Familiares y amigos de víctimas de violencia de género, además de militantes y referentes de organizaciones sociales y estudiantiles, marcharon frente a los tribunales de todo el país en repudio del femicidio de Úrsula Bahillo. Convocados por la agrupación Ni Una Menos, los manifestantes exigieron reformas en la Justicia para evitar nuevos crímenes como el cometido en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires.
La convocatoria del colectivo feminista tituló la protesta “Por Úrsula, por todes”, e invitó a diferentes agrupaciones e individuos de todo el país a sumarse al reclamo. La cita comenzó a las 17 en la puerta de todos los Tribunales del país y el reclamo se basa en el pedido de agilización y mejoras en la Justicia para evitar otros femicidios.
Madres de víctimas de violencia de género cuyos casos tuvieron repercusión a nivel nacional se dirigieron a las principales movilizaciones para sumar su adhesión. Jimena Aduriz, madre de Ángeles Rawson, fue una de ellas. En diálogo con A24, declaró: “Esta marcha es un grito desesperado para que no nos sigan matando. Por favor, es un horror. Les agradezco un montón el apoyo para todas las mamás que tienen que lamentar una muerte a manos de un violento. Yo lo he pasado, sé lo que es, y lloro con ellas y con cada una de las que mueren”.
“Tenemos que comprometernos desde nuestro lugar a trabajar fuertemente, por supuesto, en la concientización, la educación y todo con lo que venimos trabajando. Pero también revisar qué es lo que pasa en el sistema, que una víctima es tan vulnerable después de haber denunciado. Las chicas se mueren habiendo denunciado, con perimetrales y teniendo una restricción”, señaló.
Patricia Nasutti, la madre de la joven asesinada a puñaladas por su ex novio, fue recibida por Alberto Fernández en la Casa Rosada instantes después de las 15:30 hasta cerca de las 18. Ingresó con un cartel que reza “Justicia por Úrsula”. También participaron del encuentro la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; de Justicia, Marcela Losardo; y de Seguridad, Sabrina Frederic.
Cuando finalizó la reunión, habló con la prensa y dijo: “El Presidente nos recibió, estuvimos reunidos dos horas y fuimos muy bien escuchados. Hicimos el pedido que como mamá y papá necesitamos, que es ser escuchados para que la Justicia cambie, para que no haya otra Úrsula. El Presidente nos ha prometido varias cosas, que las va a cumplir”.
La madre de Úrsula contó que Alberto Fernández se había ofrecido a ir a su casa en Rojas para mantener la reunión, pero al enterarse de que iban a viajar a la Ciudad de Buenos Aires para participar de la marcha, les ofreció encontrarse en la Casa Rosada. “Voy a reservar lo que hablé con el Presidente porque sinceramente no lo conocía más que por televisión. Me dio su celular personal, al igual que las ministras (que participaron de la reunión), y nos dijeron que están a nuestra disposición”, contó.
Les pidió a los argentinos que “se saquen la bandera política” que pueda tener cada uno para apoyar la causa contra los femicidios. Y concluyó: “Lo que les puedo decir es que Alberto Fernández me escuchó como mamá y me voy totalmente contenta, a pesar de la tristeza que tiene mi alma”.
Úrsula Bahillo fue asesinada a puñaladas el 8 de febrero pasado por su ex pareja, el policía de la Bonaerense Matías Ezequiel Martínez, en un descampado cercano a la ciudad de Rojas.
Úrsula había denunciado a Martínez en dos oportunidades por violencia de género y por romper el límite perimetral que se le había impuesto, pero aun así la asesinó de 15 puñaladas en todo el cuerpo después de llevarla en su auto a las afueras de la ciudad.
Tanto Bahillo como su madre habían apelado a todas las herramientas de denuncia disponibles. Pero las irregularidades cometidas en la Comisaría de la Mujer de Rojas, sumadas a la sospecha de que hubo encubrimiento del personal policial a Martínez de parte de otro integrante de la fuerza, condujeron hacia el desenlace fatal.
“¿Qué pasa cuando una mujer, lesbiana, travesti o trans denuncia violencia de género? Espera horas que la atiendan en la línea 144, y cuando sucede le dicen que vaya a la comisaría a hacer la denuncia o a la Oficina de Violencia Doméstica si está en CABA. Otra vez la espera de horas, y la revictimización. Con suerte, consigue que se dicten medidas de protección: para todas las mismas”, había publicado la organización Ni Una Menos en el anuncio de la marcha en Facebook.
“La víctima está sola frente a la policía –que nos toma por locas– y a una Justicia que no escucha. Sola, salvo por el acompañamiento de amigas o de organizaciones feministas en el mejor de los casos. Solas, encerradas por ese sistema de medidas de restricción que nadie hace cumplir. Existen los refugios pero son pocos y siguen sosteniendo el paradigma de perderlo todo en un encierro obligado y privado de los afectos cercanos mientras los agresores siguen con su vida. En el caso de Úrsula, le dieron vía libre institucional al femicida. La Justicia es responsable”, completaron.
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