La polémica que se generó con la declaración ante la Justicia de la intelectual Beatriz Sarlo sobre una invitación a vacunarse por parte de la esposa de Axel Kicillof, Soledad Quereilhac, encontró un nuevo capítulo de escándalo en las redes sociales después de que la cuenta de Twitter de una librería porteña convocara a “quemar los libros” de la escritora argentina.
Eran cerca de las 13.30 del miércoles y el caso estallaba en todos los medios de comunicación y en las redes sociales, cuando la cuenta de la librería porteña Kokoro @kokorolibros posteó en Twitter: “Hoy 5 pm quemamos los libros de Sarl@ en vivo (creo que tengo uno). Harta de esta señora. Que se atraganten en su mala leche”.
El tuit no llegó a estar ni siquiera diez minutos en línea. Obtuvo apenas unas decenas de likes y retuits. Pero fue suficiente como para que una parte de la comunidad llegara a hacer una captura de pantalla.
El director de cine Juan José Campanella citó la ocurrencia y escribió: “En Kokoro Libros te atienden con camisa negra”, en referencia a las famosas camisas negras de la milicia del líder fascista italiano Benito Mussolini.
“La pregunta es si el kirchnerismo creó a estos fascistas o simplemente los reclutó ¿O las dos cosas?”, completó el director de Vientos de Agua.
Las críticas al posteo de Kokoro povocaron que los administradores configuraran la cuenta de Twitter en privado para que sólo sus seguidores tuvieran acceso a posteos antiguos.
Infobae se acercó en la mañana de hoy a la librería Kokoro, ubicada en la calle Pringles, en el límite de los barrios porteños Villa Crespo y Almagro, y si bien se encontraba cerrada, se dio la paradoja que en la vidriera se pudo percibir que uno de los libros de exposición a la calles está titulado como “Quemar el miedo”. Se trata de un manifiesto feminista desarrollado por el colectivo chileno Las Tesis.
Este medio se puso en contacto con Di Gioia, quien se limitó a hacer un muy breve comentario al respecto. Aclaró que el posteo se trataba de una broma y que en ningún momento se iba a realizar una convocatoria real para la quema de libros de Beatriz Sarlo.
Si bien Di Gioia aclaró que no hubo una convocatoria real sino una ironía, la mayoría de los críticos coincidieron que fue absolutamente desafortunado el chiste sobre la quema de libros cuando ese ejercicio representó a lo largo de la humanidad un símbolo del atentado a la libertad de expresión y a la libertad a la información de los regímenes más totalitarios a lo largo del mundo.
En Alemania todavía es recordado la famosa “Acción contra el Espíritu Antialemán”, perpetrada por seguidores nazis de Adolf Hitler. El 10 de mayo de 1933, una multitud de 70 mil personas se reunieron en el Opernplatz de Berlín para ser testigos de una masiva quema de libros. Estudiantes universitarios trasladaron al menos 20 mil publicaciones que los organizadores consideraban “anti alemán” para que sean consumidos entre las llamas.
El evento quedaría resumido en el discurso de un líder estudiantil de 23 años llamado Herbert Gutjahr, quien se pronunció: “Hemos dirigido nuestro actuar contra el espíritu no alemán. Entrego todo lo que lo representa al fuego”.
Entre las decenas de miles de libros incendiados se encontraron hasta publicaciones de orientación infantil.
En tanto, en la Argentina se vivieron sucesos similares durante la dictadura de 1976-1983. En abril de 1976 se produjeron dos quemas masivas de libros en la provincia de Córdoba. El primero se llevó a cabo el día 2 de ese mes en la escuela secundaria comercial Manuel Belgrano. El segundo fue efectuado el 29 de abril, tras una orden del general Luciano Benjamín Menéndez y llevado a cabo por el Regimiento de Infantería Aerotransportada 14 del Comando III cuerpo del Ejército.
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