La estudiante de diseño que había presentado un proyecto con una esvástica recibió un curso de concientización sobre el Holocausto

La joven de 22 años, perteneciente a la FADU, participó de varios encuentros junto a representantes del Centro Simon Wiesenthal. El decano de la Facultad y el director del centro Wiesenthal para América Latina describieron la experiencia a Infobae

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Entrevista a Guillermo Cabrera y Ariel Gelblung - #Entrevista

El hecho ocurrió a mediados de octubre del 2020 y en su momento causó estupor y revuelo dentro de la comunidad educativa de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA: una estudiante de la materia Diseño Asistido por Computadora presentó de manera virtual un prototipo de una aspiradora que en el frente contenía una cruz esvástica, como si se tratara de un artefacto similar a un arma de guerra.

La indignación de los compañeros del curso terminó por contagiar al resto de los estudiantes de la facultad y luego se traspoló a una ola de críticas e insultos en las redes sociales que incluso tuvieron como blanco hasta a los profesores, a quienes se los acusó de ser poco contundentes en la corrección del trabajo. El proceso inevitable llevó al departamento jurídico de la propia facultad a abrir un sumario y a tratar de indagar en cómo una alumna de estudios universitarios pudo realizar una presentación con semejante símbolo del antisemitismo en su diseño.

Pero, ¿Qué ocurrió con la estudiante?, ¿Qué sanciones se le aplicaron?, ¿Cuál fue el aprendizaje que hizo la propia FADU sobre el incidente?, ¿Hacia dónde condujo ese desgraciado episodio?

El diseño de una aspiradora
El diseño de una aspiradora con una cruz esvástica en el frente que había presentado la alumna y desató un revuelo en la Facultad de Arquitectura

Poco más de cuatro meses después del hecho, tanto la FADU como la UBA coincidieron en escaparle al recurso punitivista y adoptar un rol más pedagógico con la alumna. Así, la estudiante de 22 años fue puesta en contacto con las autoridades del Centro Simon Wiesenthal para adentrarse en un curso preventivo e intensivo sobre el nazismo, el holocausto y sobre la definición de antisemitismo, una actitud de odio contra los judíos que todavía sigue presente en la sociedad.

“Al inicio sabíamos que podíamos encontrarnos con dos eventuales situaciones”, explicó Ariel Gelblung, director para América Latina del Centro Simon Wiesenthal, durante una entrevista con Infobae.

“La primera era encontrarnos con alguien que está convencido ideológicamente de lo que significa y lo defienda, con lo cual ahí hay muy poco margen para poder trabajar. Y la segunda, lo que nosotros suponíamos que podía llegar a pasar y que en definitiva es lo que pasó, que esa persona no tenía muy claro qué es lo que la esvástica significa, qué trae detrás de sí este tipo de simbología”, agregó.

El primer acercamiento de la estudiante al Centro Wisenthal se dio mediante una entrevista junto a su director, Gelblung, y junto a la psicóloga Patricia Kossoy. Después de una extensa charla, se resolvió que la joven estaba dispuesta y en condiciones de recibir el curso.

“En una primera entrevista, nos quedó claro que era este tipo de situación. Estaba haciendo el trabajo y como una amiga le decía que parecía un cañón de guerra, para reforzar la idea de que era un cañón de guerra le agregó la esvástica pensando que era un símbolo de guerra y no lo que esto significaba”, detalló Gelblung.

La alumna acudió a una
La alumna acudió a una visita privada de tres horas en el Museo del Holocausto de Buenos Aires

Por su parte, desde la propia FADU, que en septiembre del 2020 adoptó la definición de antisemitismo, al igual que todas las dependencias de la UBA, se apostó desde un primer momento a un recurso más formativo que punitivista.

“Lo que nos planteamos, como institución de educación y formación, era que teníamos que contribuir a esto para formar y, sobre todo, para que algo así no vuelva a suceder”, le afirmó a Infobae el decano de la FADU, el arquitecto Guillermo Cabrera.

“Es importante entender que solo nuestra facultad tiene una población enorme. Nosotros tenemos unos 25.000 estudiantes, lo que sería el equivalente a una ciudad no tan pequeña. Entonces, es la primera vez que nos encontramos con un caso de este tipo. Y, como situación nueva, uno tiene que construir las herramientas para afrontarlo y sobre todo construir herramientas para el futuro”, completó.

El curso dictado por el Centro Simon Wiesenthal consistió en varios encuentros donde hubo charlas y la estudiante tuvo acceso a documentación para instruirse sobre la definición de antisemitismo. “Le enseñamos, entre otras cosas, sobre la idea de justicia, no de venganza, le hablamos sobre los nazis que llegaron a la Argentina, los que fueron extraditados, sobre los prejuicios discriminatorios. Le dimos acceso a un informe que estamos preparando sobre odio en las redes y hasta analizamos la definición de antisemitismo caso por caso”, explicó Gelblung.

