Aborto legal: crónica de la noche en la que nos convertimos en ciudadanas

La ley fue aprobada en Diputados por un margen más alto que en el 2018. La calle volvió a ser una fiesta y un espejo de la alta participación de las jóvenes en “la ola verde”. La sesión se siguió como un Mundial, con expectativa y sin tregua. Aunque esta vez hubo menos mística y más rosca política

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La emoción de la calle por la media sanción al aborto legal el 11 de diciembre de 2020 (REUTERS/Agustin Marcarian)
La emoción de la calle por la media sanción al aborto legal el 11 de diciembre de 2020 (REUTERS/Agustin Marcarian)

Con 131 votos positivos, 117 negativos y 6 abstenciones el aborto legal fue aprobado en la Cámara de Diputados. Ahora tiene que ir al Senado. En el 2018 fue frenado en la Cámara Alta. Pero, esta vez, se estima que va a ser aprobado antes de fin de año. No son solo 131 votos.

El 11 de diciembre del 2020 las mujeres nos convertimos en ciudadanas plenas. Y si nada vuelve a hacer retroceder la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo nada tampoco volverá a hacer retroceder a las mujeres. Ahora solo quedan puertas abiertas a la ampliación de derechos.

Las mujeres votan. Pero, antes de votar, la ley había sido votada en Diputados y frenada por el Senado. Las mujeres pueden usar anticonceptivos. Pero antes de poder pedir pastillas en un hospital la ley había sido votada por la Cámara de Diputados y frenada por el Senado. Las mujeres abortan. Pero primero la ley había sido votada por la cámara de Diputados y frenada por el Senado.

En el último mes de la segunda década del Siglo XXI las mujeres argentinas van a acceder a un derecho, pero a algo más que a un derecho. A votar no solo sobre quienes las representan, sino a poder elegir sobre sus propios cuerpos, destinos y deseos.

Aborto 2020 - Diputados de noche

Nunca la política fue tan escuchada como en la sesión sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Porque nunca la política escuchó tanto a las mujeres. Hasta el 10 y el 11 de diciembre del 2020. Dos días que pasarán a la historia junto con el regreso de la democracia el 10 de diciembre de 1983. Y una fecha probable –no confirmada oficialmente- de tratamiento en el Senado de la Nación: 29 de diciembre.

Sin dudas, la sesión legislativa con más rating popular, la que más se escucha, la que exige pantalla gigante en la calle, la que junta a dos chicas que desayunan medialunas, mientras un batallón deja las calles limpias después de la trasnochada y las deja comentando quien estuvo mejor y peor, qué dijeron y qué escucharon, en la maratón no de una serie de moda, sino de más de 20 horas de debate legislativo sobre aborto legal trasmitido por Diputados TV.

Las jóvenes trasnochan escuchando atentas la pantalla gigante que transmite cada uno de los discursos televisivos de diputadas y diputados (Foto: Catalina Calvo Doval)
Las jóvenes trasnochan escuchando atentas la pantalla gigante que transmite cada uno de los discursos televisivos de diputadas y diputados (Foto: Catalina Calvo Doval)

Nadie escucha tanto a los diputadas y diputados como las jóvenes que buscan aprobar el aborto legal. Ayer los legisladores no se hablaban al ombligo, ni a la cúpula del Congreso porque la audiencia es activa y traspasa la democracia que hace transferencia de poder como si el Poder Legislativo fuera un home banking de derechos.

Ni siquiera otras normas que pueden ser pedidas por algunos sectores y denostadas por otros –como el aporte solidario, jubilaciones, etiquetamiento de alimentos o manejos del campo después de los incendios- son atendidos, festejados y criticados con público y platea desde la calle.

La vigilia de las amigas, con protector solar y mate para resistir las 20 horas de sesión (Foto: Catalina Calvo Doval)
La vigilia de las amigas, con protector solar y mate para resistir las 20 horas de sesión (Foto: Catalina Calvo Doval)

El mayor fenómeno de participación –y atención- política es feminista y eso no es casual: porque habla de un movimiento que no quiere solo votar, sino ser protagonista. Por eso, la consigna del aborto legal no es una agenda puntual, sino una posibilidad de ampliar el arco de las transformaciones.

La aprobación, a solo un paso, del aborto legal es un tirón de orejas a la vieja política que usaba los votos como un plazo fijo sin los fondos a la vista. En cambio, el 10 de diciembre, los discursos no hablaban para adentro sino que se inspiraban en lo que pasaba en las veredas.

“Si nos asomamos y miramos para afuera hay miles de pibes y pibas que están esperando poder llevarle esta media sanción y la aprobación de la ley antes de fin de año”, enmarcó Gabriela Estévez, del Frente de Todos, de Córdoba.

