En el marco de una iniciativa contra el comercio ilícito de animales, la inspección en una forrajería de la localidad bonaerense de Villa Rosa, en el partido de Pilar, dejó como saldo el decomiso de 63 ejemplares de aves vivas que subsistían en condiciones de hacinamiento.
Los animales luego fueron llevados a la Fundación Temaikèn para su rehabilitación. Además, producto del hacinamiento, en el operativo se encontraron otros cuatro ejemplares de especies autóctonas sin vida, por lo que representaban un foco infeccioso de enfermedades zoonóticas: estos estaban dentro de jaulas junto a otros de su misma especie.
La inspección fue llevada a cabo por la Brigada de Control Ambiental (BCA), dependiente del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, en conjunto con la Delegación de Prevención Ecológica San Martín, de la Policía Ecológica bonaerense.
Según precisaron las autoridades, entre las aves secuestradas había ejemplares de cardenales (amarillo y de copete rojo), jilguero, cabecita negra, reina mora, siete colores, corbatitas, gambitas, manones y diamante de gould.
Luego de la fiscalización en la forrajería, los inspectores de la BCA se dirigieron a la Fundación Temaikèn, cuya sede se localiza en Escobar. Las aves permanecerán en cuarentena en ese lugar y, una vez finalizado este período, las especies autóctonas de distribución en la zona serán liberadas.
Por otra parte, el ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires informó que la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del fiscal Carlos Rolero Santurián, resolvió la clausura de un criadero ilegal que funcionaba en una casa en el barrio de Liniers y que realizaba sus ventas a través de internet.
El allanamiento se hizo hoy, logrando el rescate de 362 aves exóticas cuyo valor en el mercado negro está estimado en más 3 millones y medio de pesos. Estas también eran mantenidas hacinadas en jaulas, sin las mínimas condiciones de higiene y salubridad necesarias. En el lugar había además otras tres aves muertas.
El fiscal Rolero Santurián imputó al responsable del criadero por actos de crueldad animal, mientras que las aves rescatadas fueron trasladadas a la Reserva Ecológica Costanera Sur.
En otro caso de tráfico de fauna silvestre, a comienzos de este año hallaron en la ciudad de Balcarce más de 300 animales en cautiverio, entre los que había tigres, ciervos, pumas, pavos reales y búfalos.
Con la intervención de la BCA, aquella vez el procedimiento fue realizado en un predio rural emplazado en la Ruta Nacional 226, que operaba como criadero clandestino. En el proceso de fiscalización que llevaron adelante los inspectores del Ministerio de Ambiente Nacional en el allanamiento se constató, además de la presencia de más de 300 ejemplares vivos entre mamíferos y aves silvestres, 27 trofeos de caza exhibidos en el interior de una vivienda.
Concretamente, se encontraron 2 tigres, 14 ciervos colorados, 12 antílopes, 6 ciervos axis, 57 ciervos dama -48 adultos y nueve crías-, un guanaco, 10 pumas -8 adultos y 2 crías-, 20 pavos reales, un gato montés, una llama, un búfalo, 150 muflones, 2 ñandúes, 9 jabalíes, una perdiz colorada, un loro hablador, un cardenal amarillo, una reina mora, un naranjero, un jilguero español y uno amarillo, 3 corbatas comunes, un mirlo moñudo, 2 estorninos comunes y 2 cardenales copete rojo.
Por su parte, los trofeos de caza, que fueron decomisados por la BCA, constan de un cuero de puma, una cornamenta y cuatro taxidermias de ciervo axis, cuatro cornamentas de ciervo colorado, 14 cornamentas y una taxidermia de ciervo dama y una taxidermia de antílope de la India.
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