Miles de turistas recorren año a año las aguas del lago San Roque en las excursiones que se ofrecen desde el centro de la ciudad hasta el paredón del dique donde se encuentra el famoso embudo, que sirve a la vez de vertedero del embalse.
Lo que no saben los que se suben al Vencedor, una de las tres embarcaciones de gran porte que realizan la excursión, es que el barco tiene una historia que lo vio nacer en la Alemania de la pre guerra mundial.
Fabio Gómez tiene 52 años y lleva 34 como capitán del Vencedor en las aguas del dique serrano, desde que cumplió 18 años y su padre le legó la tarea de timonear la vieja embarcación. Su vida está ligada a la que en algún momento fuera la “Piraña 34”.
“Se llama así porque fue construida en el año 1934. Es una lancha rápida de origen Alemán que tiene una gemela que está en Buenos Aires y fue construida en el año 1935: la P35”, cuenta Gómez.
Luego de perder la Primera Guerra Mundial, Alemania fue castigado por la liga de las naciones con varias sanciones militares: una de ellas era el tamaño y la cantidad de barcos militares que podían fabricar. Por eso en el periodo entre guerras en Alemania dominó la fabricación de lanchas rápidas, pequeños torpederos y barcos de pequeño porte. De allí proviene el Piraña, de servir en la Segunda Guerra Mundial como lancha torpedera.
La historia de su llegada a Carlos Paz la lleva primero al canal de Beagle y luego al puerto de Mar del Plata. “Perón las compra para la armada en el año 1949 y las mandan a patrullar el canal de Beagle”, cuenta el capitán del Vencedor o el Piraña 34.
“Allá trabajan por 20 años, primero en la Marina y luego en Prefectura, hasta que en 1969, son llevadas a Mar del Plata en un proceso de desmilitarización, en el año 1971 mi padre con su socio Benito Domínguez la compran en un remate de Prefectura y comienza su reconstrucción” explica.
“De todo lo que es el carrozado de cedro original, no había quedado nada, pero el casco de 7mm de espesor estaba intacto así como todo lo que son los ojos de buey de bronce y remaches, que ya tienen 87 años”, continúa Gómez.
“El casco que es completamente original, tiene una forma que lo ayuda a impulsarse. Se ensancha al medio y se vuelve a hacer angosto sobre la proa. Este barco tiene una navegabilidad única, es muy hermoso poder manejarlo”, explica Gómez.
En el año 1977, una vez finalizada su reconstrucción y transformación en un barco de paseo comercial, el barco llegó a Villa Carlos Paz, donde fue botado nuevamente al agua el 20 de junio, día de la Bandera.
“Desde ese momento el barco se ha mantenido en el agua llevando miles de turistas en los paseos por el San Roque”, explica el capitán.
El Piraña 34 tiene 16 metros de eslora y 3,50 metros de manga y puede transportar 40 tn con sus dos motores de 120 HPs, la misma potencia que tenían los “Garner” originales. En su época de patrulla, el Piraña contaba con dos ametralladoras de pie, una en proa y otra en popa.
“Además del casco hay dos cosas que se mantienen en este barco. Una es el nombre, que en el timón de mando mantenemos el Piraña 34 porque es mala suerte cambiar de nombre a una embarcación y la otra es el saludo a los marineros”, explica.
“Yo no se las cosas que pasó este barco en la época de guerra o de patrulla, pero cada vez que bajo a la sala de máquinas saludo a los marineros que alguna vez lo tripularon. ‘Hola muchachos ¿como les va? Hoy hay viento, pero: ¿no vamos a joder no?’ Yo hablo con ellos y hasta ahora en 37 años no me ha pasado nada a bordo”, cuenta Gómez.
-¿Hasta cuando puede llegar a navegar?
-Con mantenimiento y reparaciones, este barco puede navegar hasta los 100 años y más. hay que sacarse el sombrero, los alemanes hacían estos barcos para que duren toda la vida.
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