Jorge Asís abre el año electoral desde Pinamar: “Kicillof es el último político peronista”

Para Jorge Cayetano Asís la Argentina es un país resignado a la paulatina mediocridad. Y el destino de la nación durante la próxima década se dirimirá de lo que salga de la mente de cinco o seis personajes: un pentágono peronista cuyos lados son Cristina Fernández de Kirchner (a quien jamás llama por su nombre), Máximo, Axel Kicillof, Sergio Massa y el presidente Alberto Fernández, más Mauricio Macri, el hombre al que “no le entra una bala” y que, según observa, tenía todo para gobernar menos lo esencial: saber hacer política.

Asís dispara palabras como si escupiera aguijones envenenados. Es su trabajo desde hace 50 años. Cuando se trata de hablar de su vida privada es escurridizo, casi inabordable. Pero se convierte en un vendaval de locuacidad cuando tiene espacio para ampliar ideas, sugerir interpretaciones o susurrar intrigas palaciegas alrededor del mapa de poder del país, del que alguna manera es parte hace rato.

“Si vos querés hacer una nota que verdaderamente tenga efecto, hablemos de lo que hay que hablar en la Argentina”, sugiere el autor de Carne picada en una charla con Infobae en Pinamar, a donde el escritor llegó para “huir de Buenos Aires y de las Fiestas”.

No le interesa conversar prácticamente de otra cosa que no sea de política. Se inquieta y suspira cuando las preguntas apuntan a su célebre paso como redactor estrella por el Clarín de los 70 bajo el seudónimo de Oberdán Rocamora o de la escritura de la novela El Diario de la Argentina, la deslumbrante historia sobre esa experiencia.

Toma café y habla lento Jorge Asís. Con la cadencia verbal que lo caracteriza puede zurcir una respuesta durante cinco minutos sin parar, o diez, o quince. Sentado en la mesa de un bar demodé sobre la avenida Bunge, se dedica en la charla con este medio a diseccionar el futuro inmediato del año electoral, de un país que ve como pólvora humedecida y de sus máximos protagonistas.

Es elogioso de Máximo Kirchner, de Sergio Massa y de Axel Kicillof, a quien, a pesar de las consideraciones positivas sobre los otros dos, es al único que considera “el último peronista”, además de “una persona demasiado decente para gobernar la Provincia”.

Cree que el macrismo perdió por hacer un gobierno inútil, y arriesga un presagio sobre el incipiente movimiento libertario: dice que podrían gobernar la Argentina en “el año 3.520, salvo que se hagan peronistas”.

- ¿Cómo lo ve al Gobierno para el 2021 entre la pandemia y el año electoral?

- El gobierno reposa sobre un pentágono de poder. Es un pentágono. Y jugado a la mecánica ligera del ministro de Economía. En los cinco lados de ese pentágono tenés a la Doctora que es la dueña de los votos; a su hijo Máximo, que es el líder de la agrupación política más importante que existe hoy como organización estratégica; lo tenés a Kicillof, que es de pronto un político que puede ser innovador, si vos querés puede ser consecuencia de la perversidad de la Doctora de poner a una persona demasiado decente a gobernar la Provincia, lo cual genera un fenómeno importante; después tenés a Massa, que anda por acá seguramente y lo podés ver, que es el único que puede ser sujeto o garantía de un clima de inversiones en Argentina, que puede plantar las bases vulgares de un capitalismo tolerable. Y Alberto Fernández, que es el instrumental que tiene que convivir con la presión de todos los que quieren ver un conflicto entre él y la Doctora.

- ¿Y usted ve conflicto?

- Bueno, no tiene que haber ningún conflicto. Él es un Presidente. O un jefe de Gabinete con rango presidencial, que fue el mejor candidato que encontró la Doctora para torcer un resultado electoral.

- ¿Cree que Fernández es un Presidente de transición hacia alguna otra punta de ese pentágono?

- Todo en Argentina es transición. Este es el pentágono de poder que más o menos funciona. Si a estos muchachos les va más o menos bien con la vacunación, cosa que no es tan simple, y logran un acuerdo más o menos razonable con el FMI, si mantienen la convivencia, va a ser muy difícil que puedan perder las elecciones.

- ¿Contra quién, en todo caso?

- Para este pentágono de poder, la oposición no está en Rodríguez Larreta, en Macri, en Patricia Bullrich o Vidal. La verdadera oposición son los grandes medios de comunicación. Es lo que el pentágono siente que es la gran oposición. Abrís los diarios y no encontrás una posición insolente, difamante hacia la oposición pero encontrás cuestionamientos severos, serios, profundos. Es muy simple. ¿Dónde se lo cuestiona al gobierno con mucha fuerza? En la impunidad de la Doctora. Hablar de la impunidad es hablar de los delitos y hablar de los delitos es hablar de los presos. Es la primera vez que un gobierno tiene presos propios. No te podés imaginar un gobierno militar con presos militares ni un gobierno radical con presos radicales.

