Soledad Quereilhac, esposa del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quedó en el medio de la polémica por haber sido la responsable de ofrecerle a la ensayista y escritora Beatriz Sarlo que se vacunara como parte de una campaña de concientización de la provincia de Buenos Aires. El nexo entre Quereilhac y Sarlo, que fue en parte a través de correos electrónicos, lo facilitó el editor de la escritora, Carlos Díaz.
De bajo perfil, la esposa del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, es una prestigiosa investigadora y crítica literaria y tiene un doctorado en la UBA. Además, Soledad Quereilhac es jefa de trabajos prácticos de Problemas de la literatura argentina en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y miembro del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani (UBA-Conicet). Quereilhac fue una de las docentes de la cátedra de Beatriz Sarlo, Literatura Argentina II, en misma facultad.
También dirige un proyecto UBACyT de jóvenes investigadores sobre literatura y prensa en la Argentina del período 1870-1940, y tiene en su haber la publicación de varios artículos sobre las relaciones entre la literatura, la divulgación científica y los ocultismos finiseculares.
Su extenso CV incluye además que coordina la edición de literatura argentina y latinoamericana de la Colección Clásica de editorial Colihue y que fue miembro de la revista cultural Las Ranas. Arte, ensayo, traducción (2008-2015), y durante quince años, publicó reseñas de libros en las páginas de Cultura y los suplementos culturales del diario La Nación.
Con Kicillof se conocieron por amigos en común. Ambos fueron investigadores y son autores de varios libros. En 2016 sus ejemplares compartían espacio en las librerías. Quereilhac es autora de Cuando la ciencia despertaba fantasías. Prensa, literatura y ocultismo en la Argentina de entresiglos, publicada por la editorial Siglo XXI Editores, que es también una de las editoriales en las que publica sus libros Beatriz Sarlo.
En redes sociales Quereilhac suele elogiar el rol de su marido, principalmente en Facebook, donde sube fotos y videos junto a él. El día que Kicillof se vacunó, posteó: “No dejemos que la desinformación mediática, con fines políticos, nos arruine la salud. Te pedían que violaras la cuarentena, ahora te ceban para que no te vacunes. Lo del “virus chino” o la “vacuna soviética” son buñuelos escupidos por la derecha payasesca. Vacunarse es una decisión de cuidado tanto individual como comunitario”. La frase termina con dos emojis: un corazón verde y la mano con los dedos en forma de V.
Y un dato familiar de color: su abuelo fue capitán del barco que llevó a Evita en su famosa gira por Europa.
Esta mañana, la escritora Beatriz Sarlo declaró ante la Justicia que el ofrecimiento para que se aplicara la vacuna Sputnik V contra el coronavirus por “debajo de la mesa” fue realizada por Quereilhac, a través de Carlos Díaz, su editor en Siglo XXI.
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