Una empleada de un kiosco en el centro de la ciudad de Rosario fue víctima de un ataque por parte de una clienta que reaccionó de manera violenta porque no le vendieron cigarrillos comunes y comenzó a arrojar botellas y otros productos de mercadería. Ocurrió durante la tarde del jueves pasado y la escena quedó registrada en un video que se viralizó.
Todo comenzó minutos antes de las 19 en un comercio ubicado sobre la calle Maipú al 1200. En ese momento, en el local estaba además otra clienta que quedó en medio del episodio de locura. El hecho se originó cuando la agresora pidió cinco cigarrillos sueltos y la empleada, una joven de ascendencia haitiana llamada Queteaut, le dijo que no podía abrir un paquete nuevo para venderle al por menor y, en su lugar, podía ofrecerle solo en su versión mentolada.
En las imágenes que captó la cámara de seguridad del comercio se escucha que, en principio, la mujer le dice a la trabajadora que debía “atender bien a los clientes” y le espetó que cuando estaba el dueño sí le abrían un paquete de cigarrillos no mentolados para venderle sueltos. De inmediato la advierte con tono amenazante: “A vos te va a durar poco el trabajo”. Y cuando parecía que su malestar había terminado y se retiraría del lugar, empezó a tirar los productos de las góndolas al piso.
Desencajada, mientras lanzaba la mercadería al suelo la clienta también comenzó a insultar a la empleada y a provocarla con dichos xenófobos. Luego le dice a la otra clienta que mira atónita lo que sucede: “Mire señora, no me robo nada. Le tiré las cosas porque es una hija de puta. Y vos, tratá bien a los clientes. Siempre hacés lo mismo, desgraciada”.
En medio de la situación, Quetaout respondió y le devolvió uno de los productos arrojados por la mujer. Esto no hizo más que despertar toda la furia de la clienta, quien le dijo “me llegás a tocar al nene y te juro que te reviento”. La agresora estaba en ese momento acompañada de un menor que salió corriendo espantado por la violencia.
La clienta le arrojó varios productos a Quetaout, que alcanzó a resguardarse y tomó su teléfono celular para pedir ayuda. “Perra, sucia. Agradecé que te dan de comer acá”, le dijo a la joven y le advirtió que su marido “es policía de la Federal”. Por último, la amenazó diciendo que la discusión no finalizaría ahí.
“Me tiró cosas, me tiró botellas, de todo. Una me pegó en la espalda”, relató la kiosquera. Dijo también que la clienta vive por la zona y que va a comprar frecuentemente. “Me duele mucho lo que me dijo, tengo miedo de que vuelva y me trate de nuevo así, para pegarme o hacerme algo”, finalizó la joven.
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