“Hay un montón de gente que se vacunó y que no debería haberse vacunado”, consideró el intendente Guillermo Britos. “Se ha vacunado a personas como agentes o personal de salud cuando en realidad no lo son”, sostuvo el secretario de Salud municipal José María Caprara. “El proceso de vacunación se está desarrollando con total normalidad y dentro de los protocolos establecidos por esta autoridad de competencia”, respondió, a través de un comunicado, la Región Sanitaria X del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. Hay una controversia en ciernes: la aplicación de vacunas a personas ajenas al sistema de salud, en oposición al esquema de prioridades oficial del gobierno nacional que establece que el “personal de establecimientos de salud públicos y privados” tiene prioridad en el plan de vacunación por sobre cualquier otro sector de la población.
La polémica nació y escaló desde las redes sociales. El malestar lo engendró la publicación de fotografías de militantes jóvenes recibiendo la vacuna y luciendo, en algunos casos, la venia peronista. El alarde o el orgullo con el que lucían en las imágenes despertó un repudio masivo. El sábado 13 de febrero, cuando el tema estaba en ebullición, aparecieron las primeras declaraciones formales dándole crédito a lo que se denunciaba en redes sociales.
“Al día de la fecha se llevan vacunadas 1.301 personas, todas ellas personal del sistema sanitario luego de cumplir todos los requisitos establecidos. La supervisión del cumplimiento de la vacunación al personal del sistema sanitario es responsabilidad del Hospital Municipal, debiendo solicitar acreditación del lugar de trabajo de cada persona que se presente con el turno para corroborar la veracidad de los datos”, dice la misiva oficial emitida por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires desde la Región Sanitaria X –cuya sede es Chivilcoy– y compartido por la directora del organismo, Carolina Di Nápoli, que se reconoce licenciada en Trabajo Social, docente y militante del Frente de Todos.
La cartera de salud provincial se defiende de las acusaciones con un comunicado en el que asigna responsabilidad al Hospital Municipal que depende, precisamente, del órgano sanitario del municipio. A Infobae le advirtieron que las acusaciones son falsas y que no recibieron ninguna denuncia formal sobre irregularidades en el proceso de vacunación de parte de las autoridades de Chivilcoy.
El intendente, ex comisario y representante del bloque Consenso Federal, habló dos días después de que las publicaciones provocaran una repulsión instantánea. Su posición es férrea y cuestiona el proceder de los organismos provinciales: “Hay gente que se ha vacunado que, en principio, no son esenciales, o al menos así lo entiende la comunidad, por lo que se deberá analizar caso por caso para saber si es legal o no lo que están haciendo”. Calificó de “falta de respeto” las publicaciones en redes sociales de jóvenes ajenos al sistema sanitario vacunándose: “Esto solo ha generado dolor y cuestionamientos entendibles en muchas familias”.
Especificó que, precisamente, él no se vacunó porque no pertenece a algún grupo de riesgo y que ningún militante de su partido lo ha hecho. “Quiero dejar en claro la honorabilidad y el trabajo serio de Elsa Benzo en el vacunatorio del Hospital, como de los directores y el secretario de Salud, ya que ellos nada tienen que ver con lo que ha estado circulando en las redes sociales. La responsabilidad neta y absoluta de esto es de Región Sanitaria X, que es desde donde se confecciona el listado, y desde donde, incluso, han presionado a nuestro secretario de Salud para que se respete dicho listado de turnos”, expresó el líder comunal en diálogo con Radio Sónica.
El cruce de versiones entre el gobierno provincial y el municipal es evidente. Britos explicó que la vacunación a un supuesto personal “trucho” de salud no es decisión suya, del secretario de Salud ni de los enfermeros que vacunan. “Es un turno asignado”, exclamó, asignándole responsabilidad al sistema de turnos que se confecciona a nivel provincial. Caprara, por su parte, agregó que aún restan vacunarse 500 trabajadores de salud.
“La secretaría no avala esta práctica –dijo el secretario–. Tenemos la directiva de vacunar a personas que están en la primera línea de asistencia tanto hospitalaria como los de la carpa, como les decimos acá a quienes atienden a las personas con sospecha de covid-19”. En diálogo con Infobae, reveló que él mismo investigó y comprobó que se había inoculado a personal que no es “estrictamente” de salud. “Hablamos con una chica de 18 años que había publicado en las redes sociales una foto de ella vacunándose. Fue contratada para la campaña de vacunación pero no está trabajando en salud. Teóricamente han sido vacunados para el futuro”, reconoció.
Los medios locales informaron que desde La Cámpora asumieron que los jóvenes que recibieron la vacuna trabajan en las postas de vacunación o bien que participarán del operativo de vacunación en geriátricos, de modo que se encontraban autorizados para ser inmunizados por razones sanitarias. Hace una semana, a través del PAMI, Chivilcoy ya empezó la campaña de vacunación en residencias de larga estadía para nuestros adultos mayores que fue calificada como “histórica”. Uno de los jóvenes que expresó en las redes sociales su alegría por ser vacunado (y después borró el posteo) participó del programa en calidad de coordinador.
El intendente también relativizó este argumento: “Entiendo que primero deberían vacunarse docentes, personal de desarrollo social, de seguridad y todos los que están en mayor riesgo antes que chicos de 18 años que probablemente vayan a trabajar en la campaña de vacunación dentro de dos meses. Hoy hay muchísimos vecinos mucho más en riesgo que ellos”.
Caprara retrotrajo la polémica al 30 de diciembre, el primer día de vacunación en Chivilcoy. Ese día, cuando sobrevolaba el estigma contra la Sputnik V y las revistas científicas internacionales no habían publicado informes de su efectividad, no había profesionales de salud disponibles para vacunar. Asistieron personas fuera del rango de las prioridades. “Eso fue rápidamente corregido –explicó–. Para la segunda jornada de vacunación ya nos daban potestad a la posta sanitaria para vacunar a quienes presentaran documentación que constatara su servicio en la salud”. Pero pronto llegó una contraorden: la turnera había que respetarla sin cuestionamientos. El secretario habla de contrasentidos en las indicaciones provinciales.
La polémica resonó en la interna peronista que atraviesa Chivilcoy, tierra de Florencio Randazzo. El Partido Justicialista local exigió a las autoridades competentes, mediante un comunicado, “que se expidan sobre los trascendidos que circulan por distintas redes sociales, sobre la presunta vacunación a personas que, conforme el cronograma establecido por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, no deberían estar incluidas en esta primera etapa”. Reclaman explicaciones para dárselas al personal de salud, educación, seguridad, nuestros adultos mayores y personas de riesgo.
“El peronismo no tiene nada que ver con esto. Esto tiene que ver con las autoridades de Salud de la provincia y de la Región Sanitaria, nosotros hacemos un pedido expreso de rever esta situación. Aún no está el cien por ciento del personal de salud vacunado, a pocos días del comienzo de clases, los docentes tampoco lo están, ni las fuerzas de seguridad, ni las personas de riesgo además”, expuso Sebastián García, secretario de la Juventud Peronista de la ciudad. Las críticas refuerzan las rispideces entre el kirchnerismo duro y los fieles al randazzismo. Y las declaraciones cruzadas evidencian los contrastes entre los líderes municipales y el gobierno provincial.
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