Aunque tiene 13 años, las manos de Dylan Villanueva parecen las de un adulto. Con la derecha sujeta la vara, con la izquierda encastra la barbada del violín, justo en el espacio que queda entre su cuello y el mentón. Entonces arranca. De pie frente a la cámara del celular, el joven santafecino de manos robustas, dedos anchos y largos, desliza la vara sobre las cuerdas del instrumento y toca para Infobae la melodía del tema Jijiji, el hit de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
La historia de Dylan Villanueva se viralizó hace un par de días, después de un tuit que él mismo escribió desde su cuenta (@DylanViolinista), donde contó una situación que atravesó su familia en diciembre de 2019.
“El año pasado mi papá tuvo un problema y no pudo cobrar el aguinaldo. Entonces le dije que no se preocupara, que íbamos a ir a la peatonal y veíamos que podíamos hacer. Mi viejo debía cobrar seis mil pesos, así que fuimos y la suerte hizo que yo en menos de dos horas junte ocho mil. Esa Navidad tuvimos un milagro. Solo quería compartirlo con ustedes”, confió Dylan a sus más de nueve mil seguidores.
Al tuit le sumó una foto. En la imagen se lo ve sentado tocando el violín en un banco de los que rodean la calle San Martín, donde funciona la peatonal de Rosario. Marcelo Villanueva, papá de Dylan, recuerda aquel día y se le eriza la piel. “La historia es así, tal cual la contó mi hijo. Nosotros, como toda familia, tenemos altibajos económicos. El año pasado, faltando tres o cuatro días para las fiestas, tuve un inconveniente con el banco y no pude acceder al aguinaldo”, cuenta el hombre a Infobae.
Pero esta historia arranca unos años antes.
Dylan Villanueva es el tercero de cinco hermanos (Brian de 22; Dara de 18; Mateo de 10; y Diago de 7). Vive con sus padres, Marcelo (44) y Soledad (41), en el barrio Río Nuevo Horizonte, donde se mudaron, luego de la gran inundación que hubo en Santa Fe, en 2007.
A los seis años, influenciado por su hermana mayor Dara, Dylan empezó a estudiar violín en el programa Somos Música. “Al principio me costó porque es uno de los instrumentos más difíciles. Lo más complicado fue el tema de la postura: cómo agarrarlo, de qué manera pararme”, recuerda el joven acerca de sus comienzos.
Por su talento, rápidamente se destacó entre sus compañeros. “El ex director de la orquesta me dijo que tenía condiciones para ser un gran violinista y lo bautizó ‘el Messi del violín’. Una semana más tarde, Dylan dio su primera entrevista en un canal de televisión local y empezaron a llamarlo de esa manera”, explica Marcelo.
Los conciertos en la calle fueron el paso siguiente. “Empezó como un juego. Al principio íbamos a la peatonal de Paraná (Entre Ríos), que queda como a una hora de viaje, porque tenía vergüenza de tocar acá en Santa Fe”, sostiene el papá de Dylan. Y agrega: “A pesar de que él es un nene muy tímido, le insistí para que tocara ahí porque me pareció que iba a abrirle puertas”.
No se equivocó.
El 20 de junio pasado, Dylan recibió una invitación para tocar el violín con Lito Vitale y Juan Carlos Baglietto en el acto por el Día de la Bandera en Rosario.
“Tuvimos un ensayo previo, una semana antes del show, y eso fue todo. Ese día hacía mucho frío y tenía los dedos congelados. Tuve que hacer una entrada en calor y, por suerte, cuando empecé a tocar estuvo todo bien. Fue algo de otro nivel. No se compara con nada de lo que hice antes”, dice Dylan.
El milagro que fue y el que esperan para este año
Los Villanueva viven con lo justo. Marcelo es empleado de la Municipalidad y su mujer ama de casa. Más de una vez, cuenta el hombre, hacen pan casero y salen a venderlo por el barrio. Consciente del esfuerzo que hacen sus padres para darles lo mejor a él y a sus hermanos, en diciembre de 2019, Dylan sintió la necesidad de hacer algo por ellos.
“Los vi tan angustiados que los convencí para ir a la peatonal y juntar algo para las fiestas”, dice el joven.
“Dylan tiene estas salidas tan lindas... Con mi señora siempre decimos que son cosas que le enseñó la calle, en el buen sentido. Y la verdad es que ese día tuvo suerte. En dos horas, un poco más un poco menos, logró juntar ocho mil pesos”, cuenta Marcelo y se le infla el pecho de orgullo.
Por la pandemia del COVID-19, durante 2020, Dylan cambió la peatonal por las redes sociales y aprovecha su cuenta de Instagram para brindar pequeños conciertos (”Shows virtuales a la gorra”) donde interpreta desde canciones de Queen, pasando por Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota hasta Los Beatles.
Durante las últimas semanas, a medida que se fueron levantando las restricciones, Dylan pudo volver a tocar en algunos eventos. A la calle, sin embargo, no regresó. “Se me rompió el parlante que usaba para poner las pistas y todavía estoy juntando dinero para repararlo”, lamenta.
“El esfuerzo que hace Dylan es enorme. Hoy por hoy, lo toma como un trabajo, con la seriedad que corresponde”, agrega Marcelo.
Antes de despedirse, el violinista dice que extraña tocar en la peatonal de su provincia. “Espero volver pronto. Me gusta compartir mi arte con la gente”.
*Para ayudar a Dylan a reparar su parlante se le puede hacer una transferencia bancaria a la Caja de Ahorro de su mamá Soledad Vega. Su CBU es: 2850304040094937143558. Su teléfono: +54 9 3424 67-4334.
Seguí leyendo: