Buenos Aires amaneció verde: crónica de la fiesta feminista después de una larga noche de vigilia

La Cámara de Diputados le dio media sanción al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. La celebración terminó pasadas las siete de la mañana

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Los festejos desde el Drone de Infobae

La ansiedad presionaba los cuerpos de las mujeres que esperaban sobre la avenida Callao. A las 5:34 de la madrugada, con los zorzales cantándole al amanecer, las luces del alumbrado público se apagaron y las chicas, algunas de pie, otras echadas sobre el asfalto, algunas cansadas, la mayoría expectantes, aplaudieron el acontecimiento como si fuera un triunfo. “Necesitamos festejar ya”, dijo una de ellas abrazada a otra.

La presión de la alegría contenida ante el primer paso legislativo de camino a la legalidad de la interrupción voluntaria del embarazo se aguantó casi dos horas más, mientras desde las pantallas dispuestas por Callao y también por Rivadavia, sonaban las voces de los últimos diputados en la lista antes de la votación. Y a las 7:22 la explosión fue absoluta.

La marea verde subió de golpe: un tsunami de alegría. La cúpula del Congreso desapareció por un instante, tapada por el humo verde. Volaron los pañuelos de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Las chicas lloraron, se abrazaron y cantaron. Zoe, de 10 años, saltaba al lado de Solange Caraballo (27), su mamá, que explicó a Infobae: “En casa siempre se habla con la verdad, vinimos para estar presentes en un día histórico”.

Muchas pasaron la noche en
Muchas pasaron la noche en vela frente al Congreso (Maximiliano Luna)

Yasmín Giúdici, de 28 años, saltó por el impulso que le imprimió en su cuerpo la necesidad de estar. Ayer a las 20 estaba en su casa de San Bernardo, en el Partido de la Costa. Miraba por televisión la sesión de Diputados. Y no aguantó. A las 21 salió en micro hasta Dolores y de allí tomó un tren que la dejó en Constitución. A las 6:30 estaba en el Congreso. Sola. “No me importa el viaje ni que falte la votación en el Senado, quería estar acá porque este es un día inolvidable”, contó, emocionada hasta las lágrimas.

Quizás por la pandemia, por las altas temperaturas, o por la decepción del paso en falso de 2018, las calles del lado verde alrededor del Congreso no estuvieron colmadas como dos años atrás. Pero mucha gente completó la vigilia durante toda la madrugada. Sobre el asfalto de Callao se acumularon botellas vacías, cáscaras de bananas, latas de cerveza apretadas, las bolsas que repartió Aysa ya sin agua, bandejas con restos de viandas. Entre el suelo y el cielo, flamearon las banderas de las agrupaciones feministas, las verdes y la multicolores de la diversidad. En el aire flotaba el olor dulce de la pólvora de los fuegos de artificio.

Llevaron reposeras y livings para
Llevaron reposeras y livings para aguantar más de 20 horas de sesión (Foto: Julieta Bugacoff)

Algunas chicas dormían en posición fetal sobre la calle. Otras escuchaban atentas los discursos transmitidos en vivo en sus reposeras. Algunas simplemente esperaban apoyadas sobre las persianas bajas de los locales comerciales, o abrazadas para sostenerse. Los hombres eran pocos. Quizás uno cada 20 o 30 mujeres.

“Tenía muchas ganas de venir. Llegamos con un amigo y una amiga a las 12 de la noche y confiamos en que la ley va a salir”, comentó Alan Fernández, de 20 años, que se animó a una confesión que le marcaron los astros. “Mirá, yo estudio astrología. Y ayer miraba y decía que el aborto va a salir y a generar mucha conmoción, que se va a votar porque tiene que ver con la nutrición del pueblo. Venimos re atrasados y es hoy”.

La transmisión en vivo permitió detectar las reacciones de la etapa final de los discursos, bien entrada la madrugada. Hubo diputados aplaudidos, como el entrerriano Marcelo Casaretto y María Rosa Martínez (Frente de Todos) y Silvia Lospenatto (Juntos por el Cambio).

Humo verde para celebrar (Infobae-Thomas
Humo verde para celebrar (Infobae-Thomas Khazki)

“Esto lo estamos haciendo juntas, tan unidas en la lucha que ninguna grieta pudo separarnos. Nobleza obliga, gracias al Presidente por cumplir su palabra y enviar el proyecto. Les vamos a devolver a las mujeres el derecho a decidir sobre sus cuerpos. Esta ley no es de ningún presidente ni de ningún gobierno, es una conquista más del movimiento de mujeres”, dijo la diputada porteña de 42 años, y aunque no había agrupaciones identificadas con el PRO en el lado verde, el aplauso fue contundente y unánime.

