La expectativa dista mucho de la realidad. Si bien el Gobierno tenía previsto recibir 5 millones de vacunas antes de fin de enero y otras 14,7 millones en febrero, los problemas con la producción de la Sputnik V en Rusia hicieron que al cumplirse el primer mes del inicio del plan de vacunas apenas 51 mil argentinos tengan aplicadas las dos dosis.
Las primeras 300 mil dosis de la vacuna rusa -que llegaron al país en un avión de Aerolíneas Argentinas el 24 de diciembre- comenzaron a aplicarse el 29 de diciembre en el Hospital Posadas y luego se extendió a las 24 provincias.
La cifra equivale al 93% del total del primer envío de la vacuna elaborada por el Centro Gamaleya y un poco más lento avanza la aplicación de las 300 mil segundas dosis que arribaron el 16 de enero.
De acuerdo a los datos abiertos que publica el Ministerio de Salud de la Nación a diario, la provincia de Tucumán es la que más atrasada está ya que apenas aplicó el 84% de las primeras dosis que recibió. Buenos Aires, en cambio, aplicó el 89% de las 123 mil primeras dosis que recibió, pero apenas vacunó al 4% con la segunda dosis. Mientras que la Ciudad -que recibió 23 mil de la primera dosis y priorizó a los profesionales de la salud- ya vacunó al 18% con la segunda dosis.
Frente a este panorama, que difiere mucho de lo anunciado por el gobierno de Alberto Fernández, la clase media se muestra muy crítica y desconfiada con respecto a la eficacia de la vacuna rusa.
Si meses atrás la vacuna traía esperanza a la Argentina, hoy esa expectativa e ilusión de “empezar a mejorar” no se percibe en la gente, de acuerdo a una encuesta realizada por Grupo de Opinión Pública (GOP) y Trespuntozero Investigación y Comunicación.
Y contrariamente a lo esperado, el inicio de la campaña de vacunación no emociona ni trae tranquilidad a más de la mitad de las 1.040 personas, mayores de 16 años, que fueron encuestadas entre el 4 y 5 de enero.
Del sondeo se desprende que el 58,5% tiene desconfianza sobre la capacidad del Gobierno Nacional de realizar un operativo de vacunación eficiente, sobre todo en los mayores de 50 años.
El nivel de desinformación y dudas en torno a la seguridad, efectividad y acceso a la vacuna es altísimo; y las críticas en materia sanitaria son hacia la comunicación y administración del Gobierno Nacional. Los acuerdos con el gobierno ruso también generan desconfianza hacia la vacuna en sí, y el resultado se ve en la baja predisposición a vacunarse.
“La clase media se está separando un poco del Gobierno, y son los que le dieron el triunfo a Alberto Fernández. Todavía no tiene confianza en la campaña de vacunación. Vamos a ver si esto varía con la llegada de más vacunas y el arranque la campaña general”, señaló a Infobae Raúl Timerman, consultor político y director del Grupo de Opinión Pública.
Al ser consultados sobre cuán segura es la vacuna Sputnik V desarrollada por el centro de investigaciones ruso Gamaleya, el 55,7% de los encuestados aseguró que es poco segura; sobre todo los jóvenes de entre 19 y 29 años.
A pesar de que los científicos rusos determinaron que su efectividad es del 92%, una cifra similar a las de Pfizer y Moderna, los argentinos se muestran incrédulos de estos resultados. De hecho, el 53% dijo que no se la aplicará contra el 34,5% que sí se la aplicará y un 11,6% que aún se muestra dudoso.
Para Timerman, “hay más confianza (37,4%) entre los residentes del AMBA que en los que viven en el interior del país (30,4%) porque toda la comunicación que se hizo al respecto fue en base a la primera reunión que Alberto Fernández mantuvo con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta”. El politólogo ponderó que “siempre fue una comunicación dirigida al AMBA y que recién en la cuarta o quinta reunión se refirieron a las provincias”.
Más allá de estas percepciones negativas, el 89,6% está al tanto del plan de vacunación y los votantes jóvenes del Frente de Todos son el segmento más informado sobre la vacuna rusa. “Pido mejorar la comunicación, también es una campaña en contra, es un terreno pantanoso. Es segura pero la gente tiene miedo igual”, aseguró uno de los jóvenes encuestados a modo de crítica hacia el Gobierno en los focus gropus liderados por Shila Vilker, directora de Trespuntozero.
De acuerdo a los resultados obtenidos, los jóvenes opositores que se identifican con Juntos por el Cambio son más escépticos y están más atentos a lo que informan los medios al respecto. “Hoy vi una noticia que decía que se echaron a perder 400 mil dosis de vacunas por el frío”, dijo uno de ellos.
Según los cálculos oficiales, los primeros que recibirán la vacuna rusa son un universo de 12.063.000: personal de Salud (763 mil personas); mayores de 60 años (casi 8 millones), personal de las fuerzas de seguridad y Fuerzas Armadas (500.000) y personas de riesgo por enfermedades preexistentes (2.800.000).
“Estamos seguros de que esto va a ir variando a medida que avance la campaña porque hay mucha gente que no quiere ser conejillo de indias y prefiere esperar a ver que pasa”, sentenció Timerman, quien se mostró convencido de que “en la medida que empiece la campaña de vacunación general y que todos conozcan a alguien que se vacunó y que no tuvo consecuencias, la gente va a ir adquiriendo confianza y se va a ir vacunando”.
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