Fuerzas de seguridad debieron realizar esta mañana un operativo cinematográfico para garantizar un simple trámite judicial que en otras circunstancias no requeriría ni siquiera de la asistencia de la Policía.
Poco antes de la 7 de la mañana, alrededor de 20 vehículos de la Policía Federal, 100 efectivos, un carro hidrante, móviles de transporte de personas y hasta un blindado contrainsurgencia donado por el gobierno de China, que se utilizó para la seguridad de la Cumbre del G20, llegaron hasta un predio perteneciente a la Administración de Parques Nacionales que estuvo tomado para que la fiscal Sylvia Little pudieran ingresar y realizar una inspección ocular.
La espectacularidad del operativo se explica por la presencia de integrantes violentos de la comunidad mapuche que controlan terrenos linderos y que rechazan la presencia del Estado en el lugar. De hecho, como era previsible, reaccionaron con un piquete sobre la ruta 40, piedrazos, incendios y bombas de estruendo cuando notaron el arribo de las fuerzas de seguridad y de las autoridades judiciales.
Para cumplir con el mandato judicial, el Ministerio de Seguridad de la Nación montó una base de operaciones a un kilómetro del piquete, donde se encuentra la estación de servicio ACA. En el lugar estuvieron las máximas autoridades de la fuerza a nivel nacional y el operativo fue supervisado por la propia fiscal, quien pasadas las 9:30 pudo ingresar al predio para hacer la constatación de los daños que la comunidad mapuche había provocado en el edificio de Parques.
Little estuvo junto a peritos de criminalística y fue custodiada por un vehículo blindado todo terreno. Tras la inspección ocular, que se extendió por unos 40 minutos, se retiró.
“Las fuerzas de seguridad actuaron en consecuencia al pedido de la fiscal y se protegió a las personas que intervinieron en la medida. Estamos muy conformes con el operativo”, aseguró el secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, una vez finalizado el trámite.
A través de un comunicado de prensa, el Ministerio de Seguridad informó que la Policía Federal y la Gendarmería en su rol auxiliar de la Justicia brindaron cobertura para que se pudieran realizar las diligencias que habían sido ordenadas por el juez federal subrogante Javier Zapata.
“El juez Zapata había requerido la participación del Ministerio de Seguridad de la Nacion en la inspección, tras lo que la cartera que conduce Frederic designó a la PFA para que asumiera dicho trabajo. Luego, la fiscal Little solicitó participar de la medida, para lo que la PFA brindó la cobertura y cuidado necesarios para la funcionaria judicial”, se detalló.
“Las y los trabajadores de la Policía Federal Argentina, con el apoyo de la Gendarmeria Nacional, brindaron la seguridad necesaria, a la vez que se presentaron en el predio del ex Hotel Mascardi, ubicado en el kilómetro 2006 de la ruta Nacional 40 Sur, con el objeto de constatar el estado del mismo para notificarlo a la Justicia, a los efectos de lo que esta autoridad estime lo que corresponda”, agregaron.
“Las fuerzas federales realizaron el despliegue sobre la traza de la Ruta Nacional 40 mediante medios de disuasión, donde se registraron algunos incidentes, aunque no se registró ningún herido. De este modo, el Ministerio de Seguridad de la Nación cumplió con lo ordenado por la Justicia Federal, única instancia que puede indicar las acciones a realizar por las fuerzas federales en los predios que se encuentran en litigio.”, completó el informe oficial.
Según pudo constatar Infobae en el lugar del piquete, los integrantes de la comunidad armaron barricadas sobre la ruta y prendieron fuego cubiertas, mientras se alistaron para enfrentar y resistir un presunto operativo de desalojo de otras áreas usurpadas. Sin embargo, no había orden judicial que fundamentara esas sospechas.
Algunos testigos aseguraron haber visto a mapuches tirar bombas molotov desde el bosque, lo que provocó un principio de incendio que fue sofocado por personal de bombero. La ruta 40 está cortada al tránsito de manera preventiva.
Ayer en la órbita de la justicia provincial se ratificó la orden de desalojo del predio privado del Obispado de San Isidro que también fue ocupado por la lof Lafken Winkul Mapu, al igual que otras propiedades en las inmediaciones del territorio de parques nacionales.
El predio de la Administración de Parques Nacionales estuvo tomado desde 2017. Allí iba a funcionar la Escuela de Guardaparques. El emblemático edificio fue construido en la década del 50 y durante varios años funcionó como un hotel, aunque en 2016 la Administración decidió invertir $28 millones para restaurarlo y transformarlo en la nueva Escuela de Guardaparques.
No obstante, desde la ocupación de un predio lindero por parte de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, el edificio fue vandalizado en varias oportunidades. Los mapuches provocaron daños, destrozos, incendios y se llevaron maderas y chapas y realizaron inscripciones y grafitis. El edificio ahora se encuentra en ruinas.
Fue la misma agrupación que mantiene la ocupación desde 2017 la que se adjudicó los actos vandálicos, dejando incluso grafitis con mensajes de reivindicación territorial en mapudungu, lenguaje utilizado por las comunidades mapuches.
El objetivo de los directivos de Parques Nacionales de ese entonces era albergar a los aspirantes a la carrera de Guardaparques, debido a que reunía todas las condiciones ideales para el dictado de la carrera.
Se buscaba destinar el edificio no solo a las distintas capacitaciones teóricas y prácticas sino que además contaba con la infraestructura ideal para poder albergar a los aspirantes.
Sin embargo, un año más tarde la agrupación mapuche se instaló en un predio lindero de 6 hectáreas y desde entonces inició un avance hacia los lotes cercanos, provocando ataques vandálicos, incendios y daños irreparables.
Tiempo atrás, el predio fue cedido en comodato a la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (FOETRA) aunque durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri Parques Nacionales recuperó la administración del predio.
La agrupación mapuche dañó los vehículos de Parques que estaban estacionados en el lugar, destrozó las maderas decorativas del edificio y se apoderó de las chapas del techo. Así lo denuncian los vecinos de Villa Mascardi, quienes son testigos recurrentes del avance mapuche sobre el edificio.
Incluso en el patio del ex hotel había varios vehículos oficiales estacionados, los cuales fueron incendiados y destrozados. Las cubiertas que utiliza la agrupación mapuche para armar sus barricadas en la ruta 40 cada vez que realizan alguna manifestación sobre el trazado son extraídas de los móviles que están estacionados allí y que quedaron inservibles.
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