Tal como estaba anunciado, desde hoy a la 8 comenzó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el testeo a turistas y a residentes que pretendan ingresar a la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de detectar posibles casos de COVID-19. Se trata de un requisito obligatorio para los residentes que hayan estado más de tres días por fuera de la Capital y para los turistas nacionales y extranjeros que vayan a permanecer más de 24 horas en territorio porteño.
La medida hace parte del Sistema Especial de Control y Monitoreo y según explicaron desde el gobierno porteño a Infobae, la persona -mayor de 12 años- que pretenda ingresar a la Ciudad deberá cumplir dos requisitos básicamente. Primero tendrá que presentar una declaración jurada que puede ser descargada a través de la página oficial del gobierno porteño, donde deberá especificar datos personales, lugar de residencia, dónde se hospedarán y datos de la prepaga. Y después someterse a un testeo de saliva una vez haga el trámite de Migraciones, entregue la documentación y retire su equipaje.
El trámite es gratuito para los turistas nacionales y residentes. Será cubierto por las obras sociales y seguros médicos o por el Gobierno de la Ciudad. Los extranjeros deberán pagar un costo de 2500 pesos (unos 30 dólares). De acuerdo con la información brindada a este medio, después de que la persona baja del avión, voluntarios del gobierno de la Ciudad toman la declaración jurada y los datos del viajero.
Después cumplir con todos los requisitos legales, el turista deberá dirigirse a una serie de 25 módulos dispuestos afuera del edificio donde entregarán la muestra de saliva. Este procedimiento no durará más de 10 minutos y aquel que lo haga no deberá esperar al resultado. Las autoridades lo comunicarán vía Whatsapp o SMS a las 12 horas. En caso de dar positivo, el contacto será a través de una llamada telefónica, en la que le transmitirán el procedimiento de aislamiento y cuidados necesarios. Para aquellas personas que no tengan donde aislarse están dispuestos alojamientos en hoteles de la Ciudad.
La idea central de la iniciativa es “minimizar el riesgo de propagación y eventual contagio del virus COVID-19 (Coronavirus) y preservar la salud pública de sus residentes y de todas las personas que ingresen a esta Ciudad”. Según informaron, dicho sistema de ingreso se aplicará a toda persona que ingrese a CABA y provenga “de cualquier lugar o localidad ubicado a más de 150 kilómetros”.
Aplica únicamente para los argentinos que ingresen al país por cualquier vía aérea, fluvial o terrestre- y los ciudadanos de Chile, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay, que por ahora sólo podrán ingresar vía aérea por Ezeiza. La semana pasada ya comenzó a implementarse este tipo de testeos en la Terminal de ómnibus Dellepiane, cuando terminó el fin de semana extra-largo.
Los residentes que ingresen a la Ciudad por otros medios deberán acercarse dentro de las 24 horas a alguno de los centros de testeos dispuestos en el Centro de Convenciones y en el Edificio de la Munich (en Costanera Sur), el Club San Lorenzo de Almagro (Avenida Varela 2600), de lunes a domingo de 9 a 15 y en Callao 628, de lunes a domingo de 9 a 15. Deberán tener turno.
La sanción para los que no se hagan el test es la misma que existe por no usar barbijo o incumplir cualquiera de las reglas excepcionales de la pandemia: es una multa a partir de $10.700 cuyo monto final es establecido por el controlador de faltas.
Gonzalo Robredo, el presidente del ente de turismo de la Ciudad le contó a Infobae como fue este primer día en Ezeiza: “El operativo funciona con normalidad, aunque notamos que la gente está llegando sin la Declaración Jurada completa. Eso agilizaría el trámite. Aunque hay más de 10 personas con tablets para ayudarlos. Después, el test de saliva es muy rápido. Algunos hasta se alegran de que les hagamos el testeo y poder pasar las fiestas con tranquilidad. La demora es entre 5 y 7 minutos para llenar los formularios y 5 para dejar la muestra de saliva, porque como se necesita mucha, tarda un poco”.
