Los secretos de la herencia de Manubens Calvet: U$S 225 millones, 79 beneficiarios y un “hijo” que no pudo acreditar su identidad

En una entrevista exclusiva con Infobae, el juez cordobés Carlos Isidro Bustos -que resolvió el caso de la millonaria herencia que se extendió por casi 40 años- contó los pormenores. En esa negociación, el autoproclamado hijo del estanciero, Manuel Maidana, logró alzarse con una pequeña parte después de reclamar el 100%

El juez Carlos Isidro Bustos, Juan Feliciano Manubens Calvet y Manuel Medina, el heredero que quiso quedarse con el 100% y solo obtuvo una pequeña parte

El juzgado de 32° Denominación de la Justicia de Córdoba se encuentra en el subsuelo del Palacio de Tribunales I, ubicado apenas a unos metros de la sede de la municipalidad de la capital cordobesa, en pleno centro de la ciudad.

Para llegar hasta la oficina de su titular, Carlos Isidro Bustos, hay que hacer un largo paso por el salón de los pasos perdidos, bajar las escaleras, atravesar algunos pasillos y llegar finalmente a la primera de las tres puertas que ocupa el juzgado. Allí se puede leer un cartel que dice: “Barandilla exclusiva. Sucesores Manubens Calvet”. Un sector exclusivo donde se guarda toda la documentación de este caso.

El juez Bustos fue el encargado de terminar con el proceso de litigio más largo de la historia de la Justicia Cordobesa. El letrado tuvo a su cargo tras 39 años: negociar, repartir y acordar con todas las partes la fortuna de Juan Feliciano Manubens Calvet tasada en 225 millones de dólares.

El Juez Carlos Isidro Bustos, que tomó la causa y logró destrabar el conflicto

La herencia estaba compuesta compuesta por 38 bienes inmuebles que sumaban en total 148 mil hectáreas, y que debió ser repartida entre las 79 partes que componían la descendencia de sus hermanos: Herminia Manubens de Medina, Dolores Antonia Manubens de Hormaeche, Reginaldo Félix Manubens Calvet, José Carlos Munubens Calvet y Ramón Carlos Manubens Calvet; los acreedores entre los que se encontraban los abogados que intervinieron en el proceso y los “acreedores contingentes” entre los que se encontraban: la supuesta última pareja de Manubens Calvet, Margarita Woodhouse, Manuel Antonio Maidana, quien aún hoy reclama ser hijo de Juan Feliciano y el abogado José Raúl Whitingslow quien obtuvo cesiones de derechos tras destrabar un intento de estafa de una mujer que decía ser hija del millonario.

Bustos abre la puerta de su despacho, despide a una mujer, su hija y un abogado que se encontraban con él. ¿Quiénes eran? Parte de los sucesores de Juan Feliciano Manubens Calvet quienes aún hoy, 40 años después se encuentran arreglando cuestiones administrativas correspondientes al acuerdo al que se arribó en Julio de 2020, tras 39 años de litigio.

“El 5 de marzo, se cumplen 40 años del inicio de la causa de declaratoria de herederos”, relata el juez Bustos -44 años, sanjuanino de nacimiento y cordobés por adopción- a Infobae.

Y continúa: “Sin dudas que esta causa fue enorme y muy compleja. Juan Feliciano Manubens Calvet era un gran hacendado de Villa Dolores que tenía inmuebles por todos lados. En el año 1981 fallece sin tener descendencia, tampoco estaba casado”.

Juan Feliciano Manubens Calvet, que falleció en 1981, dejó una herencia de 225 millones de dólares que recién el año pasado se comenzó a repartir

-¿Cómo comenzó el litigio?

-El mismo día que se murió el hombre se presentaron 4 demandas en diferentes tribunales de Córdoba. Eran 4 sobrinos distintos. Los intereses y las disputas eran enormes. Era una cantidad de dinero impresionante. Como sus hermanos ya estaban muertos, quienes tienen derecho de representación son sus hijos. Entonces vienen los hijos e inician la declaratoria. Cuando fallece un familiar generalmente se contrata un abogado, se juntan entre los deudos y comienzan a hacer la declaratoria, a los 6 meses se inicia la demanda, es todo un proceso. Acá todo empezó ese mismo día, con 4 demandas distintas. De entrada no había diálogo y comenzaban las complicaciones de la causa.

-A eso había que sumarle los supuestos hijos que aparecieron en el proceso, ¿no?

-Claro, otro de los problemas son los supuestos hijos no reconocidos que empiezan a aparecer. Estas personas que se atribuyen la calidad de hijos, también reclamaban la potestad de administrar los bienes. En primer lugar el caso de una mujer paraguaya que realizó un intento de estafa y luego el de Manuel Maidana, el más conocido. Después apareció otra señora con un poder que aseguraba ser la pareja, que tiene un poder no firmado pero si con la impresión del dígito del difunto. Ella aseguraba haber sido pareja, y socia en el último tramo de su vida ya que administró los bienes de él.

