Infobae viene advirtiendo sobre la depredación pesquera en el Atlántico Sur y en los últimos días se conoció un monitoreo de Greenpeace, a través de imágenes satelitales, que expone la intensa actividad pesquera al límite de la zona económica exclusiva (ZEE) Argentina.
“El descontrol pesquero es tal, que a la fecha del monitoreo nos encontramos con mayor cantidad de buques bordeando las aguas argentinas que la cantidad de buques autorizados dentro de la ZEE”, alertó Luisina Vueso, coordinadora de la campaña por la protección del Mar Argentino de la organización ambientalista.
Según detallaron, se pudieron identificar aproximadamente 470 buques pesqueros. Además, entre estos se detectó 4 buques petroleros, equivalente a “gigantes estaciones de servicio” y 8 buques frigoríficos que reciben las capturas directamente de los pesqueros para transportarlas al país de destino final, sin pasar por ningún control.
La alta concentración de los pesqueros se detecta en el denominado “Agujero Azul”, localizado en el Mar Argentino entre la frontera de aguas internacionales y nacionales. Según detallaron, es un lugar codiciado por la industria pesquera por las características de su ecosistema marino, uno de los pocos en el mundo.
Según Vueso, “entre la oscuridad de la noche, la luz que resalta en la satelital desde el Agujero Azul es más notoria que la del Gran Buenos Aires desde el cielo. Ahí el ecosistema marino está sitiado por la ciudad de buques pesqueros en alta mar que aprovecha el vacío legal de las aguas internacionales para incurrir en prácticas no reguladas, actos ilegales e incluso la violación a derechos humanos. Durante la expedición en nuestro barco Esperanza, evidenciamos ecosistemas marinos devastados y contaminación por la misma industria”.
Según la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, actualmente la ZEE argentina cuenta hoy con 177 buques en operación pesquera a través de más de 1 millón de km2. Sin embargo, Greenpeace afirmó que al 23 de febrero en el “Agujero Azul”, que ocupa una superficie de unos 5 mil km2, se pudieron identificar al menos 470 buques, superando ampliamente la cantidad de barcos pesqueros en aguas nacionales.
El espectáculo es impresionante. Por la luminosidad, parece el sobrevuelo de una ciudad de mediano porte. Pero no. Son los buques extranjeros -chinos, coreanos, taiwaneses, españoles, portugueses- pescando en la llamada “Milla 201”.
La luminosidad es parte de la técnica de pesca: atraer los cardúmenes de Calamar Illex, una especie migratoria y fotosensible, de modo que se refugien de la luz debajo, precisamente, del casco de los barcos poteros, diseñados específicamente para la pesca del calamar, que con sus potas comienzan la captura.
“Estas imágenes muestran una vez más la urgente necesidad de proteger el Mar Argentino. Este año los gobiernos del mundo deben tratar en las Naciones Unidas el Tratado Global por los Océanos que permita la creación de una red de santuarios oceánicos en aguas internacionales, siendo el Agujero Azul parte de esta red”, afirmó Vueso.
Volúmenes en juego
Hoy en día cada uno de esos barcos está capturando entre 10 y 20 toneladas de calamar por día, dice Juan Redini, presidente de la Cámara de Armadores Poteros Argentinos (CAPA), la parte de la industria pesquera argentina dedicada al calamar. En diez días, estima Redini, esa ciudad marina de buques extranjeros pesca unas 30.000 toneladas, en un mes 90.000, en dos meses 180.000, con lo que ya supera lo que en todo el año pasado pescaron los poteros argentinos, 170.000 toneladas.
La flota extranjera, mayormente china, llegó al Atlántico Sur a mediados de diciembre, después de incursionar primero frente a las costas de Ecuador, Perú y Chile y cruzar por el Estrecho de Magallanes para llegar a la Argentina justo al inicio de la zafra del Calamar Illex, que sigue hasta julio/agosto.
El informe completo de Greenpeace
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