Hasta el momento, indicó el funcionario “procesamos 10 mil test, que dieron 56 casos positivos, el 0,5% aproximadamente. Está dentro de los parámetros que esperamos. Monitoreamos muy de cerca los números y hasta ahora pudimos localizar a todos. Se los llamó, y en caso que no tengan un lugar para aislarse correctamente lo hacen en un hotel COVID de la Ciudad”.
Acerca de los contactos estrechos de las personas fueron notificadas, Robrero explicó que “para eso sirve la declaración jurada. Sabemos en qué butaca del avión viajaba la persona y quienes estaban cerca. A quienes son contactos estrechos les pedimos que se aíslen durante 5 días. Al margen de eso, en las 12 horas que median entre el test y el resultado recomendamos que, en lo posible, no tengan contacto con otras personas”
-¿Es un problema que la Provincia no haya tomado la misma medida de testear en los arribos?
-Nosotros no opinamos sobre las medidas sanitarias de otras jurisdicciones. Es cierto, Provincia no los está haciendo y nosotros tomamos esta medida de precaución extra. Creemos que es una buena oportunidad de estar seguros, en estas vacaciones, que quienes vienen al país están sanos.
-¿Qué control tienen acerca de que quienes llegan a la Ciudad en automóvil hayan hecho el test?
-Como en tantas cosas, las Declaraciones Juradas se deben hacer con responsabilidad, Al margen que tenemos herramientas tecnológicas para cumplir la norma.
-Durante estos días, en Ezeiza se notó poco distanciamiento social. ¿Cómo evalúan el cumplimiento de los protocolos en el aeropuerto?
-Una vez que salen con las valijas después de hacer Migraciones, al hall final hay 10 personas que les preguntan si van a la Ciudad y se les piden la DDJJ. Pero nuestra política es clara: no permitir que se agrupen las personas. Y si eso sucede las hacemos pasar y les indicamos que vayan a los seis centros de testeo que tenemos distribuidos en la Ciudad.
Caos durante el fin de semana en Ezeiza
Con la apertura del país a ciertos turistas, la cantidad de viajeros que ingresan al país es cada vez mayor. El fin de semana en el Aeropuerto de Ezeiza se registraron largas filas y según imágenes a las que accedió Infobae, el distanciamiento social obligatorio que rige fue una simple utopía.
Largas filas y decenas de viajeros cerca uno de otro fueron la postal de la terminal aérea más importante del país. Cada uno de los que arribó a Ezeiza debió someterse a la cámara que detecta la temperatura, mientras que personal del aeropuerto pedía que se mantuviera la distancia.
En las imágenes, aportadas por Marisol San Román, una de las primeras pacientes en contraer la enfermedad y quien llegó de España, se puede observar la aglomeración de gente. A partir de hoy, a estas demoras hay que sumarle el test obligatorio y la presentación de la declaración jurada.
Tras su arribo -que fue durante el fin de semana- habló con Infobae: “Los aeropuertos en tiempo de COVID son un posible foco de contagio: lugares cerrados y gran cantidad de personas circulando. El mundo quiso poner un freno a esto utilizando protocolos que contemplen el distanciamiento social y las medidas de higiene. Volviendo a casa esto no sucedió. Una vez más, todo se desbordó. Nadie pudo tener su metro cuadrado de protección para el COVID y los tapabocas mal puestos son parte del paisaje. Sí hubo una luz: había tres máquinas de alcohol en el gel -una en Migraciones, y dos en el duty free-. Después, a las las pintadas en el piso nadie les presta atención. Vi un aeropuerto colapsado, entre exceso de personas que arribaron, valijas amontonadas, y la lentitud del proceso: un momento de descuido podría concluir en tragedia. ¿Alguien me pidió la Declaración Jurada o un PCR? No. Lo más parecido a esa pregunta fue un amable hombre en Migraciones: ¨¿Piba vos te hiciste el PCR?¨. Confió en mi rostro tras la mascarilla haciendo señas que sí. Estuve 3 horas para salir al aire libre”.
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