Entre el material recibido, la
Entre el material recibido, la estudiante repasó "El diario de Ana Frank"

Además, a la estudiante se le proporcionó material bibliográfico y audiovisual para que pudiera al menos incorporar una base que le permita interpretar la magnitud del horror sufrido por los judíos a causa de los actos discriminatorios.

Entre ese contenido, la joven leyó la mundialmente reconocida historieta Maus, integró un debate sobre la película “Negación”, que trata el conflicto entre la historiadora Deborah Lipstadt y el escritor David Irving a raíz de una publicación sobre el holocausto, y hasta se le dio acceso a las páginas del Diario de Ana Frank.

Como cierre del curso, el Centro Simon Wiesenthal logró que el Museo del Holocausto de Buenos Aires les abriera las puertas para realizar una visita guiada y privada en sus instalaciones.

“Éramos cinco personas, la psicóloga y yo, que estuvimos en todo el proceso, y a ella le dijimos que traiga acompañantes. Vino con dos amigas. Estuvimos tres horas dentro del museo, analizando sobre todo el significado de la esvástica. Lo que significó este símbolo y qué había por detrás. Para que tenga en claro que no era un símbolo de guerra sino todo aquello que se opone a la convivencia en diversidad y a la vida democrática”, afirmó Gelblung.

La alumna también recibió una
La alumna también recibió una copia de la famosa historieta "Maus"

A su vez, tanto el decano de la FADU como el director del Centro Simon Wiesenthal analizaron el contexto de una estudiante universitaria que a sus 22 años todavía no podía tomar la dimensión completa del significado de una esvástica en la sociedad. Así, también se analizó el factor de la influencia de las redes sociales en los más jóvenes y cómo las burbujas de confort y de confirmación y refuerzo de los prejuicios propios pueden asentar una línea de pensamiento ajena a la realidad.

“Creo que hay que trabajar muchísimo en la defensa de la memoria, con todos los medios, los museos, los testimonios de los sobrevivientes, los testimonios fílmicos, pero a su vez trabajar con qué sucede con el antisemitismo en el día de hoy: todavía hay gente que dice ‘Yo no tengo nada contra los judíos, pero…’. Ahí se están repitiendo determinadas situaciones, como si te reconocieran el haber sido víctima en su momento, pero hoy ya no te quiero’. En eso hay que seguir trabajando”, afirmó Gelblung.

Por su lado, Cabrera añadió: “Con la explosión de las redes sociales, hoy la información es tal que tiende muchas veces a banalizarse. Entonces, ¿Dónde está el lugar donde se profundiza sobre esos temas? En las instituciones de formación y educativas. Entonces, me parece que esa es un poco nuestra responsabilidad”.

Como cierre del curso, fue la propia estudiante quien decidió escribir una carta al Centro Simon Wiesenthal y apuntada a aquellos que a día de hoy padezcan un desconocimiento total acerca de la definición de antisemitismo. En esa carta agradeció el trato recibido y recomendó realizar el curso a aquel que sienta que no está tan informado sobre el tema.

Por su lado, los representantes del Centro Simon Wiesenthal acompañaron a la estudiante a la FADU para presentar su propio informe sobre lo ocurrido.

“Previo al primer encuentro, no comprendía la importancia que tenía mi trabajo para algunas personas. Luego de la primera entrevista, descubrí que no era un castigo sino una oportunidad para entender y poder modificar aquellos pensamientos y conceptos errados que se encontraban dentro mío”, escribió la estudiante de 22 años en su carta.

Finalmente, el departamento jurídico de
Finalmente, el departamento jurídico de la FADU dio por cerrado el caso sin la aplicación de una sanción contra la estudiante

Y continuó: “A toda persona que considere implementar, en cualquier ámbito, una esvástica o cualquier otro símbolo de estas características y de tal magnitud, primeramente que se informe acerca del tema y nunca desestimar el impacto que puede llegar a causar”.

En tanto, el decano de la FADU valoró el trabajo en conjunto a nivel institucional de la propia UBA, la FADU, el Centro Wiesenthal y el Museo del Holocausto.

“Este fue el valor que tiene que tener una institución educativa, que es educar, formar, corregir y tomar el problema en una forma amplia. No quedarse en el castigo, que es el primer reflejo que puede aparecer”, afirmó Cabrera.

Por su lado, para Gelblung “este fue la muestra del enorme valor de la convivencia en la diversidad. Invito a que cada uno pueda trasladarse a esos momentos en los cuales en una escuela pública uno se encontraba con alguien que venía de una casa absolutamente diferente, y uno, creyendo que su mundo era el suyo, aprende que hay otro diferente”.

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