Lala (63) lleva una pollera estampada y una musculosa blanca con el símbolo de la paz. Vino desde San Miguel, provincia de Buenos Aires en su camioneta Ecoesport, la estacionó frente al Cabildo. Se baja del auto, y se trepa al techo, allí alza una bandera argentina. Lleva puesto anteojos protectores y barbijo. La gente la mira, le toma fotos. “Soy la señora del techo, ves cómo tiene bollos el auto son de todas las otras marchas”, le cuenta a Infobae.
“Estoy acá parada porque quiero mantener la distancia social y no quiero dejar de manifestarse. Me tengo que cuidar por mi madre que es población de riesgo, y por todos los ciudadanos argentinos. Vengo siempre a hacerme escuchar pero con distancia”, admite.
Lala esta jubilada, es relacionista pública, no quiso revelar a quién votó en las elecciones presidenciales de 2019. Pero sí precisó que viene a cada manifestación, desde la primera de la cuarentena. “Ves que tengo una remera con el símbolo de la paz, no es casualidad, es lo que soy….”.
Del otro lado de la plaza, junto a los pies de la reja de la casa de gobierno, el grupo Jóvenes Republicamos ideó una instalación un tanto provocativa: bolsas negras como muertos con carteles donde se lee ‘Estaba esperando la vacuna pero se la dieron a Hugo Moyano, Daniel Scioli, Martín Guzman... entre otros .” Venimos a marchar de una manera y queríamos hacer algo distinto e impactante por eso las bolsas negras que representan a los muertos porque el gobierno prefirió darle la vacuna al listado VIP y le quitó la posibilidad de vacunarse a otros”, aseguró Maia Ocampo, 24 años.
Los curioso se acercan, miran y registran la propuesta. “Logramos hacer nuestro cometido porque sino siempre es lo mismo hay que usar la creatividad”, agrega. La puesta en escena se viralizo en redes, incluso el presidente tuiteo al respecto.
Cerca de las 18.00 la plaza estaba copada por los autoconvocados a través de las redes bajo distintos hashtags #27F #yovoy, en su mayoría optaron por llevar banderas argentinas en las manos, barbijos celestes y algunas cornetas o cacerolas para hacer ruido frente a la Casa Rosada.
Cerca de las 18.00 la plaza estaba copada por los autoconvocados a través de las redes bajo distintos hashtags #27f #yovoy, en su mayoría optaron por llevar banderas argentinas en las manos, barbijos celestes y algunas cornetas o cacerolas para hacer ruido frente a la Casa Rosada.
Las altas temperaturas que se registraron este sábado obligaron (30 grados ) a usar su ingenio. Agustín (22) ideó un circuito eléctrico individual para refrigerarse y evitar el golpe de calor. “Hace dos años que lo estoy armando, era como una especie de aire acondicionado a pilas. Ya gasté unos 500 dólares. Estoy estudiando ingeniería electrónica, y creo que hay que apostar a la innovación por eso también vengo a reclamar “.
El muñeco de cuatro metros altura de la justicia de goma espuma y bata blanca es otro de los protagonistas de cada marcha. “Hace seis años que lo armamos y nos nos perdemos ningún reclamo importante“, dice Chango, (73), uno de los vecinos de zona sur que integra el grupo. Popular en las manifestaciones, la gente ya conoce y reconoce a la marioneta justiciera, se acerca y les pide fotos.
Lorenzo está sentado en una silla de camping en la entrada del imponente banco Nación. Tiene 86 años, es jubilado y vino junto a su mujer, su hija y su yerno. “Ellas van a la plaza pero como no puedo mantenerme de pie por mucho tiempo, además soy cardiaco me armaron esta platea”, admite.
Dedicado al agro desde siempre, Lorenzo se mantiene vital haciendo actividad física por las mañanas, usa la computadora para hacer sumas y restas. “Ví mucha gente enferma, amigos, allegados, e incluso seres perdidos que perdí, por eso hay que hacerse escuchar, aunque sea de lejos como yo”.
Gerez, carpintero de 53, le puso algo de sarcasmo a la situación y armó un cartel que dice ‘Sputnik , última dosis oferta’ .“Tenía una jeringa en el taller, le agregué un clavo y armé el cartel. Me rio para no llorar, lo vengo hacer en paz y tranquilo”.
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