Manuel Antonio Maidana, con su nuevo documento como Manubens Calvet. Siempre dijo que era su hijo, pero nunca se acreditó

El caso de Manuel Antonio Maidana, hoy Manubens Calvet

Manuel Maidana nació en 1954 en Corrientes y nunca conoció a su padre. Según su propio relato, se enteró que era hijo de Juan Feliciano Manubens Calvet por lo que le contaron terceros. Su madre, quien no hablaba castellano, jamás le dijo quién era su padre. Pero dentro de su propia investigación para conocer su identidad, Manuel encontró un acta de nacimiento, unas fotos y demás elementos que lo llevaron reclamar su identidad y con ello su potestad para administrar la herencia.

En la resolución de Julio de 2020, el Juez Bustos le otorgó un porcentaje de la herencia a Manuel Maidana, en un todo de acuerdo con la totalidad de las partes, algo que no había sucedido en todo el proceso. A pesar de que este pacto entre las partes fue hecho en confidencialidad, se calcula que Maidana recibirá cerca de 7 millones de dólares, dependiendo de los montos finales en que se vendan los bienes.

-¿Cuándo aparece Manuel Maidana, finalmente uno de los beneficiarios?

-Unos años después de muerto Juan Feliciano, asegurando que era su hijo. Ahora la corte le permite usar el apellido de Manubens Calvet, pero su identidad nunca fue confirmada. Maidana tenía alguna serie de presunciones posibles. Su madre había tenido un contacto con Manubens Calvet en una estancia en Entre Ríos, había alguna fotografía, un acta firmada en San Luis, digamos que tenía algunos elementos de dónde agarrarse.

Dolores, una mujer paraguaya que se presentó como hija de Manubens Calvet. Para la justicia, fue una estafa

-¿Y los herederos reconocidos nunca lo quisieron aceptar?

-No, porque al declararse hijo de Juan Feliciano, este hombre reclamaba el 100% de la herencia, con lo cual dejaba a todo el resto fuera de toda negociación. La estrategia que armaron los herederos colaterales, es decir los sobrinos y sobrinos nietos fue atacarlo desde el punto de vista penal y desde el punto de vista civil. En el delito de competencia federal, que es la supresión de identidad y por utilización de un instrumento público, allí sale condenado Maidana en primera instancia, pero apela y lo absuelven.

-¿Y a su vez inicia la demanda para hacerse con la herencia?

-Maidana en la Justicia de Córdoba había iniciado dos demandas: el juicio de filiación y la petición de herencia. Cuando gana Maidana en sede penal, lo único que les queda era la demanda en la justicia civil. A todo esto ya habían avanzado los años 90.

-¿Pero cómo llega Maidana hoy a obtener beneficios sin ser aceptado como hijo de Juan Feliciano?

-El tema es largo. El juicio se dilata tanto, que Maidana llega a estar 20 años procesado en la justicia de Córdoba sin condena. Hay un principio que sale de los pactos de San José de Costa Rica que se llama la “Duración razonable de las causas”. Esto quiere decir que vos no podés estar procesado sin condena por equis cantidad de tiempo que es además correspondiente al delito del cual se está juzgando. Maidana se aferra a esa estrategia de defensa. La Cámara del Crimen de Córdoba se lo rechaza. Sus abogados recusan el fallo al Tribunal Superior de Justicia de la Provincia que falla de la misma manera, vuelven a apelar a la Corte Suprema de Justicia y la Corte le admite la queja.

Uno de los cuerpos de la causa por la herencia de Manubens Calvet

-A pesar de eso Maidana continúa su reclamo por la herencia...

-Aquí pasa algo curioso, Maidana no impulsa la causa por un año. Inmediatamente, los herederos colaterales le piden la perención de instancia. Es decir que piden al Juez que entienda que si la parte no continúa con el proceso es porque no tiene interés. La Cámara le dice que sí, que había perención de instancia. Maidana vuelve a apelar y el Tribunal Superior le dice que había perdido el juicio por perención. Pero asimismo el fallo le dice que como lo que reclama es un derecho a la identidad, eso es imprescriptible, por lo cual puede comenzar el juicio de nuevo.

-¿O sea que empezaba todo de nuevo? ¿Cuantos años habían pasado?

-Corría el año 2018 ya. ¿Que hace Maidana, al saber que su demanda es imprescriptible? Ingresa la misma demanda después de 37 años. ¡El mismo proceso! El juez Pereyra Esquivel (N de la R: quien tuvo la causa a su cargo hasta su jubilación en 2017) no le da trámite a la demanda, ¡Porque era una bomba! Después de 37 años comenzaba todo de nuevo.

-Y en ese estado de cosas le toca a usted la causa que llevaba 37 años y casi todo por resolver.

-Cuando yo me aboco a la causa, estábamos en esa instancia. Que además de todas estas complicaciones, había sido administrada por 35 años por terceros. Nunca se ponían de acuerdo en cuántos bienes había, ni cuánto costaban, ni cuánto se debía, ni nada. Había 79 partes. Era un caos.

La oficina del juzgado cordobés que lleva la causa Manubens Calvet y está dedicada enteramente a guardar la documentación del caso

-¿Cómo se llega a tener 79 partes?

