La preocupación por los turistas argentinos, que hoy se encuentran varados en distintos puntos del mapa y sin posibilidades de retornar al país en lo inmediato, se trasladó a aquellas personas que viajan frecuentemente por cuestiones laborales.
Por medio de la disposición 763/2021 publicada en el Boletín Oficial, el Gobierno suspendió de forma transitoria el ingreso terrestre a la Argentina sin ningún tipo de excepción. Hasta el momento, solo estaban habilitados para regresar los residentes que hubieran viajado a países limítrofes antes del 25 de diciembre.
Debido a las restricciones a través de vuelos internacionales o de los 237 pasos fronterizos que se encuentran cerrados desde fines de 2020, la incertidumbre reina entre aquellas personas que prestan tareas laborales en el extranjero. En tal sentido, los empleados del Ferrocarril Antofagasta a Bolivia le hicieron saber su inquietud a Infobae y aseguraron que intentaron comunicarse en varias oportunidades con Florencia Carignano, directora nacional de Migraciones, a efectos de ser exceptuados de la aplicación de tal normativa, pero aún no obtuvieron una respuesta y temen volver a quedar varados como ya les ocurrió en 2020.
En su caso, trabajan por turnos, que duran 14 días de corrido en Chile, y luego vuelven a sus domicilios en la Argentina, donde descansan otros 14 días. La mayoría vive en Salta y Jujuy, mientras que el resto es de Buenos Aires. Cumplen un régimen minero, ya que llevan la carga de las mineras Escondida y Zaldivar -ubicadas al norte de Chile- realizando el traslado de ácido sulfúrico y cobre.
El año pasado, cuando comenzó la pandemia y se decretó la cuarentena, estuvieron casi 7 meses varados en Chile hasta que pudieron tomar uno de los vuelos que había reprogramado Aerolíneas Argentinas. Un año después, temen que la historia vuelva a repetirse.
En una entrevista con Infobae, Juan Pablo San Martín -presidente del Sindicato de Trabajadores Ferroviarios del Ferrocarril Antofagasta a Bolivia- expresó que hace más de 13 años que trabajan en Chile y que esta nueva normativa los perjudica.
“Un grupo de 22 compañeros está ahora en Antofagasta esperando para volver. Yo integro el otro grupo que tiene que viajar a Chile el 8 de abril. Llegaríamos por el Paso de Jama, en Jujuy, con la PCR negativa y luego haríamos una cuarentena de 10 días, porque así lo dispone Chile. Al séptimo día, tendremos que repetir la PCR -el resultado demora entre 48 y 72 horas- y, si es negativo, hacemos el relevo del personal. Por eso, si todo sale bien el grupo que ahora está en Chile tendría que retornar el 18 de abril a la Argentina, en un vuelo de Aerolíneas. Pero, como ahora la empresa no está volando, no sabemos qué va a pasar con ellos”, expresó San Martín.
El 8 de abril llegará el segundo grupo a Chile, donde se reunirán los 46 argentinos que trabajan en el Ferrocarril Antofagasta a Bolivia, pero su temor es que ninguno pueda retornar hasta que salga un vuelo especial de Aerolíneas. “Si no hay cambios en la normativa, 46 empleados vamos a estar -por lo menos- entre 3 y 5 meses varados en Chile. Por la mala experiencia que tuve el año pasado, tengo miedo de irme y no volver a ver a mis hijos por otros 7 meses. Fue horrible. Cuando volví no paraba de llorar”, se lamentó.
El 3 de marzo de 2020, Juan Pablo voló a Salta desde El Palomar. Cuando llegó, tomó un micro hasta Antofagasta por el Paso de Jama, en Jujuy. Pasó varios meses varado en Chile, hasta que el 14 de agosto consiguió regresar en un vuelo reprogramado de Aerolíneas Argentinas.
Pero no pudo volver a su casa, porque tenía temor de contagiar a sus familiares y debía hacer la cuarentena. Así que se alquiló un departamento en Escobar, pasó la cuarentena en soledad y a los 28 días volvió a Chile en un vuelo vía Santiago.
“Hace 14 días llegué de Chile y me reuní con la jefatura ferroviaria para dejar lista la programación de los viajes. El 8 de abril salen los empleados para Antofagasta y, 10 días después, vuelven los que ahora están trabajando allá. Así organizamos mayo y junio, porque se suponía que no iban a haber cortes y que las fronteras iban a estar abiertas. Pero ahora nos encontramos con esta sorpresa y no sabemos qué hacer. Tengo miedo que nos pase lo del año pasado y que los 46 empleados nos quedemos varados en Chile”, dijo.
“Estuve tratando de comunicarme con Florencia Carignano pero no me contesta y antes sí lo hacía. Como somos trabajadores ferroviarios, somos esenciales y el año pasado le planteamos de quedar exceptuados de realizar las cuarentenas en la Argentina, pero nos dijo que habláramos con el ministerio de Salud. Como ahora la veo en los medios, le pregunté por Twitter qué pasa con la gente que trabaja afuera, no la que sale del país para hacer turismo, pero no me responde”, afirmó.
Juan Pablo pide que las autoridades prevean excepciones para aquellas personas que trabajan fuera del país y que se abran las fronteras terrestres “del mismo modo que tienen la oportunidad de usarlas los camioneros”. “Ellos entran y salen como si todo fuera normal. Los vemos en el Paso de Jama. Se someten a los controles, hacen los trámites migratorios, la PCR etc pero entran a Chile. Pido una excepción para el personal que trabaja. El turista va a pasear y puede hacerlo en otro momento, pero el que trabaja corre riesgo de perder su empleo. Incluso, el año pasado hubo compañeros que perdieron a sus parejas, porque no pudieron volver durante meses y pensaban que lo hacían a propósito. Pero no había manera de retornar, hasta que pusieron los vuelos de repatriación y los que reprogramaron”, aseguró.
“La gente que sale del país por trabajo y cumple con los requisitos que se piden -como dos PCR, por ejemplo- tiene que estar exenta de todo esto. No somos turistas, vamos a trabajar y, si esto no mejora, vamos a quedarnos varados otro medio año. Viajamos en una burbuja sanitaria, en micros donde solo vamos nosotros para minimizar todos los riesgos y respetamos todos los protocolos”, advirtió.
Otra de las preocupaciones de San Martín es que él, al igual que sus compañeros, ya fueron vacunados en Chile por tratarse de personal esencial. Los 46 empleados ya recibieron la primera dosis de la vacuna Sinovac y el 12 de abril esperan poder aplicarse la segunda para recibir la inmunización completa.
“Soy argentino, tengo domicilio en Buenos Aires, mi trabajo es esencial y hace doce años que trabajo en Chile. Antes de la pandemia, podíamos retornar a nuestros hogares por el Paso de Jama. Pero ahora debemos hacerlo en un vuelo desde Santiago y, según las nuevas disposiciones, parece que nada de eso podrá llevarse a cabo. Solo pedimos poder entrar y salir por Jama, del mismo modo que lo hacen los camioneros, porque nosotros también somos trabajadores esenciales. Por supuesto que haciendo las PCR que se piden, cumpliendo con todos los protocolos y con las cuarentenas”, sostuvo.
“Nos preocupa la preservación de nuestra fuente de trabajo y, además, volver a quedar varados en otro país, lejos de nuestras familias. Necesitamos conseguir la excepción para poder pasar por Jama y que no volvamos a vivir lo que ya nos pasó en 2020. La semana que viene me voy a despedir de mi familia, pero no sé cuándo voy a volver a verlos″, finalizó.
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