Como parte de una costumbre que mantienen desde hace varios años, el monseñor Pedro Torres, obispo auxiliar de Córdoba, y el rabino Marcelo Polakoff volvieron a grabar una canción interreligiosa para Navidad y Janucá, fiestas de profunda significación para ambas comunidades, católica y judía.
Este año, es la segunda vez que se unen en esta iniciativa ya que anteriormente lo habían hecho en abril para conmemorar la Pascua y el Pesaj, en plena cuarentena estricta por coronavirus.
En esta ocasión, monseñor Torres, obispo auxiliar de Córdoba, y el rabino Polakoff, del Centro Unión Israelita de la misma provincia, se inspiraron en la Quinta Sinfonía de Ludwig van Beethoven, -de cuyo nacimiento se cumplieron 250 años en 2020-, una de las composiciones más populares e interpretadas de la música clásica, para brindar un cálido mensaje de unión de las dos religiones.
Se trata de una suerte de “diálogo musical”, producido por Fernando “Rahe” Israilevich y editado por Daniel Arceri, con el cual llaman a “festejar y cantar” por Navidad y Janucá.
“Quiero brindar por mi Señor que nace hoy en Navidad. Con él renace nuestra esperanza desde un pesebre que ilumina y nos llena de alegría, bendición y armonía con amor”, canta el Obispo en un video que tiene aproximadamente dos minutos de duración.
“Para nosotros Janucá tiene un sentido similar: llega la luz que anuncia que vale más la libertad cuando se vuelve pluralista”, responde el Rabino.
Para luego cantar a dúo el estribillo de la canción: “Qué bellas nuestras fiestas, suceden en diciembre y es una buena excusa para celebrarlas juntos, cada uno con su esencia respetando la del otro, valorando, apreciando, abrazando la hermandad”.
Como cierre, el rabino Polakoff les desea a todos los cristamos que disfruten de una Feliz Navidad mientras que monseñor Torres le desea a todo el pueblo judío una feliz Janucá.
Ambas celebraciones hablan de nuevos comienzos y de aprender a reinventarse. Ambas tradiciones hablan de un único Dios, el Dios que hace que todo vuelva a nacer una y otra vez, y de sus mensajeros en la tierra que están llamados a ser multiplicadores de luz.
Mientras la comunidad judía recuerda con la “fiesta de las luminarias” la victoria del pueblo de los macabeos, que en el siglo II antes de Cristo recuperaron el Templo de Jerusalén, que estaba en mano de los helenos; la comunidad católica celebra el nacimiento de Cristo, el Hijo de Dios enviado a la Tierra para redención de la humanidad, que la tradición fija en la medianoche del 24 de diciembre.
A diferencia de lo sucedido en el mes de abril, cuando la filmación fue hecha con un celular y se los veía a pantalla partida; en esta oportunidad se hizo en una isla de grabación con la presencia de ambos referentes religiosos y al final video se observan fotos del backstage, con los barbijos de rigor.
Tanto las familias católicas y judías podrán juntarse para festejar, siempre y cuando se respeten los protocolos que anunció el gobierno nacional para estas fiestas.
Entre las principales medidas se aconseja limitar las reuniones sociales durante los 14 días previos, que las fiestas se realicen al aire libre o en su defecto en ambientes bien ventilados siempre con un número no superior a 10 personas y, en lo posible, que de ellas solo participen convivientes o el grupo habitual de contacto (burbuja).
Hay que evitar compartir vasos, platos y utensillos para impedir la transmisión del virus. También prestar atención a la distribución de las personas en la mesa: ya sea durante las comidas o brindis, se recomienda que los convivientes, o contactos habituales, se ubiquen juntos y sin mezclarse con otros grupos.
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