El ministro de Salud de La Pampa, Mario Rubén Kohan, anunció que la provincia comenzará a utilizar como tratamiento para los pacientes con coronavirus la ivermectina, una droga que no está aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) como forma de tratamiento para pacientes con esta enfermedad.
“Para el jueves de la semana próxima, si no hay inconvenientes de logística, vamos a contar con el medicamento para iniciar el tratamiento”, detalló el funcionario durante una conferencia de prensa.
En esa oportunidad, Kohan aclaró que el fármaco que se va a utilizar es aquel que es “químicamente puro” y apto “para el uso en humanos”, ya que actualmente existe “mucha gente que recurre a moléculas impuras que son para uso veterinario”.
Además, detalló que este tratamiento se aplicará “en los primeros cinco días” después de que el paciente haya dado positivo de COVID-19, porque es “en la etapa prematura donde se ve el mayor éxito”.
En diálogo con TN, el ministro de Salud pampeano defendió la medida y aseguró que “la provincia está apta para trabajar en este contexto”, aunque “con la cautela que corresponde, con la responsabilidad, con un manejo controlado y con el seguimiento de los pacientes”.
“Yo quiero manifestar que no somos ingenuos. Hoy la ivermectina, aún las moléculas que no son aptas para consumo humano, se están consumiendo en muchas partes del país. Esto es una realidad que no podemos ignorar y la provincia lo que pretende es incorporarse en un programa de intervención monitoreado y ordenar su uso adecuado”, sostuvo.
El funcionario reconoció que se desanimó cuando una sociedad científica hizo un comunicado en el que desaconsejó el uso de esta droga para combatir el COVID-19, pero remarcó que “luego de los nuevos análisis publicados en el mundo, y el último en particular, encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, es “un camino adecuado” el que está tomando su administración.
Sobre este punto, Kohan se refería a las críticas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) que, ante “las innumerables consultas de los profesionales de la salud” y “la creciente generalización de la utilización” de este producto, emitió un documento en el que explicó que se trata de “una droga antiparasitaria de amplio uso en medicina humana y veterinaria, con dosis definidas para conservar un patrón de tolerancia y seguridad para indicaciones conocidas”.
“Además de su acción antiparasitaria, la ivermectina es un potencial inhibidor de la replicación viral del SARS-CoV-2. Sin embargo, la evidencia disponible in vitro sugiere que para alcanzar niveles efectivos de ivermectina se necesitarían importantes aumentos y potencialmente tóxicos de la dosis”, señaló el organismo.
En este sentido, el comunicado precisó que incluso si se aplicara en cantidades “hasta 10 veces mayores que las aprobadas, no alcanzarían las concentraciones efectivas” para combatir a la enfermedad del coronavirus.
“Hasta el momento la evidencia científica en curso que evalúa el uso de ivermectina sola o combinada con otras drogas para la prevención y/o tratamiento de la infección por SARS-Cov2 es de muy baja calidad y no han reportado datos claros de eficacia clínica”, agregó la SADI.
Además, la Sociedad de Infectología reconoció que existe “un estudio realizado en Argentina que evidenció que la administración de ivermectina al triple de dosis habitual en 45 pacientes habría producido mayor eliminación del virus en secreciones respiratorias”, pero aclaró que ese efecto se dio “sin correlación con mejoría clínica”.
“Es importante recordar que la ivermectina no es una droga inocua y aún a dosis terapéuticas puede provocar un número frecuente (>10%) y considerable de efectos secundarios adversos, desde leves a graves. Siguiendo los lineamientos de ANMAT, la utilización de una medicación en carácter de uso compasivo, solo se encuentra autorizada para pacientes debidamente identificados, lo que excluiría la utilización de la ivermectina en forma masiva como actualmente se pretende”, cerró el comunicado de este organismo.
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