- ¿Y esto qué significa?

- Bueno, es tocar el acento fundamental de la Argentina hoy. ¿Qué significa? Que el espacio de la impunidad -”la doctora busca impunidad”- lo leés todos los días, se da por hecho y nadie lo discute. El concepto de “impunidad”. ¿Qué pasó aquí? (suspira) Macri gana su elección de mediano término, creo que puede pasar a la historia de la originalidad que un gobierno gane en la elección de mediano término y se autodestruya cuatro o cinco meses después. A mi criterio, a partir de 2017 en vez de hacer política y hacer lo que debería haber hecho Macri, que es la recreación de un clima de inversiones, un capitalismo real, que para eso se lo votó, creo que Macri sigue la agenda de los medios de comunicación más importantes, se dedica a meter presos por todas partes. En ese momento, antes de los cuadernos con toda la carga orgiástica de arrepentidos y todo eso, parecía que tenías demolido al kirchnerismo, pero la Doctora se dedica a hacer política. Se saca una foto pedorra en el PJ, hace un tuit, lo designa candidato a Fernández, arregla con Massa y te gana las elecciones.

- ¿Hay mejores candidatos que Macri en la oposición?

- Tenés candidatos mejores que Macri, que son Larreta y Vidal. Son mejores candidatos, pero el adversario más importante de la Doctora es Macri, que no le entran balas. Macri fracasa por carencia política, no por la economía. El problema es cómo hacés para perder con el apoyo de los medios, 50 mil millones de dólares del FMI ¡y perdés las elecciones! ¡Te ganan las elecciones con un tuit y una foto!

-¿Tiene chances a Larreta de ser el próximo candidato a Presidente por Juntos por el Cambio?

- Él puede ser un exponente pero tiene que aguantar tres años. Falta mucho y tenés que mantener una expectativa tanto tiempo, ¿eh? No es fácil. Él es un espejo de Macri, son las dos caras. Verdaderamente hoy, escriben un tuit Larreta o Vidal y es importante. Lo escribe Macri y salen todos a matarlo. ¿Quién tiene el poder entonces? Macri.

- ¿Cómo se interpreta a Macri, el hijo de Franco, en tanto fenómeno político?

- A Macri lo tenés que interpretar desde su condición de celebridad. Tenés un tipo con un buen relato: hijo de ricos, rodeado de mujeres bellísimas, presidente de Boca, secuestrado, partidario del mundo libre, habla inglés, a ese tipo no tenías que ponerles focus groups, tenías que darle política, presencia. Y me parece que él confió más en la mesa judicial que en la política. Y si perdiste con el apoyo de los medios tradicionales, de Trump y con 50 mil millones de dólares, hermano, estás listo.

- ¿Puede explicar mejor qué sería confiar en la mesa judicial?

- Qué es lo que pasa: vos acusás a toda esta gente de chorra y en este momento, en realidad, los que gobiernan ahora son hereditarios de aquellos corruptos del primer kirchnerismo pero no son eso. Ojalá este gobierno pudiera recrear algún clima de capitales. Hoy no hay ni siquiera negocios, algún peajito, nada. Ni siquiera Carrió y Ocaña se pueden entretener con alguna denuncia porque no hay nada serio para denunciar. Me encantaría que denunciaran porque significaría que hay movimiento de capitales, alguna cosa.

- ¿Usted sugiere que la corrupción es una consecuencia de algún tipo de bonanza?

- A ver, el capitalismo sin corrupción es una idea ilusoria. Está bien hacer denuncias cuando vos tenés circulación de capitales. ¿Cuándo hubo aquí proyecciones capitalistas buenas? En los 90 de Menem y en el primer ciclo del kirchnerismo. Ahora se cuestiona esa primera etapa kirchnerista pero tuvo la complicidad de los grandes medios, ¿eh? El gran candidato de Magnetto fue Néstor Kirchner, Fernando, por favor.

- Para muchos el mejor gobierno post dictadura fue el primero de Kirchner.

- Es el que se cuestiona hoy porque Kirchner tenía una concepción recaudatoria. No era un tipo que recaudaba para su fortuna, tenía una concepción política. Hubo secretarios que hicieron estragos pero ese kirchnerismo muere con Néstor. Esto es un neokirchnerismo que homenajea a aquel pero los del kirchnerismo duro ya no están, están presos. Y tiene que ver con el malentendido de tener presos propios. En el peronismo cuando tenés presos propios te pierden el respeto. Significa que ganaste elecciones pero la legitimidad electoral no te alcanza.

- Así todo, usted mismo dice que el kirchnerismo puede ganar las próximas elecciones.

