Luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación fallara en contra del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y ordenara la libre circulación de más de 8 mil personas varadas en las fronteras, quienes ingresan a la provincia deben cumplir con una cuarentena obligatoria. Sin embargo, en algunos casos esa medida terminó con series incidentes. Por ejemplo, los golpes, forcejeos y el “principio de asfixia” que se dio entre las fuerzas policiales y el dueño de un hotel, Patricio Evans, que quedó imputado.
El escándalo ocurrió el sábado por la noche en el hotel Asterión, uno de los alojamientos destinados a los varados, donde pueden realizar la cuarentena obligatoria pagando por la estadía. Allí, en un confuso episodio y entre acusaciones cruzadas, el encargado del lugar terminó maniatado por intentar servir una cerveza a uno de los huéspedes.
Todo comenzó cuando el padre de Evans, Guillermo, se dirigía a llevar la cena a una de las habitaciones. Como opción de bebida, había una cerveza personal, un “porrón”. Los policías que controlaban el cumplimiento de la cuarentena lo interceptaron. “Un oficial de policía increpó a mi papá, lo empujó, le sacó la bebida, que es del cliente y lo maltrató”, aseguró Patricio al medio local La Mañana, contando que se acercó a las instalaciones al enterarse de lo sucedido.
“Me dijo que estaba prohibido que una persona alojada en un aislamiento pago consumiera alcohol. No sabía que estaba prohibido. No es un centro de rehabilitación de Alcohólicos Anónimos. No nos informaron de esta situación, ni a nosotros ni a los pasajeros. Se trata de una botella de cerveza de 330 centímetros cúbicos, para acompañar la cena. Entendemos que es una barrera sanitaria de aislamiento, no una Penitenciaría, donde se le prohíben determinadas cosas a las personas durante la estadía. Esto no es una escuela. Acá las personas eligen cómo hacer la cuarentena”, agregó al mismo medio.
No hubo entendimiento entre las partes y se inició una discusión que derivó en forcejeos con los oficiales. Entre dos efectivos lo tiraron al piso e intentaron esposarlo. Evans, quien padece problemas respiratorios y EPOC, se resistió. “Estuve más de 15 minutos sentado, con una mano esposada. Luego, un tercer oficial se sumó y me empezó a apretar los testículos, para que yo ceda y me pudieran poner las esposas en las dos manos”, afirmó. Entre los tres lo maniataron y lograron inmovilizarlo.
Evans dijo que también empujaron a su padre y luego llegaron más patrulleros y efectivos. “Tengo golpes y la espalda lastimada. No me extrañaría que termine detenido”, denunció. Ambos fueron imputados por la Policía en una causa por “Lesiones, Amenaza, Atentado y Resistencia contra la Autoridad y Coacción”. Ante su posible detención, solicitaron a la jueza interviniente, Laura Karina Paz, su exención de prisión.
Según consignó el portal Noticias Formosa, Guillermo Evans presentó un escrito en el que desmintió las acusaciones de los oficiales: “Acabo de escuchar, en entrevista radial del periodista Madoery, que el Comisario Genaral Téllez (que estaba al mando del operativo) manifestó falsamente que nosotros lesionamos a su personal, algo imposible y falso, como felizmente lo muestran las filmaciones”.
“Si un Comisario General inventó un lesionado, en circunstancias en que el mismo oficial inspector Peralta, que me manoseó a mí (aclaro que fueron empujones, no me golpeó ni yo a él), casi asesina a mi hijo en el suelo asfixiándolo esposado sentado encima de él, ya nadie de la policía de Formosa me merece la menor confiabilidad y no iremos voluntariamente a ninguna dependencia de la Policía de Formosa o que dependa del señor Ministro de Gobierno”, argumentó a la jueza.
Qué dijeron las autoridades provinciales
En Formosa, aquellos varados que pudieron volver a la provincia, luego de más de ocho meses de espera, tienen dos opciones para realizar la cuarentena obligatoria: acuden a escuelas acondicionadas para tales fines por el Gobierno o pueden llevarla a cabo en hoteles, con la estadía a su cargo (si eligen esta modalidad a su vez deben abonar dos hisopados y una custodia policial).
Al ser consultado por el hecho durante el Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19, el ministro de Economía formoseño, Jorge Oscar Ibáñez, advirtió: “En el hotel, la persona no está de vacaciones. No va a ese lugar para estar al borde de una pileta, sino para cumplir una cuarentena obligatoria, fijada por el protocolo, que establece la no ingesta de bebidas alcohólicas”.
“Quien va a un hotel no puede decir que no va a cumplir el protocolo, que es único. Lo que cambia es el lugar de alojamiento. Por ello, hay personal de seguridad en esos lugares, y la Corte dice que es facultad de la Provincia establecer los protocolos sanitarios”, añadió.
Las autoridades recalcaron que “esto no es turismo” y que el empresario hotelero “ya ha tenido actitudes violentas”, lo que pudo haber desembocado en los incidentes con los efectivos.
En diálogo con La Mañana, Evans respondió que desconocía la vigencia de la prohibición de venta de alcohol para quienes decidían abonar su estadía en un hotel de manera particular para cumplir con los 14 días de cuarentena. “Interpretamos que es un aislamiento sanitario, en la habitación hay un adulto que decide qué comer y beber. No está preso”, remarcó.
Y concluyó: “Tuvimos problemas con la policía porque tampoco querían que salgan a los balcones de las habitaciones; el criterio pareciera ser que si decidís ingresar tenés que pasar los peores 14 días de tu vida, privado de todo. Y hoy lo ratificó el ministro González, cuando dijo ‘esto no es turismo’”.
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