En la previa de la sesión en el Senado para debatir el proyecto de legalización del Aborto -que ya cuenta con media sanción de Diputados-, el Papa Francisco ratificó su rechazo en un mensaje publicado en sus redes sociales: “El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura”, indicó.
La palabra del sumo pontífice representa el último intento de la Iglesia para evitar la aprobación de la iniciativa que, en la previa del inicio de la discusión, tiene paridad entre los senadores.
Ayer, el obispo Marcelo Sánchez Sorondo utilizó una recordada frase del ex presidente Néstor Kirchner para pedir a los senadores que rechacen el proyecto. “Senadores de Argentina, el 29 les pido que sigan el ejemplo de un gran presidente nuestro: no dejen sus convicciones profundas en las escalinatas del senado – sepan defender la vida como él la defendió”, afirmó desde el Vaticano.
En esta misma línea, Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo metropolitano de Mercedes-Luján, les hizo llegar a los senadores una carta, en donde argumenta para que voten en contra. “Junto a Nuestra Señora de Luján, Patrona de nuestra querida Patria, venimos a suplicar que en nuestra Nación las leyes que la rigen, siempre defiendan y cuiden la vida, y que mañana, los Señores Senadores, iluminados en sus conciencias por una gracia especial de Dios, voten en contra de la ley del aborto y a favor de la vida de los niños por nacer”, planteó el sacerdote.
Por otro lado, militantes identificados con los sectores “verdes”, a favor del proyecto de ley de legalización del aborto, y “celestes”, en contra de la iniciativa, realizan desde anoche una vigilia frente al Congreso, de cara al tratamiento de la iniciativa en la Cámara Alta, que comenzará esta tarde.
Entre ambos grupos existe una separación de cien metros, mediante un vallado montado y controlado por la Policía de la Ciudad. En las últimas horas, los sectores “verdes” invitaron a participar de la vigilia en la esquina de las avenidas Rivadavia y Callao y a “llevar reposeras”, mientras que informaron que en la zona “habrá puestos de hidratación, reparto de tapabocas y alcohol y de Cruz Roja y rescatistas”.
Por otro lado, desde la “Unidad Provida” -que agrupa a unas 150 organizaciones de la sociedad civil que están en contra del aborto- llamaron a congregarse en la esquina de Hipólito Yrigoyen y avenida Entre Ríos. La sesión de la Cámara alta está convocada para las 16:00 y concluirá en la madrugada del próximo miércoles.
En contrapunto con la visión de la Iglesia, el presidente Alberto Fernández avala legalizar el aborto y sostuvo ayer que es un “problema de salud pública” y que las críticas al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) constituyen un “acto de hipocresía”.
“Para las mujeres tiene que ver con derechos de la mujer, y para muchos es un problema de salud pública, que tiene que ver con la mujer, claramente”, planteó el mandatario en declaraciones al programa “Desiguales” que se emite por la TV Pública.
El jefe de Estado repasó que “desde la democracia hasta hoy, más de 3 mil mujeres murieron al intentar un aborto”, lo que le parece “mal”, además de que -dijo- no sabe “cuántas mujeres, por abortos mal practicados, han tenido un daño en su salud que no pudieron ser salvadas”.
“Tengo un problema de salud pública, el resto es todo hipocresía. Decir que no existe es un acto de hipocresía”, reiteró. “Hay una Argentina hipócrita que niega el aborto como antes negaba la homosexualidad”, enfatizó.
Alberto Fernández abogó por la sanción del proyecto oficial, que ya cuenta con el aval de la Cámara de Diputados, para que “las mujeres que decidan abortar, en las condiciones que la ley permite, lo puedan hacer garantizándole la salud a todas”. “No engañé a nadie, no lo saqué de la galera porque el momento político me resultaba oportuno”, planteó y recordó: “Hice campaña por el aborto y estoy convencido de que es un tema que debemos resolver”.
Al respecto, el Presidente planteó que “hay un colectivo de mujeres inmenso que asomó en 2018, para sorpresa de todos nosotros, y eso no puede ser desatendido”.
Sobre los senadores del Frente de Todos que ya anticiparon su voto en contra de la IVE, el mandatario dijo que los “respeta” porque nunca fue “amigo” de los “discursos únicos”, y reconoció que el tema es “sensible” y que “la religión se mete”.
“Ante un hecho que día a día se consuma, quiero que las mujeres tengan la tranquilidad de poder gozar de las condiciones de asepsia necesarias para poder hacer esa práctica”, subrayó, y admitió que “lamentaría mucho” si la ley no se sancionara.
“Soy católico, y no me siento menos católico por apoyar el aborto. Mi deber es resolver un problema que tiene la sociedad”, concluyó.
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