- Acá nos fue mal con la pandemia, nada te asegura que te vaya a ir bien con la vacunación, pero gobernar en medio de esta pandemia, hermano, no tenés manera de controlar ni defenderte. Para ganar la elección tenés que mantener la unidad y (ver) cómo desmantelás la unidad del adversario. En esto están los dos. La gran disputa de Macri es que viene de un fracaso muy reciente. Tiene la pólvora mojada. Los grandes medios también tienen la pólvora mojada. La Doctora también tiene la pólvora mojada. En realidad, la Argentina tiene la pólvora humedecida y ya no sirve para seguir tirando.

- ¿A quiénes ve dirigiendo el país en los próximos diez años?

- El pentágono está activo. Tenés a Máximo, Kicillof y Massa, que vendría a representar la derecha de estos tres pero si se mantienen unidos... creo que son inteligentes para no generar una ruptura. Ahora, hay que aceptar que tenemos un país unitario de ficción federal. Me gustaría que Santa Fe o Córdoba tuvieran su candidato. Pero hoy lo importante es el manejo de la Provincia y fundamentalmente el Conurbano. ¿Cuál es la estrategia de este pentágono a mi gusto errónea? Llevar a Máximo a la presidencia del PJ y darle el caramelo de madera a Alberto Fernández, que es la presidencia del PJ nacional.

- ¿Por qué es un error?

- Porque no existe el Partido Justicialista. Es un instrumento electoral del último tramo. Es un partido al que se recurre tres meses antes de la elección.

- ¿Qué le parece Máximo en esta figura madura de liderazgo consolidado en el Congreso?

- Es importante. A mi criterio Máximo creo que cometió un gran error, lo que más le impugno, es haber promocionado un proyecto chiquilín como este de las grandes fortunas, que lo estigmatiza y casi lo inmola con los factores de poder que vos tenés que tener vivos si querés cambiar algo en Argentina. Salvo que tengas en la cabeza una revolución, que no creo que haya posibilidades. Máximo tiene la única organización política de Argentina con vocación estratégica de poder, bien aceitada, como es La Cámpora, con un modelo de país que no se sabe. Como tampoco se sabe qué modelo de país tiene en la cabeza la Doctora. Y tenés a Kicillof que es el último político peronista. Mirá el acto de La Plata, el único al que fue la Doctora. A Axel ponele algún poroto. Y Massa es el más claro, el amigo de los empresarios, lo concreto, el que conoce el Estado mejor que nadie. Y Alberto acompaña como director de orquesta. Claro, en la ficción federal de un país que se hizo unitario por deseo de las provincias.

- ¿Y los libertarios? ¿Argentina les da margen para crecer?

- Son amigos, son simpáticos. Yo los llamo ‘los liberales del recetario televisivo’. Ellos tienen un recetario para todo. Yo estuve en una charla en Tucumán para una fundación de liberales, me preguntaron cómo lo veía y yo les dije que pueden ser poder en Argentina en el 3.520. Mi única sugerencia para estos liberales del recetario televisivo es que se hagan peronistas. Porque en uno de esos vaivenes del PJ pueden armar un ala neomenemista. Y desde ahí quizás puedan hacer lo que hay que hacer en Argentina: plantar las bases de un capitalismo tolerable, salvo que tengas alguna alucinación en la cabeza.

- ¿En el peronismo? Por prejuicio uno creería que están más cerca del macrismo.

- Esos muchachos son demasiado liberales para la sensibilidad macrista. Macri nunca podría implementar estas medidas, el peronismo muchas veces sí. Si vos partís de la base de la justicia social y le decís a estos pibes ‘muchas de las ideas que proponen se las tomo pero tiene que estar la gente adentro’, porque tenés que tener alguna idea de qué hacer con el 45% de la sociedad que está por debajo de la dignidad. Salvo que quieran una sociedad ideal sin eso o fusilar a 10 millones de personas.

- ¿El macrismo es populismo de derecha?

- El macrismo fue un simulacro, como es un simulacro el albertismo. No se habla claro, no se conocen las contradicciones, se teme analizar.

- ¿Qué opina de la construcción de sentido alrededor de “la grieta”?

- Nunca vas a escuchar esa palabra de mi boca. Jamás. Son disecciones, partes de un análisis que no me interesa. Tampoco me interesa el archivo. Si tenés que anular a Alberto Fernández por el cotejo con el archivo, es obvio, si estaba lejos del poder. Si querés hacer una política opositora de lo que dijo hace tres años... Mirá, en el 2019 a la sociedad se le planteó la siguiente alternativa. ‘¿A quién preferís? ¿A los sindicados como corruptos o a los sindicados como inútiles?’ Ganaron los sindicados como corruptos. Y fue una decisión sabia. Porque ni siquiera son corruptos. No tienen nada que ver con aquello que fue el kirchnerismo. Y cuando fue tenían el apoyo total de los que ahora los acusan.

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