Ayer, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a través de la Brigada de Control Ambiental (BCA), coordinó y realizó un operativo para trasladar hacia el santuario natural Tekove Mymba de Entre Ríos a un mono tití que había sido entregado a las autoridades por una médica veterinaria en la localidad bonaerense de Villa Ballester.
El mono tití (Callithrix jacchus) es una hembra. Una médica veterinaria que la recibió en su domicilio particular y luego se contactó con el Ministerio de Ambiente para solicitar que el ejemplar fuera trasladado a un santuario y evitar su reingreso al comercio ilegal de fauna silvestre.
“Este tipo de animal, por ser silvestre y exótico, no puede permanecer en domicilios como mascota ni tampoco ser liberado sino que debe ser reubicados en espacios que le permitan desarrollar su vida de manera natural y en condiciones propicias de bienestar animal”, explicaron desde la cartera que conduce Juan Cabandié.
En ese sentido, los especialistas de la Brigada coordinaron el transporte del primate a Tekove Mymba (nombre que en guaraní significa “vida animal”), que es un sitio ubicado en la ciudad entrerriana de Colón pensado para que las especies que estuvieron gran parte de su vida en situación de cautiverio continúen en un hábitat natural similar al de su bioma de origen.
Según se detalló, ese establecimiento cuenta con un espacio acondicionado con calefacción y un sector externo que recrea un ambiente selvático. “Allí el animal silvestre comenzó a aclimatarse al nuevo hábitat en compañía de los siete monos tití que habían sido previamente trasladados por Ambiente”, contaron las autoridades en un comunicado.
Los otros primates habían sido reubicados en el santuario durante agosto pasado. En el marco de las competencias de la ley de conservación de fauna silvestre, los supervisores de la BCA fiscalizaron el estado de los animales para monitorear su adaptación y salud, constatando el cumplimiento de los requerimientos de la Dirección de Inspecciones. Todo están en correcto estado de salud.
Junto al mono tití, también fue trasladado un ejemplar porcino (Sus scrofa domestica) de edad madura. El mismo también se encontraba en el domicilio particular de la médica veterinaria, quien indicó que lo había rescatado y le había brindado los cuidados necesarios. Ella señaló que presuntamente fue tenido como mascota y luego abandonado en la vía pública.
Si bien la especie no se encontraría comprendida en los términos de la Ley 22.421, para el bienestar del animal, se lo trasladó y liberó en el mismo santuario.
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