El martes 9 de marzo a la tarde, un día después de haberse esguinzado el tobillo, Pablo Cora descansaba en el sillón de su casa con la pierna en alto, como le había indicado el médico. De cara a un ventanal que ofrece una vista a la zona de Las Golondrinas y el cerro “Piltri”, el joven de 34 años comenzó a ver una columna de humo que se avecinaba hacia él.
Tras cinco años desempeñándose como bombero voluntario en la localidad de El Hoyo, Cora dice que enseguida se dio cuenta de que se venía algo complicado. “Dejé a los perros y a mi gato con un amigo, agarré la computadora y le pedí a un vecino que me llevara para el cuartel”, apunta en comunicación con Infobae.
De Chacabuco, provincia de Buenos Aires, Pablo Cora estudió Comunicación Social en Capital Federal y luego decidió radicarse en Chubut con la idea de “ganar calidad de vida”. A los bomberos voluntarios, cuenta, se sumó poco tiempo después. “Quería hacer algo útil y me encontré con un grupo de personas maravillosas, que tienen una vocación increíble”, dice acerca del equipo que lidera Joaquín Aguilera, Jefe del cuartel de la localidad de El Hoyo.
Padre de dos hijos de 11 y 13, Aguilera tiene 44 años y hace quince que se dedica a ser bombero voluntario. El pasado 9 de marzo a eso de las 16 horas, un llamado al cuartel (ubicado sobre la Avenida San Martín N° 9211) advirtió acerca de los incendios. “Desde ese momento no hemos parado”, sintetiza Aguilera que, recién durante la noche del sábado, logró dormir más de cinco horas seguidas.
Tras casi una semana de trabajo, Aguilera dice que aun queda fuego por extinguir. “Aunque las llamas están lejos del casco urbano, persisten en la montaña. Junto con el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) y las brigadas de aviones y helicópteros estamos haciendo lo imposible para controlarlas, pero todavía tenemos para diez días más”, asegura el Jefe de Bomberos Voluntarios de El Hoyo.
“Después vendrá el otro trabajo: el de asistir a los que perdieron todo”, advierte, acerca de las personas cuyas viviendas quedaron calcinadas y están evacuadas en distintos puntos de la provincia.
Debido a su esguince, Pablo Cora no pudo salir a combatir el fuego con sus colegas. Sin embargo, cuenta, se instaló en el cuartel de Bomberos para encargarse de la organización de los operativos y la comunicación. “Más allá de la emergencia generalizada, hay otras urgencias. El viernes a la noche, por ejemplo, hubo un principio de incendio en el Gimnasio Municipal donde se reciben las donaciones. Aparentemente se originó por un cortocircuito en el tablero eléctrico. Por suerte llegamos a tiempo y no se propagó”, detalla Cora que, en febrero pasado, se desplazó hasta El Bolsón, donde el fuego también arrasó con todo.
Según Cora, los incendios de verano son un clásico. “Por lo general hacemos entre dos y tres salidas por día. Algunas se pueden controlar rápido; otras, como pasó ahora, no. De momento, el fuego ya se fue del radio urbano, pero sigue activo en la altura. Se están quemando bosques nativos que van a tardar años en recuperarse”, lamenta el bombero que, actualmente, se está formando para ser Enfermero.
La localidad de El Hoyo, conocida como Hoyo de Epuyén, está ubicada en el departamento Cushamen, al noroeste de la provincia del Chubut, en la Patagonia andina. Fundada el 5 de septiembre de 1953, su nombre proviene de las características topográficas del valle donde está situada. Según Cora, gracias a la geografía del lugar, muchas casas del centro se salvaron. “El fuego rodeó El Hoyo, bajó, pero se lo pudo controlar antes de que entrara al pueblo”, indica.
No es la primera vez que la localidad de El Hoyo se prende fuego. “Hace una década, hubo otro incendio grande, pero jamás como este. El primer día estuvimos diez horas intentando apagar las llamas. Incluso, en un momento, el fuego nos encerró y quedamos atrapados. Logramos salir gracias a la lluvia de las 3 de la mañana. Sino, estaríamos contando otra historia”, asegura el hombre que, además de Jefe del cuartel, trabaja como guardapesca en su provincia.
Durante los dos primeros meses de 2021, el 90% de las salidas que hicieron los bomberos de El Hoyo tuvieron que ver con incendios forestales que se originaron por el pésimo mantenimiento de los cables de alta tensión.
“El tendido eléctrico, que es aéreo, está tan ‘dejado’ que, cuando los árboles rozan los cables, caen chispas. Si a eso le sumás cuatro meses sin lluvias, el bosque seco, y el viento: el resultado es un incendio de la magnitud que tuvimos”, indica Aguilera.
En el cuartel de El Hoyo hay 27 bomberos, entre ellos, varias mujeres, que desde el martes se dedican 100% a su faceta voluntaria a pesar de tener otros empleos. “Ser bombero es como ser hincha de un club: si no lo sentís no podés estar en un cuartel. Lo peor que te puede pasar es ir a apagar un incendio y tener que salir corriendo porque tu vida o la de tus compañeros corre peligro. En estos últimos días, eso nos pasó varias veces: el fuego era imparable”, apunta Aguilera y rescata el apoyo de su familia a quienes, prácticamente, no ve desde hace una semana.
Los focos de incendio en la comarca que se desarrollaron en simultáneo tuvieron el saldo fatal de dos personas muertas: la primera de ellas es un peón rural que fue encontrado calcinado días atrás, y la segunda es una mujer que estaba internada en Bariloche a causa de las quemaduras recibidas y que falleció en las últimas horas del sábado, tras sufrir complicaciones en las paredes abdominales internas.
En medio de las versiones por una posible intencionalidad detrás de los incendios, el Gobierno nacional anunció que enviará peritos a la zona de los siniestros para investigar el origen de los focos. Según precisó el Ministerio de Seguridad, que conduce Sabina Frederic, los expertos viajarán, el lunes 15 de marzo, al Sur por pedido del Fiscal General chubutense Díaz Mayer, quien solicitó este trabajo con el objetivo de tener más información de lo ocurrido.
Según explicaron a Infobae fuentes oficiales, este es un procedimiento habitual ante la aparición de incendios, más allá de que hayan sido o no intencionales. Además, señalaron que, si bien se manejan varias hipótesis, la principal apunta a posibles cortocircuitos de cables de electricidad.
*Tras los incendios, los Bomberos Voluntarios de El Hoyo tienen dos móviles y dos mangueras averiadas. Además, necesitan renovar sus equipos de protección. Para colaborar con ellos se les puede hacer una transferencia bancaria a la cuenta corriente N° 0830016401002052350011 del Banco Chubut.
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