Regeneradores naturales del bosque por dispersar las semillas de los frutos que come, el muitú es la pava de monte más grande de Argentina y llega a pesar casi 3 kilos. El macho es negro con pico amarillo y la hembra barrada; ambos presentan una conspicua cresta en la cabeza y se encuentra en peligro de extinción en Argentina debido a la caza para obtener su carne y al desmonte de las zonas boscosas donde habitó.
La especie ocupaba las selvas y bosques del noreste del país, en las provincias de Formosa, Chaco, Santa Fe, Corrientes y Misiones, pero durante el siglo XX se extinguió en las tres últimas.
Por ello, el regreso de esta especie al Parque Nacional Iberá significa “el retorno de un importante actor en la restauración de bosques nativos, abriendo paso hacia un ecosistema vibrante y funcional con sus interacciones ecológicas”, dijo Sebastián Di Martino, director de conservación de la fundación ambientalista Conservation Land Trust Argentina, cuando se iniciaba el proyecto de reinserción.
Se estima que en Argentina el número de individuos maduros no superaría los 2.500 y las poblaciones más viables se encuentran en los bosques en galería del este de Formosa y de manera aislada y escasa en el extremo noreste de Chaco, en la región del Chaco Húmedo.
Los nacimientos que abren la esperanza
Los tres primeros pichones de muitú nacido en Corrientes tras 50 años llegaron en febrero de 2021 en el sector de Iberá conocido como Yerbalito y forman parte del proyecto de reintroducción que llevan adelante la Fundación Rewilding Argentina y la provincia de Corrientes.
El muitú es un ave frugívora y se alimenta de los frutos grandes que dan muchas especies de árboles que solo pueden ser ingeridos por aves o mamíferos de gran tamaño, como el suyo. Al desaparecer estas especies ya nadie dispersa esas semillas, los árboles ven dificultada su reproducción y las selvas y bosques se empobrecen.
Para revertir esa realidad, “tanto por su estado de conservación como por su rol en los ecosistemas en los que habita, nos planteamos el inicio de la reintroducción experimental de muitú dentro del Parque Iberá. La recuperación de esta ave no sólo permitiría aumentar el número poblacional de una especie que se ha perdido en gran parte de su distribución original, sino que permitiría recuperar su rol como regenerador de bosques mediante la dispersión y control de semillas de gran porte”, aseguraron desde Conservation Land Trust Argentina.
Sumado al efecto ecológico de restaurar el muitú en el ecosistema, la reintroducción de esta especie representaría otro recurso importante para la producción de naturaleza que se viene desarrollando en la región, basada en el ecoturismo y el avistaje de fauna.
Con esos fines, su retorno comenzó a gestarse en el año 2019, con el arribo de los primeros ejemplares del Refugio Bella Vista, ubicado en la localidad de Foz do Iguaçu. Luego de atravesar los chequeos de cuarentena y un período de aclimatación en grandes corrales de presuelta construidos en Iberá, las aves fueron liberadas a finales de enero de 2020.
El equipo de reintroducción de la especie notó durante la semana pasada que eclosionaron los huevos que habían depositado dos de las parejas reintroducidas y que nacieron los tres primeros pichones del proyecto.
“Los pollos enseguida abandonan el nido, pero permanecerán con sus padres durante varias semanas hasta que puedan valerse por si mismos”, contaron desde la fundación.
La vuelta del muitú a Corrientes y al Iberá contribuye a mejorar la crítica situación de conservación que posee esta especie, recupera su rol ecológico de regenerador de bosques en Iberá y aporta al desarrollo local, consolidando a Iberá como un destino turístico de nivel internacional para la observación de fauna silvestre.
Antes, gracias al mismo proyecto nacieron dos yaguaretés y tras 70 años de considerarlos extintos, dos cachorros junto a su madre fueron liberados en el Parque Nacional Iberá, en Corrientes.
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