Se acerca el cierre del año de la pandemia. Llega el final de un 2020 en el que la salud se vio tan amenazada así como se resquebrajó la economía familiar. Así y todo, el virus no es la principal preocupación de los argentinos. Una nueva encuesta realizada por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires reveló que la inseguridad sigue siendo un tema preponderante en la agenda de las familias, donde casi nueve de cada diez argentinos creen que podrían ser víctima de un delito en un futuro cercano.
Además, casi siete de cada 10 afirmaron haber reforzado las rejas de las entradas de sus domicilios ante el incremento de los delitos en sus zonas de residencias.
Esos aspectos preocupantes formaron parte del llamado Monitor de Seguridad Nº 2, confeccionado por el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la facultad de Psicología de la UBA entre el 3 y el 10 de diciembre.
En la encuesta participaron unas 4.998 personas de diferentes clases sociales y de distintas provincias del país, donde, al igual que en la entrega Nº 1 del mes de agosto, la inseguridad volvió a situarse como una de las mayores preocupaciones de los Argentinos, en detrimento del peligro a la salud por el covid-19.
Los encuestados son residentes de la Ciudad de Buenos Aires, el gran Buenos Aires, Mar del Plata, el gran Rosario, gran Córdoba, gran Mendoza, gran Tucumán y gran Neuquén de diferentes estratos sociales, edades y niveles de educación cursados.
El punto más llamativo del relevamiento indicó que ante la consulta sobre si los ciudadanos creen que podrán ser víctimas de un delito en un futuro próximo, el 88% de los encuestados determinó que sería una opción “bastante probable” (48%) y “muy probable” (40%).
A la hora de especificar qué tipo de delito podría ocurrir, un 54% de los encuestados respondió “un robo en la vía pública con violencia” y un 32%, el mismo robo pero sin violencia de por medio. En el tercer lugar, se eligió la opción “Asalto a mano armada dentro de la casa” (24%).
Respecto a la comparativa con la primera encuesta de este tipo, realizada el 12 de agosto, los vecinos de regiones como el sur, el oeste y el norte del Gran Buenos Aires aseguraron que sus zonas se volvieron más inseguras.
Asimismo, los residentes que consideraron que su lugar de residencia era más insegura fueron los tucumanos. En una escala del 1 al 100, los habitantes de esa provincia calificaron a su región con un promedio del 84% de pelgrosidad.
Asimismo, casi 7 de 10 de los encuestados (65%) admitió que él mismo o un relativo cercano fue víctima de un hecho de inseguridad en los últimos meses. Ese escenario los llevó a tomar medidas drásticas:
Un 65% de los encuestados reconoció haber instalado o reforzado las rejas en las entradas a sus domicilios. Además, un 61% admitió evitar caminar en soledad por su barrio y un 81% dijo coordinar sus horarios para salir a la calle en momentos de menos peligro.
El foco de la inseguridad también se depositó sobre el AMBA, una de las regiones más castigadas por los delitos. Así, se percibió un reinado de desesperanza y escepticismo en materia de control a la inseguridad.
Siete de cada diez de los encuestados consideró que la inseguridad en el AMBA va a aumentar en el período de los próximos 6 meses. Un 32% indicó que los delitos “aumentarán algo”, mientras que un 38% pronosticó que “aumentarán mucho”.
A la hora de encontrar los motivos por los cuales se incrementaron los hechos de seguridad en una encuesta con opciones fijas múltiples, la mayoría de los encuestados, un 64%, consideró que se debe a “los jueces garantistas que dejan ibres a los delincuentes”, mientras que un 60% eligió la opción “falta de educación” y un 53%, la “corrupción policial”.
Asimismo, la famosa grieta también permitió analizar las diferentes posturas desde las ideologías contrapuestas. Entre los votantes de Alberto Fernández, las tres causas más elegidas como explicación al crecimiento de la inseguridad fueron la “pobreza y marginalidad” (67%), “corrupción policial” (61%) y “amplias diferencias socioeconómicas entre ricos y pobres” (61%).
Precísamente, esta última opción fue la menos elegida entre los votantes de Mauricio Macri (13%), entre 17 posibles. Para aquellos que votaron a Juntos por el Cambio en las elecciones presidenciales de 2019, las principales razones de la inseguridad fueron “los jueces garantistas que dejan libres a los delincuentes” (80%), la “pérdida de cultura del trabajo y del sacrificio (71%) y la “existencia de beneficios excesivos para los delincuentes”.
Asimismo, dentro del AMBA, un 35% de los encuestados consideró que la gestión del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta en materia de seguridad fue “buena” (24%) o “Muy buena” (11%), mientras que sólo un 7% de los encuestados de la provincia de Buenos Aires consideró la gestión del gobierno de Axel Kicillof en el mismo campo como “buena” (6%) o “muy buena” (1%).
Por último, un 68% de los encuestados consideró que el problema de la inseguridad en la Argentina es “muy grave” (30%) y “extremadamente grave” (38%), mientras que en comparación con la realidad de hace un año atrás, un 67% de los consultados advirtió que la inseguridad “aumentó algo” (23%) o “aumentó mucho” (54%).
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