Mar del Plata experimentará durante este fin de semana, días en los que el turismo suele aumentar notoriamente, una repercusión más concreta del impacto de las restricciones nocturnas y también cómo estas se ven reflejadas en el transcurso del cambio de quincena.
Por estos días, un informe del Departamento de Estudios Económicos y Sociales (DESE), de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) de Mar del Plata, indicó que el 86% de las actividades que se realizan habitualmente en la ciudad se consideran poco o nada afectadas por la nueva medida que rige desde el lunes 11 de enero.
En detalle, la encuesta especificó que las opiniones se encuentran divididas en relación a la adhesión o al rechazo de las medidas que el gobierno nacional impulsó y el municipio, luego de consensuar con la provincia de Buenos Aires, acató.
“En la municipalidad de General Pueyrredón, sobre la restricción horaria a las actividades no esenciales, al contestar la pregunta sobre cómo perciben que afectaría a su actividad esta medida, el 71% de los encuestados indicó que no le afectaría; el 15% que le afecta poco y el 14% restante que le afecta mucho”, indicaron.
Y agregaron: “Cabe destacar que del análisis detallado de los casos encuestados, los rubros que consideraron que podría afectar mucho a su actividad son principalmente la gastronomía, bares, cervecerías y actividades nocturnas”.
La resolución 01/2021 de la la provincia de Buenos Aires establece que “en los municipios que se encuentran en fases 3 y 4 se suspenderá entre las 01.00 y las 06.00 horas toda actividad comercial, artística, deportiva, cultural, social y recreativa, exceptuando las actividades productivas manufactureras, agropecuarias y todas aquellas definidas como esenciales de acuerdo a la normativa vigente”.
Fernando Muro, secretario de Desarrollo Productivo e Innovación de Mar del Plata, dialogó con Infobae y analizó el reporte de la UCIP: “Esta es una visión parcial, tomada por encuestas en donde le preguntan a cada comerciante cómo le afecta. Claro, en forma directa a muchos no les afecta porque están fuera del horario de restricción. Pero en forma indirecta sí. Este tipo de cierres y cortes de horarios alteran las decisiones de mucha gente que quiere veranear o visitar la ciudad”.
El funcionario continuó: “Cuando se habla de restricción, cambia la expectativa de una persona que quiere hacer un viaje. Y eso altera sus decisiones y de forma indirecta afecta a toda la economía. Al transporte, la hotelería, el comercio, todos los servicios”.
“Nosotros, como bien dijimos, acatamos la medida pero estamos en contra del cierre de las actividades. Creemos que debería ser la última opción. Estamos reforzando controles, más gestión, en eso somos estrictos. Muchos locales comenzaron a abrir antes para cambiar los hábitos. Es difícil, eso es complejo”, completó Muro.
El relevamiento de la UCIP concluyó en que los encuestados también fueron consultados sobre las razones a las que atribuyen el aumento de casos de COVID-19 en todo el país.
Entre las opciones dispuestas, el 77,8% lo atribuyó a las reuniones y fiestas clandestinas; el 30,8% a la nocturnidad; el 21,2% a bares y cervecerías; y el 12,9% consideró que el crecimiento de contagios proviene de la falta de espacio en las playas. En las respuestas restantes se destacó la falta de conciencia comunitaria y de responsabilidad individual.
En Mar del Plata, el rebrote que comenzó a mediados de diciembre alcanzó su pico máximo el 6 de enero, cuando recién habían transcurrido pocos días desde el inicio de la temporada. Durante aquella jornada se registraron 324 infectados. Desde el 10 de enero, los casos descendieron y ayer fueron comunicados 217 contagios de COVID-19 nuevos.
Fotos: Christian Heit
Seguí leyendo: