Esta tarde, a partir de las 15, el Museo MAR de La Feliz reabrirá sus puertas al público. Lo hará con la muestra “Tres miradas sobre Mar del Plata”, la cual invita a descubrir diversas temporalidades de la ciudad mediante 38 imágenes.
Curada por Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes, la muestra fotográfica exhibirá los trabajos de Annemarie Heinrich, Ataúlfo Pérez Aznar y Alberto Goldenstein. La exposición consta de 15 imágenes de Heinrich ( entre 1912 y 2005), 9 de Pérez Aznar (1955), y 14 de Goldenstein (1951).
La muestra reúne tres miradas singulares, lúcidas y significativas sobre la ciudad de Mar del Plata en diferentes momentos de su evolución histórica. “El turismo social impulsado por el primer peronismo en los años 40 y 50 y la visibilización de la clase trabajadora (Heinrich); el pasaje de la dictadura a la democracia en los años 80 (Pérez Aznar), y la crisis política y económica de 2001 (Goldenstein)”, expresa la descripción de la exposición.
El museo permanecerá abierto de martes a domingos de 15 a 21. Quienes deseen contemplar la obra deberán reservar previamente un turno (24 horas de anticipación), en donde habrá que completar un formulario. Las visitas podrán ser individuales y los grupos permitidos no superarán las cuatro personas.
Cada visitante tendrá que cumplir con el uso de protocolo durante toda la estadía en el lugar y respetar todas las medidas sanitarias dispuestas. El guardarropas permanecerá cerrado, por lo que solo se permitirá el ingreso con bolsos pequeños (40x30 centímetros). Todos estos detalles se encuentran en el sitio web del gobierno provincial.
“Es una temporada rara, distinta, pero estamos notando con sorpresa agradable que los espacios municipales están siendo muy visitados, los museos, el Teatro Colón. Los espacios donde desarrollamos actividades”, indicó Carlos Balmaceda, secretario de Cultura de General Pueyrredón, a Infobae.
La gestión es compartida entre Duprat y el museo provincial MAR, dirigido por Daniel Besoytaorube, ubicado a metros de la arena, con su emblemático lobo marino dorado en la explanada, obra de Marta Minujín.
La sala de exhibición -un espacio cuadrado amplio de unos 18 metros de lado por 9 metros de altura- fue readecuada con un “diseño abierto con un recorrido cronológico y unidireccional con la disposición de cada serie en cada pared de la sala, con un montaje que otorga un ritmo regular de visión al visitante”, explicó Duprat a Télam.
El curador agregó, respecto a la obra: “Me interesa particularmente el cruce de las artes visuales y el espacio urbano, quizás por mi formación de arquitecto, y creo que la muestra aborda esa compleja trama que constituye el uso del espacio público, las dinámicas ciudadanas, las transformaciones y en general todo lo que atañe a la sociología urbana”.
Duprat completó: “La muestra proporciona un marco de contexto histórico que el espectador puede confrontar con la realidad del tiempo presente que está viviendo y la posibilidad de sumar a las tres miradas históricas una cuarta visión, por parte de cada visitante, que tenga en cuenta la inédita realidad que estamos viviendo y el impacto en la ciudad”.
Balmaceda remarcó que “para visitar los museos hay que anotarse. Las visitas duran como mucho 40 minutos, los turnos son fluidos. En los establecimientos todo el dispositivo protocolar sanitario de circulación está rigurosamente contemplado para que las visitas sean seguras. Para que las participaciones sean seguras. Por eso la gente quiere participar, porque hay confianza”.
“Nosotros estamos teniendo muy buena relación con las áreas culturales de las provincias, estrategias de aplicación de protocolos, para que el público vea que hay una actitud común, coherente entre la actividad que se desarrolla y entre la gente que puede ir”, dijo Balmaceda.
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