Un joven de Bariloche murió por hantavirus y desde el Ministerio de Salud de Río Negro llamaron a aumentar las precauciones. Afirman que la variante que circula en la Patagonia se transmite de persona a persona y que la reactivación de distintas actividades y la mayor circulación ciudadana podrían generar más infectados.
El fallecimiento fue confirmado por las autoridades del Hospital Ramón Carrillo de la ciudad y los resultados de los estudios enviados al ANLIS - Malbrán (Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud) en Buenos Aires indicaron que el deceso ocurrido el viernes en el centro de salud patagónico fue a causa del virus que transmite el ratón colilargo.
Los síntomas que el joven de 23 años había presentado consistieron en dolor de cuerpo, vómitos y diarreas, según detallaron sus familiares a medios locales.
En ese contexto, el coordinador de la Unidad Regional Epidemiológica y Salud Ambiental (URESA) zona andina de Río Negro, Eduardo Herrero, hizo hincapié en las medidas de precaución y en que el hantavirus “es endémico”. A su vez, aseguró que “no hay una gran cantidad de casos”.
Herrero insistió en que “el roedor está y la probabilidad de contagio está”, y para evitar contraer el virus destacó la importancia del uso de lavandina y el lavado frecuente de manos.
También subrayó la relevancia de la luz y la ventilación, moverse por senderos y campings habilitados, usar agua potable y no dejar basura expuesta a los animales transmisores.
Según las declaraciones reproducidas por Télam, señaló que en la montaña “es recomendable llevar un gotero con lavandina y poner una gota por litro, además de llevar un jabón”. “No desviarse innecesariamente de las picadas y si se junta leña hacerlo de día, dado que disminuye el riesgo por la luz ultravioleta del Sol”, resaltó.
Para concluir, alertó: “Podemos evaluar que la gente estuvo más en su casa por el coronavirus, se expuso menos y hubo menos casos. Hoy se está moviendo y quizás podrían llegar a aumentar el riesgo de contagio”.
El ratón colilargo es el principal roedor reservorio y transmisor, eliminando el virus a través de la saliva, heces y orina. El contagio al humano es por inhalación del virus, por contacto directo con roedores y sus deyecciones, pero la variante que circula en la Patagonia puede transmitirse de persona a persona.
La característica principal de estos animales es que tienen una cola muy extensa, de ahí su nombre. Habitan fundamentalmente en cuatro regiones: en el norte pueden encontrarse en Salta y Jujuy; en el centro, en Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos; en el noreste en Misiones; y en el sur, en Neuquén, Río Negro y Chubut.
Respecto a los síntomas, se parecen a los de un estado gripal. Pueden incluir: fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. En general no presentan congestión nasal o resfrío.
Tras algunos días puede aparecer dificultad para respirar, que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”. Se trata de un cuadro grave en el que la persona comienza con falla cardíaca y presión muy baja. Si no es tratada a tiempo, puede generar complicaciones e incluso la muerte. Deben ser asistidas en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.
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