hago saber todos los días que te amo con el alma, porque el alma nunca muere”, completó la joven, que además era mamá de una nena.

Y concluyó: “Vos fuiste la derrota que mi alma no soportó”, una frase de la canción “La Oscuridad” de Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que, tal vez, describía el momento que la joven estaba atravesando. También en redes sociales, familiares y amigos publicaron sentidos mensajes para despedirlas.

Con respecto al choque, además de impactar contra una columna, el automóvil destruyó el frente de un local de lotería y provocó que se derrumbara parte del techo. Tal fue la violencia del accidente que el motor del vehículo de alta gama se desprendió y terminó a varios metros del resto de la máquina.

Los jóvenes del choque de Lanús se filmaron tomando alcohol

El alcohol fue un agravante. Los bomberos encontraron restos de vasos y botellas. Los jóvenes subieron imágenes a redes sociales que habrían sido registradas pocos minutos antes del impacto dentro del mismo Audi. Allí se los puede ver cantando, bailando y bebiendo. A Pedreira -el conductor- le extrajeron sangre para constatar si había ingerido alcohol y se espera el resultado. Tanto él como el acompañante -Weber- quedaron internados y aprehendidos por orden del fiscal Mariano Ezequiel Leguiza, que investiga la posible comisión del delito de homicidio con dolo eventual.

El alcohol al volante mata. No es sólo el eslogan de una campaña. Está comprobado científicamente que es uno de los principales factores intervinientes en accidentes de tránsito con desenlace mortal. Su presencia en la sangre del conductor produce un falso estado de euforia, seguridad y confianza. Genera un desprecio por el peligro y una tendencia a transgredir normas cuando en realidad una persona alcoholizada tiene dificultades en la visión y una capacidad de respuesta mucho más lenta.

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