Pinamar: preocupan las aglomeraciones de jóvenes en la playa y mandaron policías especiales para disiparlas

En esta ciudad balenaria hay 550 agentes de la Unidad Táctica de Operaciones inmediatas, una fuerza especialmente entrenada para intervenir en disturbios

Una hilera de ocho agentes de la Unidad Táctica de Operaciones de la Bonaerense, la división especial de la Policía para desactivar, por ejemplo, disturbios en recitales o en estadios de fútbol, marcha por entre los grupos de adolescentes y jóvenes en la arena que rodea el parador de moda de los últimos años en Pinamar.

Bajo el sol tremendo de la tarde, con una temperatura que debe flotar sobre los 30 grados, la fila de efectivos desfila y pide con buenos modales que los jóvenes se dispersen. Simultáneamente, tres cuatriciclos del Grupo Motorizado recorren los grupos e invitan a mantener la distancia social.

Algunos chicos salen tranquilos del lugar, otros corren asustados y se alejan. La escena, que ocurrió el sábado y probablemente se repita el resto del mes, se da en el contexto de la pandemia y la fuerte suba de casos COVID-19 en la Provincia, de la que también es víctima esta ciudad, con un crecimiento de 50 a 196 positivos activos en un mes, según el último reporte, que no contabiliza los últimos dos días por el feriado de Año Nuevo.

Sin embargo, las correctas formas de persuadir de los policías tácticos contrastan con las armas cargadas con balas de goma que llevan delante de su pecho. Las exhiben mientras van y vienen por el espacio público “debajo” del balneario Boutique, el parador de moda para los chicos y chicas de entre 15 y 25 años que veranean en esta ciudad.

Los efectivos intentan disuadir las agromeraciones de gente en Pinamar (Diego Medina)

“Es un poco chocante verlos pasar por acá. No se entiende por qué mandan estos grupos especiales a la playa”, comentó Melina, una chica de 18 años, disgustada con la presencia policial en la playa. Marcos, el joven que la acompaña, agregó: “Deberían estar los policías de calle y estos de última en los alrededores, que intervengan si se arma algún lío”.

Para muchos de los chicos fue un disgusto y para otros algo que esperaban que suceda. “Mientras de ningún lado la cosa se ponga tensa está todo bien, venimos a divertirnos y es cierto que habría que evitar las juntadas tan masivas, pero es el lugar al que todos los chicos de nuestra edad quieren venir”, agregó Agustín, un joven platense de 22 años que llegó a Pinamar con sus padres.

Las aglomeraciones en la playa no están permitidas. Tampoco las fiestas improvisadas que se dan alrededor de los grupos que bajan a la playa con parlantes de un metro de alto. Eso está prohibido por ordenanza municipal. Hasta este verano de pandemia había sido ignorado por las autoridades, a modo de “vista gorda” para no cortar la diversión de los jóvenes en verano.

Las fiestas improvisadas en la playa alrededor de un parlante están prohibidas por una ordenanza municipal

Pero ahora, COVID-19 mediante, es motivo de infracción. Para que no se produzcan incidentes ni contagios, el Ministerio de Seguridad designó este grupo especial de la Policía, que entra a la arena para disuadir las aglomeraciones. Fuentes de la cartera que conduce Sergio Berni explicaron que eligieron la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas para el trabajo en la playa porque confían más en esta fuerza que en los agentes de comisarías. “Queremos evitar heridos, balazos de goma, no nos interesa confrontar”, comentaron.

“UTOI tiene una fuerte capacitación, son jóvenes bien formados y van a invitar a los chicos para que mantengan el distanciamiento. También es una cuestión del gobierno local, que tiene que garantizar el cuidado en los espacios públicos, y además tiene que haber compromiso de los paradores. Hubo charlas con los municipios”, explicó a Infobae Javier Alonso, subsecretario de Formación Profesional del Ministerio de Seguridad.

En Provincia aclaran que “no hay estado de sitio”. “Somos cautelosos en términos de que hay una responsabilidad individual y el cuidado es de las personas. La orden que tienen los Policías es invitar a reflexionar sobre el autocuidado”, comentaron desde La Plata.

Además de la presencia policial, el Municipio trabaja en la playa con agentes de fiscalización para atentar contra los bailes que los grupos arman al atardecer. El sábado, de hecho, se labraron dos infracciones de este estilo a chicos en la zona de Boutique que convocaron a juntarse alrededor de sus parlantes.

El Ministerio de Seguridad bonaerense destinó este verano en Pinamar 800 agentes en el marco del Operativo Sol. Por primera vez, la gran mayoría -unos 550- pertenecen a las Fuerzas de Operaciones Especiales y casi todos son de la UOTI, aunque también hay un equipo del Grupo Halcón, los más profesionalizados de la fuerza. “Tenemos 550 efectivos de las fuerzas especiales que están en espacios públicos en Pinamar actuando para disipar las concentraciones”, comentó Lucas Ventoso, secretario de Seguridad de Pinamar.

Respecto de otros veranos, en esta ciudad se observan muchos menos agentes “de a pie”, los de comisaría, y más de fuerzas especiales. Una fuente municipal admitió ante la consulta: “No nos queda alternativa que hacer lo que está haciendo la Policía en la playa. No nos gusta ver los grupos tácticos ahí, pero la hipótesis en caso de que se sigan concentrando personas y suban los casos es que esto termine en el cierre de la temporada”.

Los jóvenes son los más adeptos a las reuniones masivas en la playa (Diego Medina)

“Tienen disciplina de cuerpo, tienen entrenamiento y no tienen los vicios de las comisarías. Lo que no nos puede pasar es que se nos desbanden las playas. No apuntamos a intimidar para que se pongan el barbijo, pero los pibes van a la playa y tenemos que tratar de que esa aglomeración no se transforme en botellazos. No vamos a la lógica de ‘no te juntes’, pero sí a que se cuiden”, comentó otra fuente que toma decisiones en la Provincia.

En Pinamar saben que un retroceso en los permisos para circular complicaría el año 2021 para su población estable, que en gran parte vive del “negocio” de las vacaciones. En el Municipio aclararon que no diseñaron los operativos policiales ni deciden qué grupos bajan a la playa, pero a la vez admiten que la disuasión es necesaria para evitar mayores contagios.

“La dinámica de la temporada es que la gente viene 3 ó 4 días y se va y viene otra. Mañana quizá la mitad de la gente es gente nueva. Cada tres o cuatro días cambian todos. Vamos a tener que seguir con la presencia policial tal cual se vio”, admitió Ventoso.

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