La vigilia del 10 de diciembre generó que los diputados y diputadas sintieran que, del otro lado, se esperaba la ley (Foto: Julieta Bugacoff)
La vigilia del 10 de diciembre generó que los diputados y diputadas sintieran que, del otro lado, se esperaba la ley (Foto: Julieta Bugacoff)

La revolución de las hijas estuvo presente una y otra vez, en citas textuales y en el paso de las jóvenes como una renovación generacional, de movilidad política. “Las pibas y pibes son el sujeto histórico de este tiempo”, remarco, con un corazón verde colgado al cuello, Estévez.

“Es la revolución de las hijas”, dijo, textualmente, Carolina Moisés, del Frente de Todos, de Jujuy. La diputada cerró su discurso con las palabras de su hija en contra de “la sociedad hipócrita que habla de la vida de un niño que no nace y que no ayuda a los niños que viven en la calle y no tienen para comer”.

La votación del aborto legal se vive como un mundial y eso va desde el nene que patea el globo verde sobre Callao de puntín, lo sube con la rodilla, lo lleva al pecho y no lo deja caer hasta el revoleo de remeras, la sensación de ser parte de algo más grande, la identidad a partir de un color que expresa algo más que una sola propuesta y el fervor con el que se espera el juego y el resultado.

Muchas mujeres siguieron en la pantalla gigante la transmisión de la sesión legislativa (Gustavo Gavotti)
Muchas mujeres siguieron en la pantalla gigante la transmisión de la sesión legislativa (Gustavo Gavotti)

De todas maneras, esta vez, hubo menos mística y más política. La corazonada masiva, mundana y autónoma del 2018 es irremplazable. Y en el 2020 la pelea por los votos tuvo mucho más rosca política voto a voto que hace dos años. Aunque en la Argentina los finales nunca están cantados, esta vez, (a diferencia de la desesperación nocturna del grupo de diputadas sororas y el desasosiego mañanero del invierno de la media sanción) la jornada tenía buen pronóstico para el sector verde.

La política puso primera e importantes referentes políticos -con poder, diálogo con todos los sectores y muñeca política- pidieron a los gobernadores que no presionaran a diputados y diputadas para que votaran en contra del aborto legal (si eran celestes, que siguieran sus convicciones, pero que si eran verdes no se vieran censurados por sus referentes provinciales) y a los que no se sentían cómodos con ninguna de las dos posturas se proponía que se abstuvieran.

Hubo festejos entre las diputadas verdes en el Congreso de la Nación (Foto Julián Alvarez)
Hubo festejos entre las diputadas verdes en el Congreso de la Nación (Foto Julián Alvarez)

La iniciativa del Poder Ejecutivo cambió las reglas de juego. Pero además el juego legislativo se jugó mucho más a fondo después de entender que un nuevo fracaso puede ser un paso para atrás no solo para el aborto legal, sino para cualquier otra ley que implique ampliación de derechos para las mujeres y la diversidad sexual.

No todo fue fácil. La Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad Elisabeth Gómez Alcorta repudió las intimidaciones que sufrieron diputados y diputadas. “No son aceptables los escraches y las coacciones que se vivieron en la semana”, acentuó.

El Senado es un frente difícil, pero muchos diputados celestes lo dan por perdido. Por eso, fueron directo al tercer tiempo y amenazaron con iniciar causas para declarar la inconstitucionalidad de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Si se avanza en el Senado la judicialización de la ley se da por descontada y se esperan frentes en tribunales de provincias con tradición conservadora.

No es previsible que la Corte Suprema de Justicia de la Nación frene la ley porque el fallo F.A.L. –impulsado por la primera mujer en ser designada en la Corte Suprema, Carmen Argibay-, de 2012, es un antecedente fuerte. Pero ante los nubarrones entre el máximo tribunal y el gobierno no deja de ser una bandera para espantar.

En ese sentido, Lospennato abrió el paraguas con el Código Penal de 1921 que contemblaba, hace un siglo, los abortos no punibles: “La constitucionalidad del aborto tiene 99 años. Ya es hora que abandonen el argumento de la constitucionalidad”.

La revoluciòn de las hijas fue citada por los discursos de diputadas 
y diputados (Julieta Bucacof)
La revoluciòn de las hijas fue citada por los discursos de diputadas y diputados (Julieta Bucacof)

Al final, a punto de producirse la votación, cuatro varones objetaron puntos del proyecto (Fernando Iglesias propuso que se ponga un plazo al acceso al aborto por violación, que está contemplado siempre con causales) y Cristian Ritondo se levantó con gestos exasperados porque no había público celeste en los palcos. Pero Sergio Massa lo mandó a sentar pese a la eléctrica reacción del ex Ministro de Seguridad bonaerense y le dijo que había ofrecido los lugares pero no los habían tomado porque se requería un examen de Covid -19 y mantenerse aislado para poder asistir.

En esos últimos minutos de protagonismo masculino, quitados a la expectativa de la votación, se les podría proponer escuchar las palabras de Leo Grosso, del Frente de Todos, de la Provincia de Buenos Aires: “Los varones tienen que hablar menos, sobre todo cuando se trata de los derechos de las mujeres”.

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