Durante el primer día en que la Ciudad de Buenos Aires volvió a recibir turistas, luego de la etapa más estricta del aislamiento por la pandemia del coronavirus, hubo muchas quejas por parte de los viajeros, ya que quienes se acercaron a realizarse los testeos obligatorios debieron soportar largas filas y muchos de ellos no pudieron atenderse. Sin embargo, la segunda jornada fue distinta y se agilizó la atención con algunos cambios.
“Quiero pedir disculpas a todos aquellos que tuvieron demoras extra ayer y hoy, fueron las primeras horas del operativo y ya hemos corregido para que esto no vuelva a suceder. Fue la primera experiencia después de la vuelta a la normalidad del turismo, que celebro”, afirmó Gonzalo Robredo, director Ejecutivo del Ente de Turismo porteño, a Télam.
De esta manera, luego del faltante de tests, las demoras y el enojo de las personas que no pudieron cumplir con la normativa que comenzó a regir el 1° de diciembre, el gobierno porteño anunció la incorporación de otros dos nuevos centros de recepción de turistas.
“La cantidad de amigos que nos vienen a visitar y de porteños que salen de la Ciudad excedió nuestras previsiones, por eso implementamos dos nuevos centros de testeo y un sistema de turnos”, explicó Robredo. Se trata del club San Lorenzo (en Varela 2600) y otro en Callao 628, en el horario de 9 a 15 horas. Se suman a los puntos establecidos en el edificio de la antigua cervecería Munich y el Centro de Convenciones (CEC) de Recoleta.
Además, entre las últimas medidas implementadas se incluyó la ampliación a 72 horas del plazo para hacer el testeo y la decisión de no atender sin turno previo. Para solicitarlo, se deberá ingresar en: https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/RequisitosTuristas. Allí también hay información complementaria y recomendaciones para evitar los contagios de coronavirus.
El operativo se despliega en el marco de la vuelta de los turistas a Capital Federal. Desde el martes pasado, la firma de una declaración jurada y la realización de un test de saliva es obligatorio para todos los mayores de 12 años que hayan salido de la Ciudad de Buenos Aires por más de tres días y a más de 150 kilómetros, como así también para personas que tengan previsto permanecer en la Ciudad más de 24 horas y para turistas.
El plan previsto contemplaba que quienes llegaran en vehículos particulares solo podían acercarse, dentro de las 24 horas siguientes al arribo, a los centros del CEC o la ex Munich. Para el caso de ingreso en micro, el lugar asignado es la Terminal Dellepiane. En los próximos días, para quienes lleguen en avión y se dirijan a CABA se prevé que el control se realice en el aeropuerto de Ezeiza.
Por su parte, tras las quejas del primer día de prueba luego del fin de semana y feriado, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, sostuvo que las demoras fueron de “entre una y dos horas”. Al brindar el reporte sobre la situación sanitaria local en la sede del gobierno porteño, también afirmó que “es indistinto desde el punto de vista sanitario si el control lo hacen dentro de las 24 o las 48 horas”.
En ese contexto, Quirós planteó que la decisión de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta de realizar los testeos es “un servicio que la Ciudad le da a sus ciudadanos”. “Lo que le ofrecemos a la ciudadanía es que, a la vuelta de ese período de mayor riesgo (por las vacaciones), podamos estar todos con cierto nivel de seguridad de que, al menos una parte de las personas que potencialmente se hubieran contagiado, los pudiéramos detectar precozmente”, detalló.
Sin embargo, pese a la obligatoriedad con la que fue dispuesta la medida, el ministro indicó que quienes no se realicen el test pueden recibir una multa, pero que su objetivo “no es punitivo”.
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