“Yo soy la voz de las que callan o de las que son intimidadas por sus pares. Hoy vengo a preguntar: ¿quién nos vino a consultar a nosotras, las mujeres que vivimos en la villa, cuáles son nuestras prioridades?”, desafió Johanna, en un momento del Encuentro Navideño de Mujeres de las Villas del Conurbano que finalizó con una Misa que fue presidida por el padre José María “Pepe” Di Paola, uno de los coordinadores del Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de Capital y Gran Buenos Aires.
“La mujer de la villa en todos estos años estuvo ocupada, no discutiendo en un Senado, estuvo ocupada dando amor, abrigo, contención y en estos últimos 9 meses dando alimentos a nuestros pibes y a los ajenos, a los abuelos”, siguió el testimonio de Johanna.
Embargada por la emoción, recordó que la inseguridad, que no está al tope de la agenda política, se cobró la vida de su padre este año. “También nos dimos contención por nuestros muertos, sin poder despedirnos, asustadas por la inseguridad –describió-. Porque les cuento que mañana se cumplen 5 meses de que asesinaron a mi papá. Lo mataron. Y nadie me vino a dar una respuesta. Eso es lo que yo quiero discutir”.
¿Y la educación? En estos 9 meses nos hicimos de figurita para que nuestros pibes estudien. Sin celular, sin internet, sin fotocopias (Johanna)
Enumeró luego los otros temas que las preocupan: “¿Y la educación? En estos 9 meses nos hicimos de figurita para que nuestros pibes estudien. Sin celular, sin internet, sin fotocopias. Y también quiero discutir de la salud”, agregó, en obvia referencia a uno de los argumentos preferidos de los que promueven la legalización del aborto: que es un tema de salud pública.
“A cada funcionario, político o activista a favor del aborto los invito a que vengan a pedir un turno en nuestras salitas de la villa. Que vengan a hacer fila a las 4 de la mañana para que a las 8 le digan que no hay, que la ginecóloga falta o que la pediatra está enferma. La mujer de la villa no quiere abortar. No le gusta el aborto. Quiero que nos dejen de usar para sus intereses. Quiero que sepan que la mujer de la villa recibe la vida como viene”, afirmó.
El encuentro navideño de mujeres tuvo lugar en la Parroquia San Juan Bosco de Villa La Cárcova, en José León Suárez, partido de San Martín.
Durante la reunión, también habló Gladys, otra referente, madre y abuela, con un relato que subrayó la lejanía de los políticos respecto de la cotidianeidad que viven estas mujeres.
“Mientras todos discutían, acá se abrieron las puertas y se cocinó para más de 3.000 personas diariamente. Feriados, lluvia, calor, seguimos estando acá. Quería contarles también que mientras seguían discutiendo, hace dos años se fundó el Hogar del Abrazo Maternal. Recibimos a las mujeres, las acompañamos durante el embarazo, hacemos talleres, escuchamos, vamos al médico, generalmente son mujeres que están solas y no porque lo eligieron sino porque les tocó, pero aun así no eligen abortar”.
“Nos reunimos para celebrar la vida y el nacimiento de Jesús entre nosotros. Especialmente del cuidado de la vida llevado a cabo por las mujeres de nuestros barrios, en nuestros barrios populares”, dijo el padre Pepe en su homilía.
Luego preguntó: “¿Hacía falta, en medio de la pandemia, charlar, ni siquiera es charlar, hacía falta este debate de un pequeño grupo de diputados y senadores que deciden por todos los argentinos y las argentinas? Y es verdad que la mayoría de los argentinos y las argentinas rechazan el aborto. Con las encuestas en la mano, que nos llegan a nosotros y que no las hacen públicas, sabemos que la mayoría no está de acuerdo con el aborto. Imaginen las encuestas de las distintas provincias argentinas en donde las diferencias son todavía más grandes”.
“Que senadores y diputados se pongan del lado de los pobres, del lado de la vida”, exhortó finalmente.
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