-Es que el proceso fue tan largo que los herederos se multiplicaban. Cada vez que se moría un heredero, tenía 4 hijos, y se moría uno de los hijos y tenía otros 6. Terminamos con 79 partes, algunas de los cuáles eran sobrinos bisnietos.

-¿Por dónde empezar, no?

-En ese momento la justicia de Córdoba saca una ley para que los procesos civiles se puedan hacer de manera oral. Ocho jueces somos nombrados ese año y nos sometemos a un proceso de capacitación y entrenamiento en negociación, en neurolingüística y otras capacidades para utilizar en los juicios orales. Cuando yo empecé a ver eso dije: por acá es la cosa.

-Pasó a ser una gran negociación.

-En julio de 2018 le dije al Tribunal Superior de Justicia que me presten una sala del edificio que es un gran anfiteatro. Convocamos a las 79 partes, que a su vez estaban acompañados por sus abogados y demás interesados. Eran 180 personas. Hicimos una audiencia conjunta a todos y les dije: “Este juicio lleva casi 40 años y es algo que la justicia de Córdoba no se puede permitir. Esto se va a dividir. Porque más allá de la plata, lo que acá se está perdiendo es tiempo. Acá hay gente que este proceso los está consumiendo”.

Margarita Woodhouse, una de las 79 partes litigantes en la herencia de Manubens Calvet

-¿Y se lo aceptaron así nomás?

-En la audiencia conjunta se veían situaciones muy particulares. Había uno de los titulares de las partes con un traje importado, un reloj importante y al lado se sentaba un repositor de supermercado que todavía tenía la remera puesta. ¡Esto es verdad eh, fue así! Había un universo de necesidades e intereses muy complejo. Finalmente entendieron que si seguíamos así perdían todos. Además, ya había fallecido casi por completo una generación de herederos sin resolver nada. Por suerte eso lo vieron y entendieron.

-¿Y cómo fue esa aceptación de un hijo que nunca había sido reconocido como tal?

-Maidana dice ser hijo, por lo cual reclamaba para sí el 100 por ciento de los bienes. Pero no tenía ninguna sentencia judicial que diga que era hijo. Sólo tenía el fallo de la Corte que le permitía usar el apellido y la posibilidad de que todas las causas en su contra prescriban.

-O sea que no tenía una comprobación real de identidad.

-No, y al no tenerla, no tenía derecho a la herencia. Pero como tenía esta situación de poder comenzar todo de nuevo, podía llegar a trabar todo por años y años con su nueva demanda. Lo que hicieron los herederos reconocidos fue acordar sobre derechos transigibles. Es decir darle una parte de la herencia. A cambio de esto, Maidana frena todos sus reclamos. La nueva causa de Maidana ya se había elevado a juicio y ya tenía fecha fijada de audiencia. Para empezar todo de nuevo.

-¿Maidana se salió con la suya entonces?

Muchos dicen que Maidana fue uno de los grandes beneficiarios. Pero yo no lo veo así. Si vos estás reclamando el todo, el 100% de una herencia y te vas con una pequeña parte, no se puede decir que hayas ganado.

El casco de la estancia Pinas: 105.385 hectáreas en los departamentos de Minas y Pochos, en el oeste de la provincia de Córdoba, uno de los inmuebles de Manubens Calvet

-¿Allí se destrabó todo?

-Tuvimos situaciones similares con los herederos de Woodhouse y con los de Withinglow, los otros acreedores contingentes o litigantes. Además previamente acordamos con los acreedores, entre los que estaba la AFIP y la Justicia de Córdoba. Calculen ustedes la cantidad de trámites que se habían hecho sobre los que nunca se había pagado la Tasa de Justicia, que se abonaron 180 millones de pesos por este concepto. ¡180 millones de pesos!

-¿Y los herederos como cobraron?

-En un principio, todos querían dinero. Pero lo que hicimos luego de la tasación y la valuación, fue acordar el reparto de la herencia con los mismos bienes inmuebles. Eso fue otra de las cosas que destrabó la situación. Todo lo que se repartió fue en porcentajes de inmuebles . Algunos aún hoy se están liquidando o vendiendo y de allí se sacan en los porcentajes que le toca a cada uno, pero eso ya no entra por cuenta del juzgado. El trabajo que hicimos con el equipo de peritos liquidadores fue ordenar todo, pagar todos los acreedores, inclusive al Estado e ir realizando todos los trámites administrativos para su entrega. Este proceso administrativo aún sigue.

-¿Entonces la causa llegará a cumplir 40 años?

-Si, ahora, el 25 de febrero hay una última cantidad de bienes que van a ir a remate para terminar de pagar a los herederos. Es un lote de maquinarias y herramientas. Falta la mensura de todos los campos del oeste, trámites de vialidad, de agua para riego, de medioambiente. Aprobar los balances pendientes de administración. Trabajaron 8 contadores de 2 estudios importantes, un asesor impositivo, un asesor financiero, agrimensores, un ingeniero agrónomo, peritos y abogados. Son trámites que todavía quedan pendientes. Pero ya no hay cuestiones litigiosas. Sólo administrativas.

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