En otros casos, los discursos fueron repudiados, o recibieron comentarios graciosos. Le pasó a Soher El Sukara, legisladora del PRO de Córdoba, cuando citó al filósofo Immanuel Kant para oponerse a la ley. Una chica devolvió: “Bien machirulo era Kant”. E inmediatamente la voz de la diputada quedó tapada por el canto antídoto: “Aborto legal en el hospital, aborto legal en cualquier lugar”.

Manifestaciones del lado verde durante el debate en el Congreso

Algo parecido le ocurrió a la diputada jujeña María Gabriela Burgos, que también votó en contra del proyecto. La multitud le dedicó una canción del repertorio tradicional: “Alerta, alerta, alerta comadrona, que el huevo no es gallina y el cigoto no es persona”.

Gimena Gómez, de 32 años, se reía al escuchar a la legisladora norteña. Llegó del partido bonaerense de Moreno junto a un grupo de amigas. Sobre su brazo izquierdo, un tatuaje reza uno de los lemas del movimiento feminista: “No estamos solxs”. “Vine muy optimista para hoy. El año pasado me tatué con las pibas. Es una frase que sintetiza esto, mirá. Llevamos 12 horas y estamos de fiesta. Se sostiene con matecito y baile”. Gimena es una de las muchas consultadas por este medio durante la marcha que contaron haber abortado. En su caso fue a los 17. “Pude acceder a un proceso de calidad. Tuve la oportunidad. Pero no todas tenemos la posibilidad”, explicó.

Algo parecido contó Alejandra Zalazar, empleada pública de 43 años: “Soy verde a full. Queremos que pase a Senado y se vote pronto. Seguramente esta vez se dé. Aborté a los 19 después de sufrir un abuso. Hubiera sido distinto si hubiese sido legal. En la clandestinidad es todo mucho más difícil. Fui a hacerlo con mi mejor amiga. Fue un legrado, un aborto con pinzas. Fue carísimo. En ese tiempo trabajaba y lo pude pagar”.

"No estamos solxs", el tatuaje
"No estamos solxs", el tatuaje que habla de sororidad

La ansiedad que flotaba a las 5:30 de la mañana llegó a su punto de ebullición pasadas las 7 cuando se escucharon los últimos discursos. Uno de los más repudiados en el lado verde fue el de Graciela Camaño, de Consenso Federal. Ex aliada de Sergio Massa, hoy presidente de la Cámara por el Frente de Todos, la histórica legisladora se opuso a la ley y dijo que Argentina era un país “agonizante”. Alguien gritó a la pantalla: “Vos estás agonizante, Camaño”.

Absolutamente opuestas fueron las reacciones ante los últimos discursos de las diputadas oficialistas Gabriela Estévez y Gabriela Cerruti. “Si nos asomamos y miramos para afuera, vamos a ver miles de jóvenes que están esperando que este proyecto que estamos tratando tenga media sanción”, dijo la legisladora cordobesa de La Cámpora. Su voz quedó tapada por los aplausos cuando exclamó: “Esta sesión tiene la agenda de la calle y de las juventudes. Hoy vamos a lograr que ese lema por el aborto legal sea una realidad”.

Cuando llegó el turno de Cerruti, la encargada del cierre, todas las chicas que alfombraron Callao se pusieron de pie. Fue un movimiento conmovedor. Algo se sintió en el suelo en ese instante. Todas aplaudieron la mención que la diputada porteña hizo sobre Pino Solanas, muerto por covid semanas atrás, y recordado por su discurso sobre el goce de las mujeres en el tratamiento de esta misma ley en 2018.

De noche, la vigilia en
De noche, la vigilia en las calles (Foto: Catalina Calvo Doval)

”Se conmueven por los embriones, pero no los veo conmoverse igual cuando matan a un pibe de 14 años por la espalda. El mundo es injusto. Pero la respuesta no está en nuestro útero. Por el contrario, la injusticia viene de un sistema que se basa en la explotación de las mujeres y de la naturaleza”, reflexionó la ex periodista, y cerró, cuando su voz ya casi no se oía entre gritos, aplausos y celebración: ”Somos las ancestras de las que vienen”.

Luego de eso, a las 7:18, y durante cinco minutos, los diputados y diputadas votaron: 131 a favor, 117 en contra y seis abstenciones. Cuando Sergio Massa anunció la aprobación, todo se revolucionó. El cielo quedó abajo, la calle arriba, las chicas saltaban, lloraban, se abrazaban, se tiraban al suelo, lanzaban al aire el agua, el vino, el café, el fernet. El humo verde tapó todo, era el color de la conmoción. Y la multitud se fue yendo de a poco, con música, fiesta y una canción que es más que eso: “Ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, para toda la Argentina que el aborto sea legal”.

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