En momentos donde el gobierno nacional anunció más restricciones para frenar el avance del coronavirus en el país y hacerle frente a las consecuencias que podría provocar la segunda ola, un evento masivo autorizado por el municipio entrerriano de Crespo desató una indignación generalizada no solo por la irresponsabilidad de sus autoridades sino porque el evento estaba dirigido a adultos mayores.
El hecho ocurrió este fin de semana y convocó a 500 personas, un número que se asemeja más a una fiesta clandestina que a un evento cultural. Pero lo peor de todo es que el baile en cuestión se hizo en un lugar cerrado donde los invitados no usaban barbijo ni respetaban el distanciamiento social.
Mientras todo se desarrollaba con total normalidad, sin advertir de los peligros que genera compartir un espacio poco ventilado y con un importante grado de aerosoles en el ambiente, uno de los concurrentes se descompuso y los organizadores debieron llamar una ambulancia.
Al hacerse presente en el lugar, una enfermera se horrorizó por lo que estaba ocurriendo e hizo un extenso descargo en su cuenta de Facebook junto a una galería de fotos que mostraban el descontrol y la falta de cuidados sanitarios.
“Soy personal de salud y desde la fiesta solicitaron la ambulancia por una persona con dificultad respiratoria y al llegar y encontrarme con esta multitud de personas, hacinadas bajo un techo sin ningún tipo de protección y / o cuidado, sentí que se burlan de los que tuvimos que poner el cuerpo en el período más crítico, donde vimos personas morir, ojos desencajados por un poquito de oxígeno, angustia por la incertidumbre de que no sabían qué pasaría con sus familiares “, relató Lorena Ferrari.
La enfermera, que se desempeña en el Hospital San Francisco de Asís, se indignó al observar la laxitud en los protocolos y reflexionó: “Yo digo no hay que tener MIEDO, pero sí CUIDADOS, hay q tener EMPATÍA por el prójimo, nadie piensa en nadie, a nadie le importa nada, solo su propia satisfacción”.
Además, tuvo duras palabras con la persona que estaba en la puerta del salón, que se molestó cuando la enfermera sacó su teléfono celular para registrar lo que estaba sucediendo: “Al irrespetuoso que estaba en la puerta, miembro de la organización, solo le digo : “A vos Dios también te ama, pero nuestros errores, malas actitudes siempre tienen consecuencias”.
Lo más surrealista de todo es que desde la organización aseguraron que “en la pista de baile estaba permitido estar sin barbijos, porque generan hipoxia”. Y explicaron que la persona que tuvo que recibir atención médica “no estaba descompensada sino acalorada porque por decisión personal no se quiso sacar el barbijo en la pista”.
Incluso, desde el Grupo Coreográfico Edelweiss, que fueron los que hicieron bailar a los concurrentes al ritmo de la música alemana, adujeron que “a las dos horas (el hombre) volvió y quiso estar con nosotros”.
“Qué me vienen a hablar después de fiestas clandestinas de los jóvenes que aún son más sensatos xq hacen sus fiestas al aire libre, las clases virtuales, de las burbujas escolares, de los niños con barbijos todas las horas de clases, de cuando tenés que entrar a un local/negocio hay un límite de 3-4 personas según las dimensiones del lugar y con BARBIJO… ¿para qué se DESESPERAN llamando/EXIGIENDO por la vacuna, para qué?”, concluyó indignada la enfermera ante la poca empatía y falta de compromiso de algunos para mitigar los efectos de la pandemia.
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